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LA IGLESIA

COMUNIDAD.
LA IGLESIA ES COMUNION.

Frente al individualismo que asfixia a los seres humanos,


frente a la masificación que se vive en las grandes urbes, la
Iglesia se esfuerza por vivir y promover los valores
comunitarios.
Hoy más que nunca, es necesario dar testimonio de la
dimensión comunitaria de su ser, valorar más la vida de
comunidad que la institución eclesiástica.
La koinonia (comunión) vuelve a ser el rostro que la Iglesia
debe presentar al mundo. “La Iglesia es comunión en el amor.
Esta es su esencia y el signo por el cual está llamada a ser
reconocida como seguidora de Cristo y servidora de la
humanidad” (DA 161).
ANTECEDENTES PARA UNA REFLEXION.

ECLESIOLOGÍA MISTÉRICA Y ECLESIOLOGÍA DE


VATICANO II

Hay quienes caen el error de interpretar la esencia de la


Iglesia desde Vaticano II, cuando en realidad hay que partir
del Misterio de la Iglesia, a la luz de la tradición y de la
historia, para poder hacerlo. (sociedad perfecta, un
movimiento social)

Más aún hay que partir de la realidad humana y divina


de la iglesia, sin perder de vista lo que define la relación en
ambas realidades, este caso el tema del pecado. A final de
cuentas somos una Iglesia que se funda, en la conversión.
El Misterio de la Iglesia nos habla de la
riqueza y pluridimensionalidad de la realidad
eclesial.
Se plantea como tema central el tema de
lo humano y lo divino, es decir, de la relación
entre el hombre y Dios en el plan salvífico y de
la función de la gracia en relación con la
naturaleza.
Siempre se habla de relación.
(vocación seres comunitarios, un Dios trino, el
amor experiencia comunitaria, el designio de
Dios Padre: la salvación de todos)
Hablar de una eclesiología desde
Vaticano II es subrayar el carácter de
comunión y de comunidad que tiene la
Iglesia con todas las implicaciones que se
deducen para una teología del laicado y
de la Jerarquía de la Iglesia.
Es hablar de otros títulos, como
Iglesia Pueblo de Dios, Iglesia como
Sacramento de Salvación, Iglesia como
Cuerpo de Cristo.
LA IGLESIA COMUNIÓN ¿EXPERIENCIA O
REFLEXIÓN?

En esta reflexión no pretendemos hablar de


niveles de Iglesia, ni de la Iglesia como institución,
para hablar de la esencia de Iglesia.

El Nuevo Testamento, la vida (pentecostés) y


la historia de la Iglesia, nos dan testimonio de vida
comunitaria de la Iglesia. Por lo tanto es ambas
cosas.
“Todos se reunían asiduamente para escuchar la
enseñanza de los Apóstoles y participar en la vida
común, en la fracción del pan y en las oraciones. Un
santo temor se apoderó de todos ellos, porque los
Apóstoles realizaban muchos prodigios y signos.
Todos los creyentes se mantenían unidos y
ponían los suyo en común: vendían sus propiedades y
sus bienes, y distribuían el dinero entre ellos, según
las necesidades de cada uno. Íntimamente unidos,
frecuentaban a diario el Templo, partían el pan en sus
casas, y comían juntos con alegría y sencillez de
corazón. Ellos alababan a Dios y eran queridos por
todo el pueblo. Y cada día, el Señor acrecentaba la
comunidad con aquellos que debían salvarse”. (He
2,42-46)
La experiencia tiene que tomar un camino
para convertirse en proceso.

Podemos afirmar que si nuestros procesos


de Evangelización, no terminan en vida
comunitaria, estamos navegando sin destino y
con peligro de naufragar.
LA IGLESIA COMO EXPERIENCIA DE VIDA
COMUNITARIA. (HERMANOS)

No puede haber vida cristiana sino en


comunidad: en las familias, las parroquias, las
comunidades de vida consagrada, las comunidades de
base, otras pequeñas comunidades y movimientos.
Como los primeros cristianos, que se reunían en
comunidad, el discípulo participa en la vida de la
Iglesia y en el encuentro con los hermanos, viviendo
el amor de Cristo en la vida fraterna solidaria.
También es acompañado y estimulado por la
comunidad y sus pastores para madurar en la vida del
Espíritu. DA 278
Toda comunidad, para ser cristiana, debe
formarse y vivir en Cristo, en la escucha de la Palabra
de Dios, en la oración centrada en la Eucaristía, en la
comunión expresada en la unión de corazones y
espíritus, así como en el compartir según las
necesidades de los miembros.

