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Genaro es un hombre de 60 años quien recién acaba de jubilarse después de muchos años de trabajo.

De ser
una persona muy activa ahora tendrá libertad sobre su tiempo, cómo usarlo, en qué usarlo. Su familia está
preocupada ya que los últimos días ha permanecido en cama más de lo normal. Ellos sospechan que está
deprimido
Sí, está deprimido
No está deprimido
No lo sé

Luisa, es una joven de 17 años que acaba de ingresar a la universidad, es muy unida con su familia pero tuvo que
salir del país por este evento. Serán al menos 4 años lejos de su familia. Su vida social es buena, pocas veces se
queda en casa si no tiene tareas. Parece ser una persona ecuánime nunca tiene exabruptos y trata de complacer a
todos. En las conversaciones le gusta escuchar a los demás. Por supuesto sus amigos ni siquiera se atreverían a
considerar si Luisa está deprimida.
La respuesta correcta para ambos casos es la opción “No lo sé”. No es posible diagnosticar sólo por algunos
comportamientos de la persona, estos pueden ser resultado de situaciones que desconocemos. En el mejor de los
casos nos puede llevar a una sospecha.

Eventos recientes han demostrado que persona que aparentemente estaban bien, fueron victimas de la depresión.
Por ello resulta demasiado aventurado hacerlo con tan solo observarlos.

Para ello existen herramientas diagnósticas que apoyan el trabajo de los clínicos en el proceso de establecer un
diagnóstico correcto, los cuales estaremos revisando en las siguientes páginas.
¡Echemos un vistazo!
Herramientas diagnósticas
La psiquiatría, como una especialidad clínica de la medicina, ha desarrollado escalas o índices clinimétricos,
con el fin de evaluar síntomas psiquiátricos.
Las escalas son herramientas útiles para el médico en el ámbito clínico, mediante las cuales es posible:
Evaluar la severidad de la sintomatología del paciente.
Evaluar la evolución clínica del paciente durante el tratamiento.
Evaluar la respuesta clínica al tratamiento.

Herramientas diagnósticas
Todas las escalas que revisarás en este módulo, están en español, y cuentan con estudios
de:
Validez Esto significa que un instrumento o escala mide lo que pretende medir
Confiabilidad Que es la reproductibilidad de una medición, ya sea con el mismo sujeto en
diferentes ocasiones o con el mismo sujeto por diversos observadores

nstrumentos de tamizaje
Las escalas de tamizaje sirven para detectar los casos sugestivos en este caso de trastorno depresión mayor. Un
ejemplo de ellos es el siguiente instrumento:

Inventario de Depresión de Beck


El Inventario de Depresión de Beck consta de 21 reactivos que evalúan fundamentalmente los síntomas clínicos de
depresión. Además de ser una escala de tamizaje ampliamente utilizada, es autoaplicable, lo que significa que el paciente la
contesta solo. (Bech P., 1988, p.45).

Calificación de la escala: las opciones de respuesta se califican de 0 a 3, después su suma y se obtiene el total, que
se interpreta con los puntos de corte (Conde V., Useros E., 1975, p.220) (Tabla 1).

Instrumentos para medir gravedad


Escala de Depresión de Hamilton
Es una de las escalas más utilizadas para evaluar la gravedad de los síntomas depresivos en adultos. Consta de 17 reactivos y el
clínico la puede aplicar con facilidad. Es útil para evaluar los síntomas depresivos del paciente antes y durante el tratamiento, y
detectar si ha respondido a él. Permite hacer comparaciones entre el estado basal del paciente y su evolución con el tratamiento
farmacológico. El diagnóstico de depresión debe ser clínico y nunca debe ser substituido por la aplicación de una escala, (Ramos-
Brieva J.A., Cordero Villafáfila A., 1986, p.326).
Calificación de la escala: para cada reactivo la escala proporciona criterios operativos de puntuación. La puntuación global se
obtiene sumando las puntuaciones de cada reactivo. (Ballesteros J. y otros 2007, p.96).
Los puntos de corte se muestran en la tabla 2.
Es una de las escalas más utilizadas para evaluar la gravedad de los síntomas depresivos en adultos. Consta de 17 reactivos y el
clínico la puede aplicar con facilidad. Es útil para evaluar los síntomas depresivos del paciente antes y durante el tratamiento, y
detectar si ha respondido a él. Permite hacer comparaciones entre el estado basal del paciente y su evolución con el
tratamiento farmacológico. El diagnóstico de depresión debe ser clínico y nunca debe ser substituido por la aplicación de una
escala, (Ramos-Brieva J.A., Cordero Villafáfila A., 1986, p.326).

