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Mirada Histórica de las mujeres en Chile

“La conquista de los Derechos


en el siglo XX (1900- 1952)”
• A lo largo de su vida
independiente,
y como la mayoría de los
países del mundo,
Chile fue acumulando una
deuda histórica con las
mujeres.

• Esta deuda se expresaba


en leyes que la
discriminaban,
considerándolas como
personas de segunda
categoría.
•Y en una cultura y costumbres
que la limitaban, relegándolas
a un rol único y privado.
• En 1813, fue promulgado el
Reglamento para Maestros de
Primeras Letras, primera ley de
instrucción primaria en Chile, que
obligaba a establecer:
•… “en cada villa o aldea de 50
familias una escuela de mujeres
donde se enseñe a las jóvenes a
leer y escribir y aquellas
costumbres y ejercicios
análogos a su sexo”.
• También dio igualdad a las
mujeres con respecto a los
hombres en las labores de
docencia; pero recién 41 años
después, en 1854, el Estado abrió
la primera Escuela Normal de
Preceptoras.
• En 1860 fue dictada la Ley
Orgánica de Instrucción
Primaria, que garantizó
instrucción gratuita y
extensiva para personas de
ambos sexos.

• Y en 1877, el llamado Decreto


Amunategui otorgó el derecho
a las mujeres a ingresar a la
Universidad, pero por una
cuestión de hábitos y
costumbres, la educación
continúo reservada a los
varones.

• Cincuenta años después de


promulgado el decreto había:
476 farmacéuticas, 115
dentistas, 18 abogadas, 1
agrónoma y 1 ingeniera
Las mujeres de clase acomodada
podían tomar lecciones de
música, leer a los poetas greco
latinos y algunas novelas
francesas de carácter romántico y
educativo. Para su formación
normal debían aprender “labores
de mano y los buenos modales de
una dama”, como preparación
para el matrimonio. Además de
conocer el catecismo y la vida
ejemplares de los santos.

Las mujeres de menos recursos no


tenían otro acceso a la cultura
que la vía oral, ni más
conocimiento que la sabiduría
popular.
Aunque Chile aparece como pionero
en formación de mujeres
profesionales - en 1887 se titularon
de médico Eloisa Díaz Insunsa y
Ernestina Pérez Barahona – la verdad
es que no eran bien miradas y se
ejercía una evidente presión
psicológica sobre ellas.

Escribir o traducir un libro en esos


años era inadmisible para una mujer.
En efecto se les sancionaba por el
simple acto de leer o estudiar.
Durante los 50 primeros años del
siglo XX, las mujeres en Chile
comienzan un proceso al que se
ha denominado “emancipación
femenina”, que busca el
progresivo ingreso de la mujer al
mundo del TRABAJO, de la
CULTURA y a una PARTICIPACIÓN
cada vez más activa en política, y
la superación de su ROL tradicional
en el hogar.

En 1913 en Chile aparecen los


primeros movimientos organizados
de mujeres: clubes y asociaciones
de mujeres. Una de las primeras
razones de esta toma de
conciencia serían las limitaciones
impuestas a su educación, por lo
menos entre los estratos medios.
Durante la gran guerra de 1914, con la
mayoría de los hombres en el frente,
prisioneros o lisiados, comienza en el
mundo a verse con mayor normalidad
la obtención de un título profesional y
el trabajo fuera del hogar en la mujer.

En Chile se formaron en 1913 las


primeras organizaciones, llamadas
“Centros Femeninos”, esto en
Iquique, Antofagasta y las principales
oficinas salitreras.

Comenzaba a desarrollarse el
sindicalismo chileno, con Luis Emilio
Recabarren a la cabeza, quien fundara
en Iquique en 1912, el Partido Obrero
Socialista.
Los Centros Femeninos del Norte
recibieron el aliento de la española Belén
de Zárraga. Fogosa oradora, feminista,
libre pensadora y anticlerical, quien visitó
Chile en 1913, ofreciendo conferencias
en Santiago, Valparaíso, Antofagasta e
Iquique.

En una conferencia señala: ”En un


concilio del siglo V se sometió a discusión
si la mujer tenía alma. Y por sólo dos
votos a favor quedó resuelta esa duda”

Hacia 1921 se fundaron en Iquique la


“Federación Unión Obrera Femenina” y el
“Consejo Federal Femenino” anarco
sindicalista la primera y socialista el
segundo.
Martina Barros – una de las primeras
intelectuales chilenas- quién traduce,
con el titulo de “La Esclavitud de la
Mujer”, el libro de “The subjection of
woman” del filósofo inglés John
Stuart Mill.

