Policarpo de Esmirna Los cinco centros metropolitanos o pentarquía Clemente de Roma
• Muere el año 97 d.C.
• Tercer obispo de Roma. Clemente de Roma • La primera carta a los corintios está contenida en el manuscrito P6 escrita en copto.
• Está incluida en el códice alejandrino.
• Sería contemporánea al apocalipsis 97-100 d.C.
• Es muy citada por autores cono Ireneo, Eusebio,
Dionisio de Corinto. • Está escrita en un contexto de persecución. ¿Domiciano? (Eusebio)
• Los críticos plantean que es una carta pseudónima.
• Pero por la unidad de su estilo se estima que es fruto
de un solo autor. • Consta de 65 capítulos. • La comunidad corintia sufría una crisis entre generaciones “A causa de las inesperadas y sucesivas calamidades que nos han sobrevenido, hemos tardado algo en prestar atención al asunto discutido entre vosotros, esa sedición extraña e impropia de los elegidos de Dios, detestable y sacrílega, que unos cuantos sujetos audaces y arrogantes, han encendido hasta tal punto de insensatez, que vuestro nombre honorable y celebradísimo, digno del amor de todos los hombres, ha venido a ser objeto de grave ultraje. Surgieron la emulación y la envidia, la contienda y la sedición, se levantaron los sin honor contra los honorables, los sin gloria contra los dignos de gloria, los insensatos contra los sensatos, los jóvenes contra los ancianos.” • La comunidad corintia sufría una crisis entre generaciones • “¡Ay, pueblo mío! ¡Oprimido por los imberbes, gobernado por las mujeres! ¡Tus líderes te engañan y te hacen perder el rumbo!” Isaías 3:12 RVC • “¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón! Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón... Mezclao con Stravisky va Don Bosco y La Mignon, Don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín... Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclao la vida, y herida por un sable sin remache ves llorar la Biblia junto a un calefón.” Tango Cambalache, Enrique Santos Discépolo (1935). • Cap. XLV • Es muy importante el uso de la escritura en el orden de su argumentación.
• Pedro y Pablo. (V, 2)
• Los mártires (VI, 2) • Noé (IX, 2) • Lot (XI, 2) • Rahab (XII, 2) • Jesucristo (XVI) • Los profetas, Abraham, Job y Moisés (XVII) • David (XVIII) • Argumentos tomados del orden natural.
• La naturaleza enseña sumisión (XX)
• La naturaleza y la resurrección (XXIV) • El ave fénix y la resurrección (XXV) • Los ejércitos y el cuerpo (XXXVII) • Cuestiones doctrinales.
• La elección divina. (XXIX)
• El llamamiento a la santidad (XXX) • La justificación (XXXII, 4) • La nueva obediencia (XXXIII) • El orden eclesial (XLII) • La inspiración e inerrancia de la Escritura. (XLV, 2-3) • Solus Christus (XLVIII) • No se hace mención a María, ni a los santos como intercesores. • Concluye litúrgicamente.
• Capítulo LIX-LX-LXI Oración de alabanza (3) Oración por los necesitados (4) Nueva alabanza y súplica (LX, 1) Por los gobernantes (LXI) • Ignacio de Antioquía.
• Muere el año 107 d.C.
• Tercer patriarca de Antioquía. • Ignacio de Antioquía.