Calificación de la escala: para cada reactivo la escala proporciona criterios operativos de puntuación. La puntuación global se
obtiene sumando las puntuaciones de cada reactivo. (Ballesteros J. y otros 2007, p.96).
Es una escala para evaluar los síntomas depresivos en adolescentes. Además de ser autoaplicable y de fácil calificación, es
un instrumento sencillo que ofrece tres alternativas de respuesta, siempre, algunas veces y nunca. Consta de 18 reactivos,
cada uno de los cuales puede obtener una puntuación de 0-2, y la máxima calificación es de 36.
Calificación de la escala: 10 de los 18 reactivos se califican de 0-2 (reactivos 1,2, 4, 7, 8, 9, 11, 12, 13, 15). Los ocho
reactivos restantes se califican de 2-0.
El punto de corte para detectar depresión es de 14 puntos.
Tiempo de aplicación: 5 a 10 min. (De la Peña F. y otros, 1996, p.17, 18)
En el caso de las personas de la tercera edad contamos con la Escala de Depresión Geriátrica, que consta con 30 reactivos
y es autoaplicable.
Calificación de la escala: cada reactivo puntúa 1 o 0, por lo que la puntuación total oscila entre 0 y 30. (Yesave J.A. y
otros, 1983, p. 39).
Calificación de la escala: una respuesta afirmativa en los reactivos 2, 4, 6, 8, 10, 14, 16, 18, 20, 22, 26 y 28 vale un punto
cada uno. Una respuesta negativa en los reactivos 1, 5, 7, 9, 15, 19, 21, 27, 29 y 30 también vale un punto cada uno. Se
suman los puntos y se obtiene el total. (Salamero M., Marcos T., 1992, p.284).
Conclusiones
Las escalas son herramientas que no sustituyen a la clínica.
El diagnóstico de la depresión es clínico y se basa en los criterios diagnósticos (DSM 5 o CIE 10) que revisaste en
otros módulos. Las escalas o herramientas de tamizaje son útiles para facilitar la detección rápida de
sintomatología depresiva, que después puede ser explorada más a fondo por el clínico.
Las escalas o herramientas para gravedad nos ayudan a evaluar la severidad de los síntomas y dar seguimiento al
tratamiento farmacológico, ya que podemos comparar las diferentes puntuaciones obtenidas por los pacientes
durante el progreso del tratamiento y valorar los resultados.
MODULO 5
Intervenciones farmacológicas
Generalidades

Todos los antidepresivos del mercado son igualmente eficaces para el tratamiento de la depresión. No hay evidencia de
que algún antidepresivo sea mejor que otro. Sus principales diferencias se deben a los efectos secundarios que radican
en sus diferentes mecanismos de acción. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.42).

Intervenciones farmacológicas
Posología y pautas de administración

Para decidir hasta donde se puede aumentarse la dosis de un antidepresivo es necesario establecer un equilibrio entre la
eficacia y los efectos secundarios.

Si con una dosis no hubiese signos de mejoría de los síntomas después de cuatro semanas, es muy poco probable que esa
dosis sea terapéutica. Por otro lado, una respuesta parcial a las cuatro primeras semanas indica que se producirá una
respuesta más completa en las ocho semanas siguientes, aunque la dosis se mantenga constante. Si una determinada dosis
se tolera bien pero no proporciona beneficios parciales en esas cuatro semanas, es preferible aumentarla en lugar de
cambiar de fármaco.
En general, si se incrementa la dosis cada dos semanas, el médico tiene la oportunidad de evaluar los posibles
beneficios y efectos secundarios de una determinada dosis. Si el aumento de la dosis fuese bien tolerado pero la
remisión no fuese completa, sería necesario aumentarla gradualmente hasta alcanzar la máxima recomendada.
(Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.45, 46).