En sus memorias M. Barros apunta:


“Mis compañeras me miraban con
frialdad…y las señoras con la
desconfianza con que se mira a una
niña peligrosa”. No sólo los hombres
rechazaban la “emancipación de la
mujer”. La mayoría de las mujeres
pensaba de igual manera, de acuerdo
a la mentalidad de la época.
En 1915 se crea el Club Social de Señoras
para “charlar, leer, beber una taza de té,
celebrar de vez en cuando una fiesta
social y cambiar sanos y serenos
propósitos domésticos”. Esta segunda
agrupación formada por mujeres
católicas de la aristocracia se distinguió
de otras instituciones por sus fines
culturales.

El Club de Señoras hace suyos ideales


democráticos y por su influencia, en
1917, la fracción más joven del Partido
Conservador presenta al Congreso el
primer proyecto de ley para dar
derechos de ciudadanía a las mujeres.
En 1917 se forma el Círculo de
Lectura, en su fundación y
directiva aparece Amanda
Labarca, gran escritora y
educadora, militante radical.

Ella dirige el periódico,


“Acción Femenina”, que se
editó durante 14 años,
alcanzando a tirar 10.000
ejemplares.

Dentro de las cosas que se


expresan por aquel entonces
señalan: “El feminismo no
desea violencias. La mujer
moderna no pide nada injusto
ni abusivo. Queremos que se
conozca a la mujer como algo
más que un objeto de lujo y
placer…”
Partidos Políticos de Mujeres

1922 se crea el Partido Cívico Femenino


(PCF), eran mujeres radicales, laicas o de
un catolicismo moderado.
1924 aparece el Partido Demócrata
Femenino.

Estos dos partidos empiezan buscan


incidir en la consecución del derecho a
voto de las mujeres.

PCF plantea el voto municipal, a modo


de “ensayo – aprendizaje”

PDF presentan proyectos para modificar


la Ley electoral.
La constitución vigente desde
1833 no excluía el voto femenino,
pero cuando en 1875 algunas
mujeres en San Felipe y La Serena
acudieron a votar en las
lecciones presidenciales no
pudieron hacerlo. Y en 1884 se
dictó una nueva ley de
Elecciones que, en su artículo 40,
prohibía expresamente el voto
femenino.
1927 se funda en Valparaíso la
Unión Femenina de Chile, que
trabaja hasta 1938 por
reivindicaciones civiles y
políticas. Generan gran
influencia en la opinión
pública sobre todo a través de
su periódico homónimo.
1933 se forma el Comité
Nacional Pro Derechos de la
Mujer, participa en la discusión
sobre la Ley de Sufragio
Municipal.
1931 se funda la Asociación
Nacional de Mujeres
Universitarias, participan
Amanda Labarca, Elena
Caffarena, Irma Salas, Helena
Hott.
En 1934, durante el segundo
gobierno de Arturo Alessandri, se
dicta la Ley 5.357 que otorga a las
mujeres el derecho a elegir y a
ser elegida en los comicios
municipales.
En las elecciones de 1935 las
mujeres participan por primera
vez en una elección. Se
presentan 98 candidatas, siendo
elegidas 26.
En 1935 se crea el Movimiento
Pro Emancipación de la Mujer
Chilena – MEMCH, con
presencia a lo largo de todo el
país. En 1940 contaba 42
comités locales de Arica a
Valdivia. Tenían el periódico “La
Mujer Nueva”. Los temas de
interés eran: protección de la
madre y defensa de la niñez,
libertad de oficios e igualdad
de salarios respecto de los
hombres, defensa del régimen
democrático y por la paz,
emancipación biológica, es
decir, contra la maternidad
obligada, proponen la
divulgación estatal de
métodos anticonceptivos,
aborto clandestino,
prostitución, madre soltera,
etc.
“Se trata de comunistas que
están en contra de la familia,
la moral y la naturaleza, y
que persiguen objetivos
disparatados y absurdos”
(1940)
En 1938 llega a la
Presidencia de la
República Pedro Aguirre
Cerda, quien presentó
un proyecto de ley
electoral, redactado por
Elena Caffarena y Flor
Heredia que otorgaba el
voto a la mujer.
.
En 1948 se constituye el Crea
el Comité Unido Pro Voto
Femenino integrado por la
Federación Chilena de
Instituciones Femeninas –
FECHIF, Acción Católica
Femenina, El MEMCH, el
Partido Femenino, delegadas
de todos los partidos políticos,
mujeres independientes y
Comité de Estudiantes
Universitarias. Para entonces
el derecho a voto de las
mujeres era un compromiso
de campaña y con Naciones
Unidas.
Luego de 50 años de la lucha
de las mujeres, el 8 de enero
de 1949 el Presidente Gabriel
González Videla estampó su
firma en el texto que
concedía la plenitud de
derechos políticos a las
mujeres.
Se realiza una gala en el
teatro Municipal de la que
son excluidas destacadas
dirigentas, entre ellas Flor
Heredia y Elena Caffarena.

Esta historia continúa…

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