Nuestros fieles buscan comunidades cristianas, en


donde sean acogidos fraternalmente y se sientan
valorados, visibles y eclesialmente incluidos. Es
necesario que nuestros fieles se sientan realmente
miembros de una comunidad eclesial y corresponsable
en su desarrollo. Eso permitirá un mayor compromiso y
entrega en y por la Iglesia. DA 226
LA IGLESIA COMO COMUNIDAD PARA VIVIR LA
CARIDAD.

Por su modelo: amar a los demás es imitar el mismo amor de


Dios (Mt 5,44ss; Ef 3,1ss.25; 1Jn 4,11ss).
Por su fuente: el amor es la obra de Dios en nosotros (Lc
6,36).
Por su maestro: es enseñanza de Jesús (1Tes 4,9).
Por su raíz: lo graba el Espíritu en nuestros corazones ((Rom
5,5; 15,30).
Por su origen y destino: viene de Dios y a Él vuelve: amando
al prójimo amamos a Dios (Mt 25.40).
Por su objetivo: es la manera de responder al amor con que
Dios nos amó primero (1Jn 3,16; 4,19ss).
Por su carácter ético: mientras esperamos la Parusía, debe ser la actividad
esencial de los discípulos de Jesús, según la cual seremos juzgados (Mt
25,31-46).
Por su extensión: es un amor universal, que no deja que sigan existiendo
barreras sociales o raciales (Gal 3,28; Lc 7,39; 14, 13), y exige amor a los
enemigos (Mt 5,43-47; Lc 10,29-37), y lleva al perdón sin límites (Mt
18,21ss; 6,12. 14ss) y el gesto afable para con el adversario (Mt 5,23-26),
devolviendo bien por mal (Rom 12,14-21; Ef 4,25-5.2).
Por su fruto: el amor es creador de comunión. Amar a los hermanos con
amor exigente y concreto (Jn 3,11-18) es estar en comunión con Dios (1Jn
4,7-5,4).
Por su significado: es el gesto de los discípulos por el que dan a conocer a
Jesús como enviado del Padre (Jn 13,35; 17,21).
Por su sentido de anticipación: amando como Cristo vivimos ya la realidad
divina y eterna (1Cor 13,8-13); el creyente viene a ser perfecto para el “día
del Señor” (Flp 1,9ss)
LA IGLESIA COMO COMUNIDAD PARA CUMPLIR UN MANDATO
(MISION)

Toda comunidad cristiana, debe ser responsable de la misión universal


¿Tuvo Jesús intención expresa de fundar la Iglesia?, podemos responder:
No, Jesús no fundó la Iglesia con las estructuras de hoy.
Pero sí tuvo voluntad directa de reunir un grupo, que contara a toda la
tierra: “lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que
contemplamos y tocaron nuestras manso acerca del Verbo de la vida” (1,
Jn, 1-1). Y este grupo se inició con Los Doce y otros más, a quienes Jesús
escogió, llamó, preparó y envió.

El grupo de Los Doce tenía un objetivo: Compartir la experiencia de


Jesús con quienes no le habían conocido, de acuerdo con el mandato del
Señor antes de su Ascensión: “Id pues y haced discípulos de todas las
gentes” (Mt 28,19).
Hacemos comunidad para ser enviados a predicar
que Jesús ha resucitado.

Recordemos que los redactores de los evangelios,


ante todo, nos relatan una experiencia de fe pascual
vivida en comunidad. Por tanto, los evangelios y el
Jesús que nos llega a nosotros, responde a intereses
concretos desde esta experiencia de fe, de las
propias comunidades.
LA IGLESIA COMUNIDAD QUE TIENE
VIDA EN EL ESPIRITU SANTO.
(RENOVARSE)

La Iglesia es comunidad cuando en ella, la


presencia del Espíritu encuentra un cauce
que le permita fluir copiosamente a través
de las condiciones cambiantes de la
historia, y no un dique que lo estanque.

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