Duración del tratamiento antidepresivo


Cuando un paciente responde a una determinada dosis de antidepresivo, ésta debe mantenerse durante al menos 6 a
12 meses. Esta medida, en todos los antidepresivos estudiados hasta el momento, parece reducir considerablemente el
riesgo de una recaída. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.47).
Duración del tratamiento antidepresivo

En las siguientes páginas estaremos revisando los siguientes antidepresivos, inicio, dosis, efectos secundarios y tiempo
de respuesta entre otros.

Antidepresivos tricíclicos
Los antidepresivos tricíclicos disponibles son Imipramina y amitriptilina.
1 Mecanismo de acción
Los antidepresivos tricíclicos son inhibidores de la recaptura de serotonina y noradrenalina. También actúan
disminuyendo los receptores postsinápticos α-adrenérgicos. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.110).
2. Dosis
El intervalo terapéutico de los antidepresivos tricíclicos va de 150 a 300mg al día. Se recomienda empezar con 25mg
diarios y añadir 25mg cada semana, hasta llegar a 100mg, valorando los efectos secundarios, y decidir el aumento de la
dosis si es necesario, según el estado del paciente. Si este presenta una mejoría, podemos mantener la dosis. Se puede
llegar hasta la dosis máxima de 300mg en los casos en que el paciente no presenta mejoría y tolera los efectos adversos.
En pacientes ancianos, puede empezarse con 12.5 mg/día sin pasar de 150mg, y hacer aumentos muy paulatinos con
monitoreo de toma de electrocardiograma basal y de seguimiento. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p p.125).
3. Inicio y tiempo de respuesta
Todos los antidepresivos inician su respuesta terapéutica en un lapso que comprende entre cuatro y ocho semanas.
Durante las primeras cuatro, hay que esperar el efecto antidepresivo, con la dosis mínima recomendada. Si no hay mejoría,
debemos revisar que el paciente esté tomando el medicamento. Si el paciente tiene apego al tratamiento, podemos
aumentar la dosis vigilando los efectos adversos y no rebasar la dosis máxima de 300mg. en los antidepresivos tricíclicos.
(Schatzberg A. F. y otros, 2007, p. 45, 46, 125).
4. Efectos adversos
Los efectos secundarios de los antidepresivos tricíclicos se resumen en la siguiente tabla:

