En las mujeres con revisiones ginecológicas periódicas, el
descubrimiento de una nueva tumoración pélvica después de la menopausia es preocupante porque la probabilidad de una neoplasia maligna es alta si se trata de una tumoración ovárica. Sin embargo, muchas mujeres posmenopáusicas no han acudido a revisiones ginecológicas periódicas y, por lo tanto, el hallazgo de una tumoración puede reflejar la persistencia de un mioma uterino que no se había descrito previamente. . Puede que algunas mujeres no recuerden si les dijeron que tenían una tumoración pélvica. Por lo tanto, una revisión de su historial clínico puede ser útil para determinar la preexistencia de una tumoración pélvica benigna. Los miomas uterinos responden a hormonas y característicamente disminuyen de tamaño o desaparecen después de la menopausia. Se ha demostrado un riesgo aumentado de miomas con el uso de terapia hormonal en la menopausia, y los miomas es menos probable que disminuyan de tamaño, e incluso aumentarán, con la terapia hormonal. • Diagnostico Actualmente, un alto índice de sospecha, tanto por la mujer como por el médico, representa la mejor forma de detectar pronto un cáncer de ovario. Los síntomas persistentes como el aumento del tamaño del abdomen, distensión, astenia, dolor abdominal, indigestión, incapacidad para comer normalmente, frecuencia urinaria, dolor pélvico, estreñimiento, dolor de espalda, incontinencia urinaria de nueva aparición o pérdida de peso no esperada requieren el estudio y la consideración de un posible cáncer de ovario. • Tratamiento La mejora de las técnicas de imagen permitirá el tratamiento no quirúrgico de los tumores de ovario que probablemente sean benignos. Una tumoración compleja sospechosa o persistente requiere el estudio quirúrgico. La cirugía debe realizarla un médico adecuadamente entrenado en estadificar y citorreducir el cáncer de ovario, como un especialista en ginecología oncológica, en un hospital y con los medios y los especialistas necesarios para optimizar los resultados.
Cuando se descubre una tumoración ovárica y el ginecoobstetra
general no puede realizar la cirugía adecuada, se debe derivar a la paciente a un ginecólogo oncólogo. La estatificación quirúrgica exhaustiva facilita el tratamiento oportuno y optimiza el pronóstico.