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IGLESIA REY DE GLORIA

LIBRO DE LEVITICO
LA BIBLIA
LIBRO DE LEVITICO

Autor: Moisés

Tema: la santidad

Fecha: 1445 - 1405 a.C.

Propósito: Este libro fue escrito para instruir a


los israelitas y sus mediadores sacerdotales
acerca de su acceso a Dios mediante la sangre
expiatoria y aclarar la norma que Dios ha
establecido para que su pueblo escogido lleve
una vida santa.
EL SACERDOCIO

El capitulo 8 de este libro, describe la ordenación


de Aarón y sus hijos como sacerdotes. En el AT, el
adorador que se acercaba a Dios no solo
necesitaba una ofrenda (Capítulos 1 al 7 de
Levítico), sino también la mediación de un
sacerdote. Al sacerdote se le designaba a favor del
pueblo como mediador entre Dios y los seres
humanos. Su propósito era ayudar a los hombres y
mujeres a acercarse a Dios y llevarlos al perdón y
a la salvación. El sacerdote acercaba el pueblo a
Dios al ofrecer dadivas y sacrificios por el pecado
y al enseñar la ley de Dios. El sacerdocio levítico
del AT encuentra su pleno cumplimiento en
Jesucristo, el sumo sacerdote que reemplaza el
sacerdocio imperfecto del AT (véase el Libro de
Hebreos).
LA OFRENDAS

Levítico, 1:1 Llamó Jehová a Moisés, y habló con él


desde el tabernáculo de reunión, diciendo: 1:2
Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno
de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de
ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda.

El termino 'ofrenda' proviene del hebreo "corban"


y significa 'acercar'. Por lo tanto, una ofrenda era
una dadiva que el creyente israelita acercaba a
Dios a fin de que el mismo pudiera acercarse a
Dios y disfrutar de su comunión y bendición. En
los capítulos 1 al 7 de Levítico, se describen 5
tipos de ofrenda: (1) el holocausto, (2) la oblación,
(3) la ofrenda de paz, (4) la ofrenda por el pecado y
(5) la ofrenda expiatoria.
EL HOLOCAUSTO (Levítico, 1, 6:8 al 13, 8:18 al 21 y
16:24)

Levítico, 1:3 Si su ofrenda fuere holocausto


vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá a la puerta
del tabernáculo de reunión delante de Jehová. 1:4 Y
pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y
será aceptado para expiación suya. 1:5 Entonces
degollará el becerro en la presencia de Jehová; y
los sacerdotes ofrecerán la sangre, y la rociarán
alrededor sobre el altar, el cual está a la puerta del
tabernáculo de reunión. 1:6 Y desollará el
holocausto, y lo dividirá en sus piezas. 1:7 Y los
hijos del sacerdote pondrán fuego sobre el altar, y
compondrán la leña sobre el fuego. 1:8 Luego los
sacerdotes acomodarán las piezas, la cabeza y la
grosura de los intestinos, sobre la leña que está
sobre el fuego que habrá encima del altar;
Levítico, 1:9 y lavará con agua los intestinos y las
piernas, y el sacerdote hará arder todo sobre el
altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor
grato para Jehová.

Si la ofrenda para el holocausto fuera del rebaño de


las ovejas o de las cabras regían las mismas reglas
con la salvedad que, si se trataba de una oveja o de
una cabra, había que degollarla al lado norte del
altar (Levítico, 1:10 al 13). Los mas pobres podían
ofrecer aves: tórtolas o palominos (Levítico, 1:14 al
17). La palabra hebrea para 'holocausto' significa
"lo que asciende a Dios". Se quemaba toda la
ofrenda, lo cual significaba que, para la verdadera
adoración, era esencial la total consagración a
Dios.
¿Porque era necesario sacrificar animales en los
tiempos del AT?. (1) Se ofrecía la vida del animal
inocente (los animales NO pecan) en lugar del
adorador pecador y culpable (2) el sacrificio
expresaba el arrepentimiento de una persona y
constituía tanto una confesión del pecado como un
reconocimiento de la necesidad de limpieza y
redención (3) cuando se hacia un sacrificio en fe y
obediencia, a Dios le agradaba la acción del
adorador y por eso le concedía la gracia y el perdón
buscados (4) el sacrificio proveía expiación al
"cubrir por completo" el pecado y (5) desde la
perspectiva del NT, los sacrificios de animales eran
imperfectos porque no podían llevar a los
adoradores al estado de perfección y obediencia
que se consiguen con el nuevo pacto.
LA OBLACION (Levítico, 2 y 6:14 al 23)