5. Interacciones
Las interacciones de los antidepresivos tricíclicos se muestran en la siguiente tabla:
Inhibidores selectivos de la recaptura serotonina (ISRS)
1. Mecanismo de acción
Como su nombre lo indica, bloquean de forma selectiva la recaptura de serotonina gracias a sus efectos sobre el
transportador dependiente de ATPasa Na+/K+ en neuronas presinápticas. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.51).
2. Dosis
Las dosis recomendadas de los ISRS dependen de cuál se trate. En la tabla 3 se muestran las dosis máximas y mínimas
recomendadas para cada uno. (Kennedy S.H. y otros, 2016, p.543).
Es aconsejable que se inicie con la mitad de la dosis mínima recomendada, y a la semana aumentarla hasta llegar a
esta última que se menciona. Es muy importante vigilar los efectos adversos que presente el paciente. (Schatzberg A.
F. y otros, 2007, p.66).
3. Inicio y tiempo de respuesta
Todos los antidepresivos inician su respuesta terapéutica en un lapso que comprende de cuatro a ocho semanas. Durante
las primeras cuatro, hay que esperar el efecto antidepresivo, con la dosis mínima recomendada. Si no hay mejoría,
debemos revisar que el paciente esté tomando el medicamento. Si el paciente tiene apego al tratamiento, podemos
aumentar la dosis vigilando los efectos adversos y no rebasar la dosis máxima. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.45, 46).
4. Efectos adversos
Los ISRS son muy bien tolerados y tienen escasos efectos secundarios. Los más comunes suelen ser cefalea, náusea,
molestias gastrointestinales, ansiedad, somnolencia o insomnio, y disminución del deseo y la capacidad sexual.
(Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.61, 62).
5. Interacciones
El riesgo de interacciones farmacológicas graves es bastante limitado con los ISRS. Los ISRS inhiben la isoenzima 2D6,
igual que otros fármacos como los ADT, los antiarrítmicos del grupo IC, algunos bloqueantes α-adrenérgicos, y varios
antipsicóticos, lo que resulta en incrementos de las concentraciones plasmáticas de otros fármacos cuando se
administran juntos.
La fluoxetina puede asociarse a un aumento de hasta ocho veces en las concentraciones plasmáticas de un ADT.
Se sabe que la fluvoxamina inhibe la isoenzima 1A2, responsable del metabolismo de la teofilina, la cafeína, algunas
benzodiacepinas y el haloperidol. Sería prudente dar dosis más bajas de teofilina para tratar a pacientes asmáticos que
toman fluvoxamina.
El citalopram es un inhibidor débil de la isoenzima 2D6, 1A y 2C19 del citocromo p 450. El ISRS sería más seguro para
pacientes con polifarmacia. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.66).
Inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina y noradrenalina
1. Mecanismo de acción
Los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina y noradrenalina (ISRSN), también son llamados
antidepresivos duales. Esto, por su doble mecanismo de acción, ya que actúan en los dos sistemas de
neurotransmisión, y su mecanismo consiste en inhibir la recaptura de serotonina y noradrenalina en las neuronas
presinápticas, aumentando con ellos la concentración de ambos neurotransmisores en la hendidura sináptica.
(Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.83).
2. Dosis
Se debe iniciar con la dosis mínima y aumentar cada semana, hasta llegar al rango de dosis mínimo, vigilando los
efectos secundarios.
Excepto en el caso de desvenlafaxina, que no requiere titulación y se debe iniciar con 50mg/día, es la dosis
recomendada para trastorno depresivo mayor, aunque se puede aumentar a 100mg/día, en caso de no haber mejoría.
En la tabla 4 se muestran los rangos de dosis de los ISRSN. (Kennedy S.H. y otros, 2016, p.543).
3. Inicio y tiempo de respuesta
Todos los antidepresivos inician su respuesta terapéutica en un lapso que comprende de cuatro a ocho semanas.
Durante las primeras cuatro, hay que esperar el efecto antidepresivo, con la dosis mínima recomendada. Si no hay
mejoría, debemos revisar que el paciente esté tomando el medicamento. Si el paciente tiene apego al tratamiento,
podemos aumentar la dosis vigilando los efectos adversos y no rebasar la dosis máxima. (Schatzberg A. F. y otros, 2007,
p.45,46.
4. Efectos adversos
El perfil de los efectos adversos es muy similar a los ISRS. Los principales son: insomnio, náusea, sequedad de boca,
cefalea, vómito y disfunción sexual. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.86). Excepto la desvenlafaxina, que reporta una
frecuencia de efectos menor en la disfunción sexual, comparada con la duloxetina y la venlafaxina. (Kennedy S.H. y
otros, 2016, p.547).
5. Interacciones
La venlafaxina es un inhibidor débil de la isoenzima 2D6 y otras enzimas del sistema p 450 que los ISRS y tiene poca
probabilidad de presentar interacciones farmacológicas. Pero es metabolizado por la isoenzima 2D6 y el uso
concomitante con cimetidina, paroxetina y otros fármacos que la inhiben y pueden resultar en el aumento de la
presión arterial. La venlafaxina puede aumentar las concentraciones sanguíneas de haloperidol, al parecer por su
excreción. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.87).

