El Torito Chispa

Brava
José estaba llorando
en el patio. Algunos
de sus compañeros,
como siempre,
habían estado
molestándolo, y eso
le daba mucha
RABIA.
Pero por mas que
gritaba y
amenazaba, seguían
haciéndolo.
Pablo, lo vio y le
dijo: «si quieres
que no ocurra
mas, tendrás que
hacer como el
Toro Chispa
Brava… ¿te
cuento su
Historia?»
Si…Contestó Jose
Chispa Brava era un Toro de Lidia,(de
esos de corridas de toro), una vez
pudo ver una corrida de toros y pensó
que ese podía ser su final también.
Pero, como no quería eso, ideo un plan para
poder hacer algo…
En su primera corrida, cuando salió a la plaza,
recibió un picotazo en el lomo.
Fue muy doloroso y sintió como su sangre de
toro pedía a gritos venganza
Pero él sabía que
hacer y se quedo
inmóvil.
Apareció el torero
provocándolo con la
capa roja al viento y su
traje rojo.
Volvió a sentir las
mismas ganas de
clavarles los cuernos
bien adentro, pero
nuevamente tragó
saliva y siguió quieto.
No importó que siguieran tratando de hacerlo
enojar, le daban picotazos, movían la capa,
banderillas… él siguió tan quieto, que después
de un rato, toda la plaza estaba silbando y
abucheando.
Hasta que decidieron cambiar de toro, porque
Chispa Brava resultó ser muy aburrido.
Chispa Brava fue devuelto a su prado y
nunca más trataron de torearle, ya que
sabían que no servía para las corridas.
¿Qué tiene eso que ver conmigo? Preguntó Jose.
Pues todo. A Chispa Brava lo llevaron a una
plaza de toros para divertirse a su costa.
Si hubiera respondido a las provocaciones, más
se habrían divertido y no habrían parado hasta
terminar la corrida.
 A ti te pasa lo mismo con esos
abusones. Se divierten a costa tuyo
porque ven que te enojas mucho.
Pero si hicieras como Chispa Brava, y
no respondieran a nada, se aburrirían
y buscarían a otro o harían otra cosa.
 José no creía que esa
era la solución, pero en
los días siguientes trató
de hacerle caso a Pablo.
Le costó mucho hacerse
el indiferente, sobre
todo las primeras veces,
pero en pocos días, los
abusones habían
encontrado cosas mas
divertidas que hacer
que molestar a José.
Y cada vez que José comenzaba a
perder la paciencia… se acordaba
de Pablo y la historia de Chispa
Brava y se calmaba poco a poco.
* Muchas Gracias