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siglo XVIII
Traza Urbana
Traza Urbana y Urbanismo de las
Ciudades
El núcleo principal de la ciudad parece estar demarcado por los límites de los
cuatro cuarteles: la acequia Real al norte, la calle de los Mesones al sur, la calle de
Santa María y San Juan al oeste, comprendido un rectángulo de siete por once
cuadras.
Traza Urbana
1. Plaza Mayor
2. Casas del Cabildo
3. Palacio Real
4. Palacio Arzobispal
5. Catedral
6. Colegio Seminario
7. Alcaicería
8. Mercado-Parián
9. Plaza del Volador
10. Universidad
11. Convento de Santo
Domingo
12. Parroquia de Santa
Catalina
13. San Andrés
14. La Alameda
15. Convento de San
Francisco
16. San Agustín
17. Convento de la Merced
18. Parroquia de San Pablo
19. San Pablo
20. Calzada de Tacuba
21. Calzada de Chapultepec
Plaza Mayor de México (hacia 1750)
1. Plaza Mayor
2. Casas del Cabildo
3. Palacio Real
4. Palacio Arzobispal
5. Catedral
6. Colegio Seminario
7. Alcaicería
8. Mercado-Parián
9. Plaza del Volador
En los centros se vivía una considerable heterogeneidad
social, dentro de los edificios mismos como se ha apuntado,
como también porque no muy lejos de las mansiones
aristocráticas, compartiendo espacios dentro de la traza
formal de la ciudad, en el siglo XVIII se habían construido
casas para el arrendamiento colectivo.
Son las llamadas vecindades, frecuentemente propiedad de
la iglesia, quien ejerció como un rentista tolerante. Las
vecindades se ajustaron al modelo de casa centrado
alrededor del patio con su corredor porticado, y sobre el
que se abren las puertas de numerosas viviendas de uno o
dos cuartos a lo sumo.
A finales del siglo XVIII aquel estado de cosas no había cambiado
mayormente en lo general. Las casas habitación alternaban
indistintamente con los comercios, y eran las manzanas centrales de
todas las ciudades las que seguían ostentando la mayor categoría
para un uso y otro.
Desde la mitad del 700, con la nueva administración ilustrada de los
déspotas borbónicos y su representación virreinal, se empezó a
pensar en el reordenamiento funcional del espacio urbano.
Los puestos de ciertos tianguis de las plazas se habían ido
acomodando en céntricos mercados establecidos, y los pequeños
comercios habían invadido plantas bajas de construcciones de dos
pisos, desplazando su uso residencial.
Un fenómeno importante en la reestructuración de los espacios
urbanos fue la aparición, en las ciudades en las que lo hizo, de la
industria moderna en la segunda mitad del siglo XVIII.
Espacio interno y
construcción
Triglifo: Es un elemento arquitectónico del friso en el orden dórico, de forma cuadrada y situado en el extremo
de una viga; debe su denominación a las tres acanaladuras (glifos) que lo recorren en vertical. Alterna con
las metopas. Ornamento arquitectónico en forma de rectángulo saliente y surcado por tres canales que sirve de
decoración, especialmente en el orden dórico.
Ábside: Parte de la iglesia situada en la cabecera. Generalmente tiene planta semicircular pero puede ser
también poligonal. Suele estar cubierto por algún tipo de bóveda que, en época románica, es de horno o
cascarón.
Crucero: En las iglesias cuya planta posee forma de cruz latina o griega, se denomina crucero al espacio
definido por la intersección de la nave principal y la transversal o transepto.
Ménsula: En arquitectura, una ménsula es cualquier elemento estructural en voladizo. Se puede distinguir
entre:
•Ménsulas "cortas": pequeños salientes que sirven de soporte para algún otro elemento, como el arranque de
un arco, balcón o cubierta.
•Ménsulas "largas" o voladizos: elementos estructurales que por su longitud horizontal funcionan como
una viga, es decir, a flexión.
Modillón: Se denomina modillón, en arquitectura clásica, a la parte de la cornisa en el orden jónico y
en el compuesto que le sirve de adorno, pareciendo que la sostiene. Tiene por lo regular la forma
de una S muy corva y vuelta del revés.
Pilastra: Una pilastra es un pilar o columna adosado a un muro o pared. Su función puede ser
estructural, sosteniendo techo, tejado, entablamento, moldura o arquitrabe, o meramente
decorativa. La pilastra (palabra derivada de pilar) suele estar compuesta de los mismos elementos
constructivos que las columnas o pilares, como son base, fuste y capitel, según los diferentes
órdenes arquitectónicos.
La sacristía es, en las iglesias cristianas occidentales, una habitación en la que se guardan los objetos
que
son necesarios para la misa, como por ejemplo hostias sin consagrar, cálices, casullas, etc. por lo que
suele estar cerrada al público.