Duloxetina
1. La duloxetina, al inhibir al citocromo p 450 2D6, aumenta los niveles en sangre de ADT, antiarrítmicos e ISRS.
2. La duloxetina interacciona con fármacos antiagregantes plaquetarios, anticoagulantes y antiinflamatorios no esteroideos
(AINE), aumentando el riesgo de sangrado.
3. La administración conjunta de duloxetina, almotriptán, citalopram, desvenlafaxina, venlafaxina, eletriptán ,escitalopram,
fluvoxamina, sertralina, hierba de san juan, sumatriptán y triptófano, pueden producir una estimulación serotoninérgica
excesiva y provocar un síndrome serotoninérgico. (Kennedy S.H. y otros, 2016, p.548).
4. El perfil metabólico de la desvenlafaxina, se caracteriza por la ausencia de un efecto clínicamente significativo sobre la
actividad del sistema enzimático citocromo p 450. Por lo que es el ideal para paciente polimedicados o de la tercera edad.
(Kennedy S.H. y otros, 2016, p.549).
Otros antidepresivos
MECANISMO DE ACCION
La agomelatina es un agonista melatoninérgico (receptores MT1 y MT2) y un antagonista de 5-HT2C. En los estudios se
señala que la agomelatina carece de efectos sobre la captación de monoaminas. La agomelatina resincroniza los ritmos
circadianos en modelos animales de alteración del ritmo circadiano. (Freiesleben S. D. Furczyk K., 2015, p.2).

La dosis recomendada es de 25 mg, una vez al día y por vía oral, antes de acostarse. Al cabo de dos semanas de
tratamiento, si no hay una mejoría de los síntomas, la dosis se puede aumentar hasta 50 mg, una vez al día, es decir dos
comprimidos de 25 mg, que se tomarán juntos antes de acostarse.
La decisión de aumentar la dosis debe valorarse teniendo en cuenta un mayor riesgo de elevación de transaminasas.

Cualquier aumento de dosis a 50 mg, debe realizarse tras una evaluación individual del beneficio/riesgo para cada
paciente y con un estricto seguimiento de las pruebas de función hepática.
Se deben realizar pruebas de la función hepática en todos los pacientes antes del inicio del tratamiento. El tratamiento
no se debe iniciar si los valores de transaminasas superan en tres veces el límite superior de la normalidad. (Kennedy
S.H. y otros, 2016, p. 543).
Efectos adversos
Los más frecuentes fueron cefalea, migraña, náusea, mareo, diarrea, estreñimiento, dolor abdominal, parestesia,
somnolencia, insomnio, vómito y elevación de las enzimas hepáticas tres veces mayor al límite superior del rango
normal. Dos efectos adversos raros son la hepatitis y la retención urinaria. (Freiesleben S. D. Furczyk K., 2015, p.12).

Interacciones
La fluvoxamina es un potente inhibidor del CYP1A2 e inhibidor moderado del CYP2C9, inhibe de manera notable el
metabolismo de la agomelatina produciendo que aumente 60 veces (rango 12-412) la exposición a agomelatina. En
consecuencia está contraindicada la administración de agomelatina, junto con inhibidores potentes del CYP1A2 (ej.
fluvoxamina, ciprofloxacino).
La asociación de agomelatina con estrógenos (inhibidores moderados del CYP1A2) produce que aumente varias veces
la exposición a agomelatina.
Hay que tener precaución al prescribir agomelatina junto con otros inhibidores moderados del CYP1A2 (ej.
propranolol, enoxacino) hasta que se adquiera más experiencia.
La rifampicina, un inductor de los tres citocromos implicados en el metabolismo de la agomelatina puede disminuir la
biodisponibilidad de la agomelatina (Freiesleben S.D. Furczyk K., 2015, p.8).
El mecanismo de acción de la anfebutamona no es del todo conocido. Se ha postulado que actúa mediante la inhibición
de la recaptura de dopamina e inhibición de la recaptura de noradrenalina. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.90).

La dosis de inicio es 150 mg al día. Mantenerla durante un periodo mínimo de cuatro semanas. Si no hay mejoría en los
síntomas y el paciente toleró bien el fármaco, se puede aumentar a 300mg, que es la dosis máxima. (Schatzberg A. F. y
otros, 2007, p.91).