• “Y El, llamando a un niño, lo puso
en medio de ellos, y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.” Mateo 18:2 • Encarnación • “Un médico hay, que es a la vez carnal y espiritual, engendrado y no engendrado, Dios hecho carne, vida verdadera aunque mortal, hijo de María e hijo de Dios, primero pasible y luego impasible, Jesucristo nuestro Señor.” Al los efesios. “Tapaos los oídos cuando alguien os diga algo fuera de Jesucristo, el cual es del linaje de David e hijo de María, que nació verdaderamente, comió y bebió, fue verdaderamente perseguido por Poncio Pilato, verdaderamente crucificado, y murió a la vista de los que habitan el cielo, la tierra y los infiernos. Él mismo resucitó verdaderamente de entre los muertos, siendo resucitado por su propio Padre. Y de manera semejante, a nosotros, los que hemos creído en él, nos resucitará su Padre en Cristo Jesús, fuera del cual no tenemos vida verdadera. Pero si, como dicen ciertos hombres sin Dios, es decir, sin fe, solamente padeció en apariencia —ellos si que son apariencia— ¿por qué estoy en cadenas? ¿Por qué anhelo luchar con las fieras? Vana sería mi muerte y falso mi testimonio acerca del Señor.” A los Tralianos. • Mística martirial. • “Lo único que para mi habéis de pedir es fuerza interior y exterior, a fin de que no sólo de palabra, sino también de voluntad me llame cristiano y me muestre como tal... Escribo a todas las Iglesias, y a todas les encarezco que estoy presto a morir de buena gana por Dios, si vosotros no lo impedís. A vosotros os suplico que no tengáis para conmigo una benevolencia intempestiva. Dejadme ser alimento de las fieras, por medio de las cuales pueda yo alcanzar a Dios. Trigo soy de Dios que ha de ser molido por los dientes de las fieras, para ser presentado como pan limpio de Cristo. En todo caso, más bien halagad a las fieras para que se conviertan en sepulcro mío sin dejar rastro de mi cuerpo: así no seré molesto a nadie ni después de muerto. Cuando mi cuerpo haya desaparecido de este mundo, entonces seré verdadero discípulo de Jesucristo. Haced súplicas a Cristo por mí para que por medio de esos instrumentos pueda yo ser sacrificado para Dios... Hasta el presente yo soy esclavo: pero si sufro el martirio, seré liberto de Jesucristo, y resucitaré libre en él. Y ahora, estando encadenado, aprendo a no tener deseo alguno.” A los efesios. • La eucaristía. “Mi deseo está crucificado y en mí no hay fuego que ame la materia. Pero un agua viva habla dentro de mí y, en lo íntimo, me dice: Ven al Padre. No siento gusto por el alimento de corrupción ni por los placeres de esta vida. Quiero Pan de Dios, que es la Carne de Jesucristo, el de la descendencia de David, y como bebida quiero su Sangre, que es el amor incorruptible.” • Orden eclesial tripartito. • “Seguid todos al obispo, como Jesucristo al Padre, y al colegio de ancianos (πρεσβύτεροι) como a los apóstoles. En cuanto a los diáconos, reverenciadlos como al mandamiento de Dios. Que nadie sin el obispo haga nada de lo que atañe a la Iglesia. Sólo aquella eucaristía ha de ser tenida por válida que se hace por el obispo o por quien tiene autorización de él. Dondequiera que aparece el obispo, acuda allí el pueblo, así como dondequiera que esté Cristo, allí está la Iglesia universal (καθολικός). No es lícito celebrar el bautismo o la eucaristía sin el obispo. Lo que él aprobare, eso es también lo agradable a Dios, a fin de que todo cuanto hagáis sea firme y válido. El que honra al obispo, es honrado de Dios. El que hace algo a ocultas del obispo, rinde culto al diablo. Que todo, pues, redunde en gracia para vosotros.” (Carta a los de Esmirna, 8-9). Policarpo de Esmirna
• Muere el año 155 d.C.
• Obispo de Esmirna, discípulo de Juan el evangelista. • Práctica pastoral. “Desempeña el cargo que ocupas con toda diligencia de cuerpo y espíritu. Preocúpate de la unidad, pues no existe nada mejor que ella. Llévalos a todos sobre ti, como a ti te lleva el Señor. Sopórtalos a todos con espíritu de caridad, como ya lo haces. Dedícate sin pausa a la oración. Pide mayor inteligencia de la que ya tienes. Permanece alerta, como espíritu que desconoce el sueño. Habla a los hombres del pueblo al estilo de Dios. Carga sobre ti, como perfecto atleta, las enfermedades de todos. Donde mayor es el trabajo, allí hay más ganancia.”
“Si sólo amas a los buenos discípulos, ningún mérito tienes. El
mérito está en que sometas con mansedumbre a los más pestíferos. No toda herida se cura con el mismo emplasto. Los accesos de fiebre cálmalos con aplicaciones húmedas.” • Orden tripartito.
“Atended al obispo, a fin de que Dios os atienda a vosotros. Yo
me ofrezco como rescate por quienes se someten al obispo, a los presbíteros y a los diáconos. ¡Y ojalá que con ellos se me concediera entrar a la parte de Dios! Trabajad unos junto a otros, luchad unidos, corred todos a una, sufrid, dormid, despertad todos a la vez, como administradores de Dios, como sus asistentes y servidores.” • Más sobre prácticas pastorales.
“Que las viudas no sean desatendidas: después del Señor, tú
has de ser quien cuide de ellas. No se haga nada sin tu conocimiento, ni tú tampoco actúes sin contar con Dios, como efectivamente haces. Mantente firme. Celébrense reuniones con más frecuencia. Búscalos a todos por su nombre.” Testigos