También llamada ofrenda de flor de harina era una


ofrenda presentada a Dios como un acto de
adoración, que simbolizaba la dedicación a Dios
del fruto del trabajo de una persona. Daba a
entender que todo trabajo humano debe hacerse
como para el Señor y que debe recibirse el
alimento diario con acción de gracias a El. Podía
estar cocida en horno, sartén o cazuela. Se hacia
arder una parte sobre el altar y el resto quedaba
para los sacerdotes. Se prohibía el uso de
levadura, ya que la misma se usaba para ayudar a
la fermentación, que es una forma de
descomposición o corrupción y que simbolizaba la
maldad. Los ingredientes usados eran: grano, flor
de harina, aceite de oliva, pan horneado y sal.
OFRENDAS DE PAZ (Levítico, 3 y 7:11 al 34)

Podía tratarse de cualquier animal del rebaño


(vacas, ovejas o cabras), machos o hembras, pero
sin defecto e incluía también variedad de panes
(sin levadura). Se llevaba la ofrenda de paz delante
de Dios, a fin de tener comunión con El, de
expresar reconocimiento por las misericordias
recibidas o de hacer un voto. Para el que la
presentaba, implicaba compromiso con el pacto y
conmemoraba la paz y la reconciliación entre Dios
y el adorador. Esta ofrenda, anticipa la paz y la
comunión que los creyentes tienen con Dios y con
otros creyentes por la muerte de Cristo en la cruz y
la comunión final cuando todos los creyentes se
sienten con Dios en su reino.
OFRENDAS POR EL PECADO (Levítico, 4, 5:13, 6:4 al 30, 8:14-17)

Levítico, 4:1 Habló Jehová a Moisés, diciendo: 4:2


Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguna
persona pecare por yerro en alguno de los
mandamientos de Jehová sobre cosas que no se
han de hacer, e hiciere alguna de ellas.

Dios exigía una ofrenda por el pecado a fin de que


aquellos que pecaban por ignorancia, por debilidad
o sin intención deliberada (por yerro), pudieran
recibir perdón. Los pecados deliberados y de
rebeldía, por otra parte, debían castigarse con la
muerte. Si el que pecaba era el sacerdote o toda la
congregación, se requería un becerro y, en ambos
casos, había que quemar el becerro fuera del
campamento (Levítico, 4:12 y 4:21).
Levítico, 4:21 Y sacará el becerro fuera del
campamento, y lo quemará.

El quemar el animal expiatorio "fuera del


campamento" (solo cuando pecare el sacerdote o
toda la congregación) simbolizaba la completa
eliminación del pecado. En el NT se relaciona esto
con el sufrimiento de Jesucristo en el Calvario
"fuera de la puerta de la ciudad" (Jerusalén). Si el
que pecaba era un líder, debía ofrecer un macho
cabrío y si era una persona del pueblo una cabra o
un cordero. Las personas pobres podían ofrecer
dos tórtolas o dos palominos. Aunque el
derramamiento de sangre en la expiación era
importante y anticipaba la muerte de Jesucristo y el
derramamiento de su sangre en la cruz, los muy
pobres podían llevar un poco de flor de harina.
LA CONFESION (Levítico, 5:1 al 5)