Tiene un buen perfil de efectos adversos. Puede provocar insomnio y por eso se recomienda tomar la medicación por la
mañana. Otros efectos secundarios son sequedad de boca y temblor. Entre las ventajas que tiene, es que no produce
hipotensión ortostática, ni eleva el apetito. Tampoco causa aumento de peso ni disfunción sexual. (Schatzberg A. F. y
otros, 2007, p.92).

Las interacciones farmacológicas graves en las que interviene la anfebutamona son poco frecuentes. Cualquier sustancia
que reduzca el umbral convulsivo debe suministrarse con cautela junto con la anfebutamona. Como la clozapina y la
teofilina deben usarse con precaución o evitarse. No debe administrarse anfebutamona a pacientes adictos al alcohol o
las benzodiacepinas, pues la interrupción brusca del tratamiento con estos fármacos durante el uso concomitante con
anfebutamona, puede aumentar el riesgo de convulsiones. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.93).
La mirtazapina tiene un mecanismo de acción novedoso que antagoniza específicamente con los receptores α2-
adrenérgicos presinápticos centrales, potenciando la neurotransmisión central noradrenérgica y serotoninérgica.
(Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.94).

La dosis es de 30 a 60mg al día. Se recomienda iniciar con la mitad de la dosis mínima recomendada, y a la semana
aumentarla. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.95).

Los pacientes suelen tolerar bien los efectos adversos, que son sequedad de boca, sedación, somnolencia y aumento de
peso. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p.97).

El riesgo de interacciones de la mirtzapina con otros fármacos es muy bajo. La interacción más habitual es la sinergia con
otros depresores del SNC. El uso concomitante de benzodiacepinas, barbitúricos o alcohol aumenta el riesgo de
somnolencia y sedación significativas. Debido a sus efectos serotoninérgicos, la mirtazapina no está exenta del riesgo
potencial del síndrome serotoninérgico, aunque se ve reducido en gran parte, gracias al bloqueo de los receptores
postsinápticos 5HT2 y 5HT3. (Schatzberg A. F. y otros, 2007, p. 99, 100).
El mecanismo de acción de la vortioxetina está relacionado con la modulación directa de la actividad del receptor
serotoninérgico y la inhibición del transportador de la serotonina (5-HT). Es un antagonista de los receptores 5-HT3, 5-HT7 y
5-HT1D, un agonista parcial del receptor 5-HT1B, un agonista del receptor 5-HT1A y un inhibidor del transportador de la 5-
HT, que conduce a la modulación de la neurotransmisión en varios sistemas, incluyendo predominantemente el de la
serotonina, pero probablemente también el de la noradrenalina, dopamina, histamina, acetilcolina, GABA y los sistemas del
glutamato. Esta actividad multimodal se considera responsable de los efectos antidepresivos y ansiolíticos, como la mejoría
de la función cognitiva, el aprendizaje y la memoria observada con vortioxetina. (Katona C.L. Katona C.P., 2014, p.350).
La dosis inicial recomendada de vortioxetina es de 10 mg, una vez al día, en adultos menores de 65 años.
Según la repuesta individual del paciente, la dosis se puede incrementar hasta un máximo de 20 mg, una vez al día, o
reducirla hasta un mínimo de 5 mg, una vez al día. (Katona C.L. Katona C.P., 2014, p.352).}
Los efectos adversos más frecuentes son las náuseas, el apetito disminuido, los sueños anormales, el mareo, la diarrea, el
estreñimiento, los vómitos y el prurito generalizado. Y menos frecuente el bruxismo, la rubefacción y los sudores nocturnos.
(Katona C.L. Katona C.P., 2014, p.352).
La administración conjunta de medicamentos con efecto serotoninérgico (por ejemplo, tramadol, sumatriptán y otros
triptanos) puede provocar síndrome serotoninérgico.
El uso concomitante de antidepresivos con efecto serotoninérgico y remedios fitoterápicos que contienen hierba de San
Juan (Hypericum perforatum), puede aumentar la incidencia de reacciones adversas, incluido el síndrome serotoninérgico.
Los antidepresivos con efecto serotoninérgico pueden disminuir el umbral convulsivo. Se recomienda precaución cuando se
utilicen de manera simultánea con otros medicamentos capaces de disminuir este umbral (por ejemplo, ADT, ISRS, IRSN),
neurolépticos (fenotiazinas, tioxantenos y butirofenonas), mefloquina, bupropión y tramadol.
Al administrar rifampicina, que es un inductor de las isoenzimas CYP, y vortioxetina, que disminuye sus niveles, se
recomienda ajustar la dosis de vortoxetina, de acuerdo con la respuesta del paciente. Esto aplica también a ketoconazol,
fluconazol, carbamazepina y fenitoína. (Katona C.L. Katona C.P., 2014, p.350).
Intervenciones farmacológicas
Psicoeducación para el paciente y su familia

