Professional Documents
Culture Documents
1.1 CONVOCATORIA
Hemos de acogernos,
darnos nuestro cariño
mutuo, sentir nuestros
vínculos, ofrecernos el
testimonio de nuestra
hospitalidad y solidaridad,
comprensión y compasión.
Quienes somos miembros de
un mismo Cuerpo estamos
llamados /as a vivir una
cohesión interna, una
fortaleza de los vínculos
mutuos, de manera que cada
miembro se sienta unida y
responsable de los otros.
1.3 MIEMBROS VIVOS
Cada uno de nosotros /as es
miembro del colegio.
1.4 COMUNICACIÓN
Importante para
mantener una unión en
el cuerpo del colegio es
importante la
comunicación con el
Centro de este.
1.5 IDENTIDAD
Estamos en tiempos,
pero en un tiempo de
cambio hemos de cuidar
mucho nuestra fidelidad
y el desarrollo de
nuestro patrimonio
espiritual.
1.8 TRANSMITIR EL PATRIMONIO ESPIRITUAL
La agregación de nuevos
miembros a una
Congregación es don de
Dios, pero es
responsabilidad de todos el
tener una sana
preocupación por la
pastoral vocacional.
Debemos estar atentos a los
lugares en los que el Señor
puede suscitar vocaciones y
estar prontos para su
acompañamiento
espiritual.
Todas las comunidades, con un sano
sentido de cuerpo, han de intentar
contactar con los jóvenes en la medida
de lo posible e irradiar en su entorno
ese atractivo de la consagración
religiosa que la alegría y la unión
común de los miembros de la
comunidad esparce alrededor.
1.10 SANA AUTOESTIMA
2.1 EL INDIVILUALISMO
Es el afán de vivir solo por sí
y para sí. Esta manera de
actuar nos encierra en
nosotros mismos y no tiene
en cuenta a las demás
personas. Este replegarse
sobre unos mismos nos
convierte en células
incomunicadas y por tanto en
células muertas de un
Cuerpo que es vivo y
comunicativo.
2.2 LA INDEPENDENCIA
El no sentirnos parte de un
cuerpo, actuar con
independencia sin rendir
cuentas ni vivir la
transparencia comunitaria
propia de un sano sentido de
comunidad.
Es la realidad infeliz que
destruye la comunidad y es
incapaz de mostrar su unidad
profunda.
2.3 LA INCOMUNICACIÓN
Es vivir la propia vida
sin sentirse
corresponsable con
otros y por tanto sin
dar a conocer lo que se
vive, lo que preocupa,
lo que se piensa, es
vivir en una
comunidad de
hermanos como si se
fuera un hijo único que
se aísla y vive en
soledad.
La incomunicación
lleva al individualismo
y al aislamiento.
2.4 LA DISPERSIÓN
Es la falta de preocupación
por lo que es común, por lo
que son las fuentes de
nuestra unidad. Es vivir
ajeno a las preocupaciones
de la comunidad, a su
extensión y desarrollo, a sus
encuentros, y a sus medios
para mantener su unidad.
Es olvidarse de la misión
común e ir cada uno por su
propio camino. La
dispersión debilita la misión
del Cuerpo y la hace
infecunda.
2.5 LA SUPERFICIALIDAD
Es situarse en el nivel
periférico de la vida
interesada solo por lo que
roza los sentidos, por las
frivolidades sin fondo. Es
vivir sin intereses
profundos sin comprender
que el vivir unidos a otros
miembros es algo
inherente a nuestra fe y a
nuestra vocación. La
superficialidad debilita la
fe, la esperanza y el amor
que son los quicios que
sostienen nuestra vida
religiosa.
2.6 LA MURMURACIÓN
3.1 FIDELIDAD
No podemos permanecer
en formas exclusivas de
ayer, sino que hemos de
ser valientes para hallar
las formas y el leguaje en
que nuestra tradición ha
de ser vivida hoy.
Esto supone atención
a nuestro entorno y
capacidad de recrear
constantemente en
fidelidad y valentía lo
mejor nuestro.
3.4 DISPONIBILIDAD
Lo importante no es lo que
realiza cada uno en
particular, sino lo que la
comunidad sostiene en
nombre del Cuerpo de la
Congregación.
3.5 COMUNIÓN
El gozo de la
dependencia mutua lleva
a ensanchar el amor, a
cultivar las relaciones y a
cuidar cada día los
muchos vínculos que nos
reúnen entre nosotros.
De la estrecha
comunión depende
en gran parte la
sanidad y el
bienestar del Cuerpo
Congregacional.
3.6 ALEGRÍA
El vivir la pertenencia
con plenitud es una
fuente de alegría para
todos; es una
experiencia de
unidad, que establece
la paz y que hace a
todos los miembros
sentirse felices de
estar reunidos en un
mismo Cuerpo.
Esta alegría actuará de suave y
poderoso atractivo en el
entorno donde se perciba
porque es el signo del Espíritu
de Jesús que es un espíritu de
gozo y de claridad.
CONCLUSIÓN