En caso de que se cometieran los siguientes pecados:

a) ser testigo o saber algo y no denunciarlo;


b) haber tocado el cadáver de un animal inmundo;
c) haber tocado inmundicia de hombre (propia o
ajena);
d) jurar a la ligera, ya sea para hacer el mal o el bien;

Era necesaria, además, la 'confesión del pecado'. En


general, confesar el pecado es reconocer delante de
Dios que se ha pecado. Dios exige la confesión del
pecado para dar el perdón y siempre debe ir
acompañada del alejamiento del pecado confesado, de
oración por el perdón y de humillación ante Dios.
OFRENDAS EXPIATORIAS o SACRIFICIOS DE
RESTITUCION (Levítico 5:15, 6:7 y 7:1 al 6)

Levítico, 5:15 Cuando alguna persona cometiere


falta, y pecare por yerro en las cosas santas de
Jehová, traerá por su culpa a Jehová un carnero sin
defecto de los rebaños, conforme a tu estimación en
siclos de plata del siclo del santuario, en ofrenda
por el pecado. 5:16 Y pagará lo que hubiere
defraudado de las cosas santas, y añadirá a ello la
quinta parte, y lo dará al sacerdote; y el sacerdote
hará expiación por él con el carnero del sacrificio
por el pecado, y será perdonado.

Para expiación de pecados involuntarios que


requerían restitución y limpieza de la inmundicia: un
carnero mas el 20%.
LA MUERTE DE LOS HIJOS DE AARON: NADAB Y ABIU

Levítico, 10:1 Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron


cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego,
sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de
Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. 10:2 Y
salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y
murieron delante de Jehová.

Los hijos de Aarón (Nadab y Abiu), sacerdotes como su


padre, pudieron haber puesto en sus incensarios
carbones o ingredientes de origen desautorizado
(algunos eruditos sostienen que estaban
alcoholizados). Por otra parte, solo el sumo sacerdote
(Aarón) podía presentar la ofrenda de incienso. Como
quiera que sea, algo hicieron Nadab y Abiu que profano
el lugar santo y murieron.
CONCURRENCIA DE OFRENDAS

Cuando se presentaba mas de una clase de ofrenda,


por lo general el procedimiento era el siguiente:

(1) la ofrenda por el pecado;


(2) el holocausto; y
(3) la ofrenda de paz y la oblación (junto con una
ofrenda de libación);

Esta secuencia le da sentido al sistema de sacrificios.


En primer lugar, se debía resolver el problema del
pecado (con la ofrenda por el pecado). En segundo
lugar, el adorador se entregaba plenamente a Dios (con
el holocausto y la oblación). En tercer lugar, se
establecía la paz o comunión entre el Señor, el
sacerdote y el adorador.
LEYES DE LOS SACRIFICIOS (Levítico, 6:8 a 7:38)

Las personas que estaban ritualmente inmundas y


todavía participaban en los sacrificios y ofrendas
'serian cortadas de entre su pueblo' (Levítico 7:20).
En el NT hay una advertencia (1 Corintios11:27-30)
para todos aquellos que, aun llevando una vida
indigna, participen de la Santa Cena del Señor (la
ira de Dios vendrá sobre ellos). En el AT, las formas
de adoración rituales eran oraciones
escenificadas. El 'sacrificio mecido' (Levítico 7:30)
era la porción de la ofrenda de paz que les
correspondía a los sacerdotes. Se mecía hacia el
santuario como una señal de dedicación a Dios y
luego se mecía hacia el que la presentaba o hacia
el sacerdote, indicando que ahora el Señor ponía la
ofrenda a disposición de esa persona.
1º Corintios, 11:27 De manera que
cualquiera que comiere este pan o bebiere
esta copa del Señor indignamente, será
culpado del cuerpo y de la sangre del
Señor. 11:28 Por tanto, pruébese cada uno
a sí mismo, y coma así del pan, y beba de
la copa. 11:29 Porque el que come y bebe
indignamente, sin discernir el cuerpo del
Señor, juicio come y bebe para sí. 11:30 Por
lo cual hay muchos enfermos y debilitados
entre vosotros, y muchos duermen.
ANIMALES LIMPIOS E INMUNDOS (Levítico, 11)