El término psicoeducación comprende las intervenciones que son adecuadas para informar a los pacientes y sus
familiares sobre la enfermedad y su tratamiento, facilitando la comprensión y un manejo responsable de ellas. Se
trata de intervenciones poco costosas y fáciles de implementar, sobre todo en el primer nivel de atención, (Donker
T., 2009).

Estas intervenciones pueden consistir en:


La entrega de materiales educativos como folletos, libros, material audiovisual o sitios web de información
También en intervenciones psicoeducativas individuales
Intervenciones colectivas mediante las cuales un grupo de pacientes recibe de forma conjunta psicoeducación y
orientación.

La psicoeducación que se ofrece a las personas deprimidas ha de incluir información veraz y comprensible sobre:
La enfermedad
Su manejo
Apoyo emocional
Habilidades de resolución de problemas
Otras técnicas psicológicas
Psicoeducación para el paciente y su familia

De una manera general es recomendable incluir en la psicoeducación del paciente deprimido aspectos a cargo del
mismo paciente como:
AUTONOMIA
AUTOCUIDADO
TOMA DE DECISIONES
Se recomienda incluir información sobre la propia enfermedad, y educación respecto al tratamiento y la necesidad
de adherencia al mismo.

Psicoeducación para el paciente y su familia


En esta intervención, es elemental incluir el desarrollo de una alianza de colaboración entre el profesional y el
paciente, en el contexto de la relación de ayuda.

Para establecer un vínculo terapéutico efectivo el profesional debe ser:


Empático (ponerse en sus zapatos)
Tolerante
Congruente
Aceptar de forma incondicional al paciente tratando de entender su sufrimiento
Intervenciones no farmacológicas
Psicoeducación para el paciente y su familia
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en las guías de manejo psicoeducativo, recomienda puntualizar y
desarrollar los contenidos de la psicoeducación alrededor de los siguientes:
 La depresión es un problema muy frecuente que le puede ocurrir a cualquier persona y no tiene una relación con
la debilidad.
 Las personas deprimidas tienden a tener opiniones negativas e irreales de sí mismas y del mundo. Estos
pensamientos condicionan gran parte de la conducta del paciente.
Es posible el tratamiento efectivo y seguro. Es necesario poner énfasis en lo siguiente:
Continuar, en la medida de lo posible, con la realización de actividades que solían ser interesantes o placenteras.
Recordar que el manejo farmacológico puede demorar hasta tres semanas en surtir efecto.
Tratar de mantener un ciclo de sueño regula.
 Hacer énfasis en el beneficio de la actividad física periódica, hasta donde sea posible.
 Ofrezca a la persona la posibilidad de hablar, busque un espacio privado y muéstrese empático. La mayoría de los
pacientes tienen una hipótesis acerca del origen de sus síntomas, que, aunque puede no ser acertada, es
importante escuchar y validar.
 Investigue sobre estresores actuales e identifique los familiares de apoyo, e involúcrelos tanto como sea posible y
de manera oportuna, (OMS 2014). Ayude a reconocer los pensamientos de suicidio y oriente sobre la obtención
de ayuda en caso de emergencia (signos de alarma).
Intervenciones farmacológicas
Intervenciones psicoterapéuticas

A diferencia del psicoeducación...

