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Ciclo B Música: “Agnus Dei” gregoriano

Domingo Cuarto de PASQUA

22 de abril 2018
Foto: Interior del Muro de los Lamentos
Maqueta
Las fotos hacen el itinerario desde el Muro de las Lamentaciones, hasta el lugar
donde se reunía el sanedrín, y donde estaba Pedro en la cárcel. Ante el sanedrín
Pedro hace ahora su discurso (domingo pasado, después de la del Templo
curación del
inválido, Pedro hablaba a la gente, y por esto le encarcelaron)

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EL BUEN PASTOR NOS DA LA VIDA

1a lectura: Realmente es el Espíritu quien da a Pedro la


convicción que “la SALVACIÓN sólo se halla en Jesús”, y lo
demuestra citando el salmo 117.
Salmo 117: Ningún salmo como este proclama la maravilla
de la obra de Dios en Jesús, el rechazado.
2a lectura: San Juan, en su primera carta, nos dice la gran
prueba de AMOR que nos ha dado el Padre.
Evangelio: Jesús es el Buen Pastor que el Padre ama, porque
da la Vida por nosotros, las ovejas de su rebaño, y las que aún
no son de este rebaño.
No se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos
Ac 4,8-12 En aquellos días, Pedro, lleno del Espíritu Santo,
dijo: «Jefes del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho
un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar
qué poder ha curado a ese hombre; pues, quede bien claro a
todos vosotros y a todo Israel que ha sido el nombre de
Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a
quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se
presenta éste sano ante vosotros. Jesús es la piedra que
desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha
convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar; bajo
el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda
salvarnos».
El salmo 117 puesto en boca de Pedro, ante los
que mataron a Jesús, nos recuerda el fruto de “la Piedra
rechazada”: la SALVACION universal

- Ampararse en esta Piedra, enterrada, es mejor que


fiarse de los poderosos de este mundo, que tienen
tantos medios.
- Nuestros ojos se maravillan de la eficacia de esta
Piedra.
- Bendigamos al Señor, que es nuestro Dios.
Salmo 117

La piedra que desecharon los arquitectos


es ahora la piedra angular.

Dad gracias al Señor porque es bueno,


porque es eterna su misericordia.
Mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres,
mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los poderosos.
La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación.
La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor.
Tú eres mi Dios, te doy gracias;
Dios mío, yo te ensalzo.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
1Jo 3,1-2 Queridos hermanos: Mirad qué amor
nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de
Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce
porque no le conoció a él. Queridos, ahora
somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado
lo que seremos. Sabemos que, cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él, porque lo
veremos tal cual es.

Ahora ya somos Hijos de Dios


Yo soy el buen Pastor
—dice el Señor—,
conozco mis ovejas,
y las mías me conocen. Jn 10,14
En aquel tiempo, dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor
da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de
las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo
hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan
las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías
me conocen, igual que al Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo
doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son
de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi
voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el
Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me
la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para
entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he
recibido de mi Padre». Jn 10,11-18
Original: Joan Ramírez (+)
Imágenes, lecturas, música, comentarios (versión
catalana y castellana) : Regina Goberna, en
colaboración con Àngel Casas
Traducción al neerlandés : Ben Van Vossel
Traducción al italiano: Ramon Julià
Traducción al euskera: Periko Alkain
Traducción al portugués: Ze Manel Marquespereira
Traducción al francés: Àngel Casas
Vídeo: Esther Lozano

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