Este capitulo contiene una larga lista de animales


terrestres, marinos, aves e insectos que se podían
comer y tocar (limpios o adecuados) y que no se
podían comer ni tocar (inmundos o inadecuados).
Por ejemplo, de los animales terrestres, Dios dijo a
los israelitas que podrían comer todo animal que
tiene pezuña y que rumia y de aquí viene la
abominación que los israelitas tienen, hasta el día
de hoy, por el cerdo, porque tiene pezuña pero no
rumia, por lo que, para Dios, era un animal
inmundo. El versículo mas famoso de este capitulo
es el 11:44 “Porque yo soy Jehová vuestro Dios;
vosotros seréis santos, porque yo soy santo”. No
obstante, para los creyentes del NT estas
instrucciones dietéticas ya no son obligatorias.
VISION DE PEDRO DE LOS "ANIMALES
INMUNDOS"

No llamemos inmundo lo que Dios ha santificado.

Hechos, 10:9 Pedro subió a la azotea para orar,


cerca de la hora sexta. 10:10 Y tuvo gran hambre, y
quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le
sobrevino un éxtasis; 10:11 y vio el cielo abierto, y
que descendía algo semejante a un gran lienzo,
que atado de las cuatro puntas era bajado a la
tierra; 10:12 en el cual había de todos los
cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo.
10:13 Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y
come. 10:14 Entonces Pedro dijo: Señor, no;
porque ninguna cosa común o inmunda he comido
jamás. 10:15 Volvió la voz a él la segunda vez: Lo
que Dios limpió, no lo llames tú común.
INMUNDICIA DE LA MUJER DESPUES DEL PARTO (Levítico, 12)

La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será inmunda


siete días. Mas ella permanecerá treinta y tres días
purificándose. Y si diere a luz hija, será inmunda dos
semanas y sesenta y seis días estará purificándose. Cuando
los días de su purificación fueren cumplidos, por hijo o por
hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un
palomino o una tórtola para expiación.
Es la voluntad de Dios que el hombre y la mujer tengan
hijos. No obstante, debían tratarse como inmundos todos
los líquidos y flujos relacionados con el alumbramiento y
que simbolizan los resultados de la caída de la raza
humana. La inmundicia relacionada con la maternidad
significa que los recién nacidos necesitan un Salvador.
LEPRA E IMPUREZAS FISICAS (Levítico, 13, 14 y 15)

Los capítulos 13 y 14 hablan sobre la lepra (una


enfermedad bastante común en la antigüedad) y de
como debía ser examinada y discernida
(identificada) por el sacerdote. El capitulo 15 habla
particularmente sobre el flujo y emisión de semen
en el hombre y sobre el flujo de sangre en las
mujeres. Mas allá de la cuestión sexual relacionada
con estos temas, estos capítulos muestran el
interés de Dios por la salud física y el bienestar de
su pueblo. Los antiguos no sabían nada de higiene,
de medidas sanitarias, de la importancia del lavado
del cuerpo, ni de la prevención de enfermedades
infecciosas. Las leyes de Dios promovían el interés
por estas cosas.
EL DIA DE LA EXPIACION - YOM KIPPUR (Levítico, 16)