Las Intervenciones psicoterapéuticas:


Están más estructuradas
Requieren un entrenamiento específico
Se encuentran descritas en las diversas guías de tratamiento de depresión
Se consideran intervenciones coadyuvantes en el tratamiento farmacológico
De primera línea en aquellos casos en los que el uso de fármacos no es posible, por ejemplo, en pacientes
embarazadas que no desean tratamiento farmacológico, (Farah, W. H., 2016).
Intervenciones psicoterapéuticas

Existen diversas intervenciones que han mostrado tener un efecto positivo en los síntomas, sin embargo, algunas
de ellas presentan una mayor evidencia en el manejo de los síntomas y se describen como psicoterapias basadas
en la evidencia, como:
La terapia cognitiva conductual.
La psicoterapia interpersonal.
La psicoterapia cognitiva basada en la mentalización, que ha demostrado ser útil en la prevención de la recaída.

En algunas guías se recomienda iniciar sólo con psicoterapia en caso de depresión leve, por ejemplo, la
psicoterapia cognitiva conductual puede extenderse de 16 a 20 sesiones. (Gartlehner G., 2017).
ntervenciones psicoterapéuticas
Intervenciones psicoterapéuticas

Existen muchas corrientes teóricas entorno a la psicoterapia. La mayoría de ellas han mostrado ser benéficas como
coadyuvantes en el tratamiento de la depresión, especialmente en la prevención de recaídas. La ventaja de las
denominadas “psicoterapias basadas en evidencia”, es que se trata de intervenciones manualizadas en las que se cuenta
con información derivada de estudios clínicos controlados.
Intervenciones psicoterapéuticas

Ejemplo 1:
La psicoterapia cognitivo conductual, es un proceso que ayuda al paciente a corregir falsas creencias que se asocian y
conllevan a ciertas conductas y estados de ánimo.
El principio fundamental de esta terapia es que el pensamiento precede a la emoción, y que ambos están
interconectados de forma tal que la persona se relaciona con su ambiente y su conducta.

Ejemplo 2:
La psicoterapia interpersonal clarifica y resuelve dificultades internas de los individuos. Ejemplo de esto son los procesos
de duelo, la disputa de roles, el aislamiento social o los roles de transición (Cuijpers, P., 2013).
Actividad física regulada
En los últimos tiempos, se ha estudiado la aplicación de la actividad física como tratamiento y/o prevención de la
depresión y los síntomas depresivos.
En los últimos tiempos, se ha estudiado la aplicación de la actividad física como tratamiento y/o prevención de la
depresión y los síntomas depresivos.
Se trata de un programa de actividad física regulada que incluye la organización de actividades físicas de duración
moderada (por ejemplo, 45 minutos), 3 veces por semana.
Se recomienda explorar con la persona qué clase de actividad física es más atractiva y apoyarla para que aumente
gradualmente la cantidad de actividad física, comenzando por ejemplo con cinco minutos. (Almagro V, S 2014, Cooney
G.M., 2013).
Conclusiones
Conocer el mecanismo de acción de los antidepresivos (antidepresivos tricíclicos, inhibidores selectivos de la recaptura de
serotonina, Inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina y noradrenalina y otros) para poder identificarlos.
Conocer la dosis, inicio y tiempo de respuesta de los antidepresivos (antidepresivos tricíclicos, inhibidores selectivos de la
recaptura de serotonina, Inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina y noradrenalina y otros) para manejarlos
correctamente.
Conocer los efectos adversos e interacciones de los antidepresivos (antidepresivos tricíclicos, inhibidores selectivos de la
recaptura de serotonina, inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina y noradrenalina y otros) para poder recetarlos
con todas las precauciones necesarias.
La psicoeducación es una intervención económica y efectiva.
El ejercicio ha sido probado ser una intervención eficaz en el manejo de la depresión.
Existen diversas psicoterapias que pueden ayudar en el manejo de la depresión. Sin embargo, de las que se tiene evidencia
derivada de ensayos clínicos son aquellas manualizadas como la cognitiva conductual, o de resolución de problemas.

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