Sistemas constructivos
Los contornos de las naves y el transepto esta formado por muros rectos y ángulos rectos.
El muro testero es recto a todo lo ancho en 77% de los templos, semicircular en 15% y ochavado
en 8%.
En los muros resaltan pilastras y se interpone un entablamento.
Los edificios cuentan con arcos torales que pueden soportar vigas en sentido longitudinal del
templo.
Las divisiones de la nave en planta pueden ser desde
rectángulos alargados a lo ancho de la nave hasta áreas
cuadradas.
E. Cruz griega:
Se utilizaban para capillas mortuorias. Todas las cubiertas del
templo son bóvedas y la pila bautismal podía estar en la nave.
PORTADAS
En la mayoría de los templos, las portadas frontal o lateral era de
cantería desnuda y en los mas humildes eran de piedra el marco de
la puerta.
Además de las portadas, exhibían las piedras de los sillares, los
marcos de las ventanas, pilastras y entablamentos.
Lo que se iba a empastar se colocaba la piedra de forma irregular
de la manera mas económica y que mejor aprovechara los
desperdicios resultantes.
El espacio interno es en cruz latina con cúpula circular sobre tambor alto en el
crucero y bóvedas de arista en la nave. El ábside se hizo ochavado (planta tipo AI
pero con subdivisiones cuadradas). El retablo principal es del tipo CII (lámina III),
con capiteles compuestos de hojas muy abstractas, frontón curvo, nichos,
medallones con guirnaldas, jarrones, dentículos, florones, franjas de hojas de perfil
en talón, rayos de corazón y otras franjas decorativas. Los retablos de los brazos
son del tipo CI3 con frontones curvos y una ráfaga central. Tiene dos campanarios.
La puerta principal está remetida
junto con el muro exterior del
coro, formando un pequeño
pórtico pero de altura colosal,
flanqueado por dos columnas de
capitel jónico de volutas a 45°.
Las pilastras de la misma fachada
y las del interior son de igual tipo.
El cerramiento del pórtico es una
platabanda sobre la cual hay un
entablamento y frontón casi lisos.
Si consideramos todo el frontis,
corresponde a la composición
C9. El exterior, en su totalidad, es
muy simple y el frente de
apariencia muy pesada.
En las fachadas laterales el aparejo
de la piedra es irregular, excepto
las esquinas y los marcos. Las
diferentes longitudes de los
sillares y de la altura de las hiladas
en la fachada, tanto en columnas
como en muros, hace pensar que
fueron hechos para ser
estucados. El cerramiento de la
puerta principal y de las puertas
interiores está formado por
platabandas sobrepuestas y
abocinadas. Tiene atrio limitado
por una reja con pilares. El
presbiterio está del lado oriente
y las dependencias anexas hacia el
sur.
Hacia 1780 Transformación de la iglesia parroquial
Chalco, México
A finales del siglo XVI se edificaron el
convento y una primera iglesia. A
mediados del XVII se convierte el
templo a uno de tres naves. Por 1780
es transformado y se termina la
portada actual.
En la fachada las puertas laterales estaban flanqueadas por muros salientes con
ranuras horizontales. La portada central, un poco resaltada respecto de los muros
ranurados, era tipo C2 con friso de triglifos pero casi sin arquitrabe. Había óculos
en el frontón y sobre las puertas laterales. Parte del frente remataba en una
balaustrada.
Tiene cuatro muros enmarcados aunque no simulan pilastras; en los otros cuatro
lados hay arcos con una moldura que se interrumpe al centro para formar dos
pequeñas volutas.
El mayor retablo tiene cuatro columnas de
capitel compuesto, dos cilíndricas lisas
que sobresalen hacia delante y dos
pilastras estriadas; el entablamento es
de perfil escalonado, con roleos en el
friso y dentículos en la cornisa; en la
parte superior se ve un elemento
campaniforme con una ráfaga al centro
y especies de volutas-grecas formadas
por líneas rectas; el tabernáculo es lo
único que tiene frontón; debajo del
frontón hay dos ménsulas con forma de
triglifo pero con un dado encima.
La casa de los condes de San Mateo Valparaíso (entre 1769 y 1772): la regulada
sucesión de vanos que abarcan con sus enmarcamientos particulares los dos
niveles del edificio, aparece un torreón en la esquina como reminiscencia de las
casas fortificadas del siglo XVI.
Las casas del mayorazgo de Guerrero y Torres.
El palacio de los condes de Casa Calimaya (1779)
La casa del Marqués de Jaral de Berrio: cuyo patio interno presenta uno de los más
solemnes ritmos de arcadas clausúrales diseñadas para edificios de habitación
Academismo (1er. Periodo)