La palabra 'expiación' (heb. kippurim, de kafar, que


significa "cubrir") encierra el concepto de cubrir el
pecado al hacer un pago equivalente (rescate) de
modo que se haga la recompensa idónea por el
pecado. La necesidad de la expiación se originaba
en el hecho de que el pecado de Israel, si no se
expiaba, lo sujetaría a la ira de Dios. Así que el
propósito del 'día de la expiación' era proveer de un
amplio sacrificio por todos los pecados que
pudieron no haberse expiado en los sacrificios
ofrecidos durante todo el año anterior. Con esto, el
pueblo seria limpio de sus pecados del pasado
año, apartaría la ira de Dios hacia ellos y
mantendría la comunión con El.
El día de la expiación debía ser una reunión
solemne, un día en el cual el pueblo ayunaba
y se humillaba delante del Señor. Esa
reacción, recalcaba la gravedad del pecado y
el hecho de que la obra expiatoria de Dios era
eficaz solo para los que tenían un corazón
contrito y una fe que persevera. El día de la
expiación, se consumaba la expiación por
todos los pecados y transgresiones no
expiados durante el año anterior. Tenia que
repetirse cada año de la misma manera. El día
de la expiación esta repleto de simbolismos
que señalan la obra de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo. En el NT, en el Libro de
Hebreos, se subraya el cumplimiento en el
nuevo pacto de la tipología del ceremonial del
día de la expiación.
Por cuanto Dios deseaba salvar a Israel, perdonar
sus pecados y reconciliarlo consigo mismo,
proveyó un día de salvación al aceptar en su lugar
la muerte de una vida inocente (el animal que era
sacrificado). Este animal llevaba la culpa y el
castigo de ellos y cubría sus pecados mediante su
sangre derramada. Levítico 16 describe el 'día de la
expiación' como el día santo mas importante del
año judío. En este día, el sumo sacerdote, vestido
de vestiduras sagradas, primero se preparaba con
purificaciones especiales y luego, antes de hacer
la expiación por los pecados del pueblo, tenia que
ofrecer un becerro por sus propios pecados.
Después tomaba 2 machos cabríos y echaba
suertes: uno se convertía en el sacrificio y el otro
era el 'chivo expiatorio'.
El sacerdote mataba al primer macho cabrío,
tomaba su sangre, entraba al Tabernáculo, en el
santuario detrás del velo, donde estaba el Arca de
la Alianza y esparcía la sangre sobre el
propiciatorio (la parte de arriba del Arca, donde
estaban los 2 querubines), poniendo así la sangre
entre Dios y las Tablas de la Ley que estaban
debajo del propiciatorio (leyes que ellos habían
violado pero que, ahora, estaban cubiertas por la
sangre). De esta manera se hacia la expiación por
los pecados de toda la nación. Finalmente, el
sacerdote tomaba el macho cabrío vivo, ponía las
manos sobre su cabeza, confesaba sobre ella
todas las iniquidades y rebeliones de los israelitas
y lo enviaba al desierto, simbolizando que sus
pecados eran llevados fuera del campamento para
desaparecer y morir en el desierto.
El hecho de que los ceremoniales expiatorios
del AT tenían que repetirse anualmente, indica
que había algo temporal en cuanto a ellos.
Señalaban por anticipado el tiempo en que
Cristo vendría a quitar de manera permanente
todo pecado confesado. Los sacrificios en el
día de la expiación proporcionaban una
cobertura del pecado, no una eliminación del
pecado. La sangre de Cristo derramada en la
cruz es la suprema expiación de Dios por el
genero humano, quitando el pecado de
manera permanente. Cristo, como el sacrificio
perfecto, pago todo el castigo por los pecados
y efectuó el sacrificio propiciatorio. El
santuario donde entraba el sumo sacerdote
con la sangre para hacer la expiación
representa el Trono de Dios en el cielo.
Cristo entro en ese Lugar Santísimo del cielo,
después de su muerte, llevando su propia
sangre para hacer expiación por el creyente
delante del Trono de Dios. El propiciatorio
sobre el cual esparcía la sangre el sumo
sacerdote pone de relieve que el perdón de
pecados solo es posible por la gracia y
misericordia de Dios y no por ninguna obra
que se haya hecho. Como los sacrificios de
animales eran un tipo de perfecto sacrificio de
Cristo y tuvieron su cumplimiento en el final
sacrificio de Cristo de si mismo, ya no hay
necesidad de sacrificios de animales después
de Su muerte en la cruz del Calvario.
SACRIFICIOS A LOS DEMONIOS (Levítico, 17:1 al 9)

Levítico, 17:3 Cualquier varón de la casa de Israel que


degollare buey o cordero o cabra, en el campamento o
fuera de él, 17:4 y no lo trajere a la puerta del
tabernáculo de reunión para ofrecer ofrenda a Jehová
delante del tabernáculo de Jehová, será culpado de
sangre el tal varón; sangre derramó; será cortado el tal
varón de entre su pueblo. 17:7 Y nunca más
sacrificarán sus sacrificios a los demonios, tras de los
cuales han fornicado; tendrán esto por estatuto
perpetuo por sus edades.

La palabra 'demonios' significa literalmente 'peludos' y


es probable que se refiera a ídolos de machos cabríos.
Pareciera ser que algunos ofrecían sacrificios a los
demonios del desierto a fin de lograr su ayuda o su
favor.
PROHIBICION DE COMER SANGRE (Levítico, 17:10)

Levítico, 17:10 ... yo pondré mi rostro contra la persona que


comiere sangre, y la cortaré de entre su pueblo. 17:11
Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he
dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas.
Asociar la sangre del animal con su vida ("la vida de la carne
en la sangre está") significa que la sangre del animal
expiaba el pecado humano a costa de la vida. Es decir, los
seres humanos no tenían que dar su vida por el pecado
porque la vida del animal era el pago. Significa esto y no
literalmente que la vida esta en la sangre, como cree la secta
de los 'testigos de Jehová'. Cuando Jesucristo derramo su
sangre en la cruz, El entrego su vida por la vida del pecador.
Por otra parte, si, literalmente, la vida estuviera en la sangre,
bastaría con inyectar sangre a un muerto para que este
cobre vida (como se ve, un disparate total).
ACTOS DE INMORALIDAD (Levítico, 18 y 20)

Aquí se prohíbe mantener relaciones sexuales con parientes.

Levítico, 18:8 La desnudez de la mujer de tu padre no


descubrirás.
Génesis, 35:22 ... fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de
su padre [Jacob].

Rubén era hijo de Lea (la 'mujer oficial' de Jacob) y se acostó


con la concubina de su padre. Por esto, Rubén perdió su
primogenitura y los privilegios que de ella derivan. Lo que
había ocurrido en Génesis 35:22 estaba ahora siendo regulado
por Dios en Levítico 18:8. En este capitulo, también se prohíbe
descubrir la desnudez de la mujer en su impureza menstrual, el
adulterio, la practica sexual con animales, la homosexualidad y
sacrificar a los hijos al dios (cananeo) Moloc. Levítico 20 habla
sobre las penas para estos actos.
LEYES DE SANTIDAD Y JUSTICIA (Levítico, 19)

Levítico, 19:2 Santos seréis, porque santo soy yo


Jehová vuestro Dios. 19:3 Cada uno temerá a su
madre y a su padre, y mis días de reposo
guardaréis. 19:4 No os volveréis a los ídolos, ni
haréis para vosotros dioses de fundición. 19:9
Cuando siegues la mies de tu tierra, no segarás
hasta el último rincón de ella, 19:10 ni recogerás el
fruto caído de tu viña; para el pobre y para el
extranjero lo dejarás. 19:11 No hurtaréis, y no
engañaréis ni mentiréis el uno al otro. 19:12 Y no
juraréis falsamente por mi nombre, profanando así
el nombre de tu Dios. 19:13 No oprimirás a tu
prójimo, ni le robarás. 19:15 No harás injusticia en
el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo
al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo.
Levítico, 19:19 No harás ayuntar tu ganado
con animales de otra especie; tu campo no
sembrarás con mezcla de semillas. 19:27 No
haréis tonsura en vuestras cabezas, ni
dañaréis la punta de vuestra barba. 19:28 ni
imprimiréis en vosotros señal alguna. 19:31
No os volváis a los encantadores ni a los
adivinos; no los consultéis, contaminándoos
con ellos. 19:32 honrarás el rostro del anciano
y de tu Dios tendrás temor. 19:33 Cuando el
extranjero morare con vosotros en vuestra
tierra, no le oprimiréis. 19:34 lo amarás como
a ti mismo, porque extranjeros fuisteis en la
tierra de Egipto. 19:35 No hagáis injusticia en
medida de tierra, en peso ni en otra medida.
19:36 Balanzas justas, pesas justas y medidas
justas tendréis.
Dios no cambia. El es el mismo ayer, hoy y
mañana. Meditemos en los versículos anteriores.
No cosechar todo lo que se sembró habla de
compartir, no oprimir al prójimo habla de no tener
ganancias adicionales a costa de su sufrimiento (la
base del capitalismo), no hacer cruzas de animales
ni mezclar semillas porque esto implica alterar
(degradar) la creación de Dios, no hacerse marcas
en el cuerpo, porque nuestro cuerpo no es nuestro,
no consultar adivinos o brujos porque es practicar
ocultismo y tener trato con demonios, no robar
incluye 'no mentir con la balanza' ni con las
medidas (esto también es robar). La tierra esta
enferma a causa de todo esto. La venida de
Jesucristo trajo otro pacto, pero no nos exime de
cumplir con todo esto, que sigue vigente, porque la
Palabra de Dios es imperecedera (jamás pasara).
SANTIDAD DE LOS SACERDOTES (Levítico, 21)

Levítico, 21:7 Con mujer ramera o infame no se casarán,


ni con mujer repudiada de su marido. 21:13 Tomará por
esposa a una mujer virgen. 21:14 No tomará viuda, ni
repudiada, ni infame ni ramera (aunque podía tomar la
viuda de otro sacerdote). 21:17 Habla a Aarón y dile:
Ninguno de tus descendientes por sus generaciones,
que tenga algún defecto, se acercará para ofrecer el pan
de su Dios.

Esto no significa que Dios hoy deseche a quienes


tienen algún defecto físico sino que prefiguraba la
perfección de Cristo. Estas leyes siguen vigentes en el
NUEVO PACTO, porque los ministros de Dios deben
llevar una vida santa delante de El. Incumplir con estas
normas de santidad implica profanar (despojar de
santidad) el nombre de Dios.
LAS FIESTAS SOLEMNES (Levítico, 23)

Este capitulo habla de las 'fiestas solemnes de


Jehová', de los días sagrados de celebración y
adoración los cuales eran símbolos de redención y
consagración, que demostraban que Israel y todo lo
que ellos poseían pertenecía a Dios. Todas eran
fiestas, salvo el 'día de expiación', que era el único día
de ayuno requerido por la ley. Las fiestas eran 7 y eran
las siguientes:

(1) la pascua (Levítico, 23:5);


(2) la fiesta de los panes sin levadura (Levítico, 23:6);
(3) la fiesta de las primicias (Levítico 23:10);
(4) la fiesta de las semanas (Levítico, 23:15);
(5) la fiesta de las trompetas (Levítico, 23:24);
(6) el día de la expiación (Levítico, 23:27); y
(7) la fiesta de los tabernáculos (Levítico, 23:34).
LA PASCUA (PESAJ) Y LA FIESTA DE LOS PANES SIN
LEVADURA

Levítico, 23:5 En el mes primero, a los catorce del mes,


entre las dos tardes, pascua es de Jehová. 23:6 Y a los
quince días de este mes es la fiesta solemne de los
panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes
sin levadura. 23:7 El primer día tendréis santa
convocación; ningún trabajo de siervos haréis. 23:8 Y
ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el
séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de
siervo haréis.

La cena pascual daba inicio a la fiesta de los panes sin


levadura. Tenia que quitarse la levadura (sinónimo de
pecado) de toda casa israelita. Estas fiestas
conmemoran la ultima plaga (la de la muerte de los
primogénitos) y la salida (Éxodo) de Egipto. Se
celebraban en el Mes 1 de Nisán (marzo-abril).
LA FIESTA DE LAS PRIMICIAS O PRIMEROS FRUTOS

Levítico, 23:10 Cuando hayáis entrado en la tierra que


yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una
gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra
siega. 23:11 Y el sacerdote mecerá la gavilla delante
de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del
día de reposo la mecerá. 23:12 Y el día que ofrezcáis la
gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto,
en holocausto a Jehová. 23:13 Su ofrenda será dos
décimas de efa de flor de harina amasada con aceite,
ofrenda encendida a Jehová en olor gratísimo; y su
libación será de vino, la cuarta parte de un hin. 23:14
No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca,
hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la
ofrenda de vuestro Dios.

Se celebra en el Mes 1 de Nisán (marzo-abril).


LA FIESTA DE LAS SEMANAS O DE
PENTECOSTES

Levítico, 23:15 Y contaréis desde el día que sigue al


día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la
gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas
cumplidas serán. 23:16 Hasta el día siguiente del
séptimo día de reposo contaréis cincuenta días;
entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová. 23:17
De vuestras habitaciones traeréis dos panes para
ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa
de flor de harina, cocidos con levadura, como
primicias para Jehová. 23:18 Y ofreceréis con el
pan siete corderos de un año, sin defecto, un
becerro de la vacada, y dos carneros; serán
holocausto a Jehová, con su ofrenda y sus
libaciones, ofrenda encendida de olor grato para
Jehová.
Levítico, 23:19 Ofreceréis además un macho cabrío
por expiación, y dos corderos de un año en
sacrificio de ofrenda de paz. 23:20 Y el sacerdote
los presentará como ofrenda mecida delante de
Jehová, con el pan de las primicias y los dos
corderos; serán cosa sagrada a Jehová para el
sacerdote. 23:21 Y convocaréis en este mismo día
santa convocación; ningún trabajo de siervos
haréis; estatuto perpetuo en dondequiera que
habitéis por vuestras generaciones.

Esta fiesta se celebraba en el Mes 3 de Siván


(mayo-junio), al final de la cosecha de trigo, 50 días
(pentecostés significa 'quincuagésimo') después de
la 'fiesta de la primicias'. En esta fiesta, el pueblo de
Dios daba gracias por las dadivas abundantes de
alimento. En Pentecostés, Dios derramo el Espíritu
Santo sobre los discípulos de Cristo.
FIESTA DE LAS TROMPETAS (AÑO NUEVO)

Levítico, 23:24 Habla a los hijos de Israel y


diles: En el mes séptimo, al primero del mes
tendréis día de reposo, una conmemoración al
son de trompetas, y una santa convocación.
23:25 Ningún trabajo de siervos haréis; y
ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.

Esta fiesta se celebraba el 1º día del Mes 7 de


Tisrí (septiembre-octubre). Probablemente era
un recordatorio y una preparación para el día
de la expiación que se acercaba. Dios quería
que Israel pensara en las cosas espirituales,
sobre todo su relación de pacto con El.
DIA DE EXPIACION

Levítico, 23:27 A los diez días de este mes séptimo


será el día de expiación; tendréis santa
convocación, y afligiréis vuestras almas, y
ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. 23:28
Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de
expiación, para reconciliaros delante de Jehová
vuestro Dios. 23:29 Porque toda persona que no se
afligiere en este mismo día, será cortada de su
pueblo. 23:30 Y cualquiera persona que hiciere
trabajo alguno en este día, yo destruiré a la tal
persona de entre su pueblo.

Se hablo bastante, en placas anteriores, de este


día. Solo agregaremos que se celebraba hacia el
final del Mes 7 de Tisrí (octubre).
FIESTA DE LOS TABERNACULOS O DE LA COSECHA

Levítico, 23:34 Habla a los hijos de Israel y diles: A los


quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne
de los tabernáculos a Jehová por siete días. 23:36
Siete días ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; el
octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis
ofrenda encendida a Jehová.

Esta fiesta se la llamo así porque, mientras duraba, el


pueblo dejaba sus casas y vivía en tiendas de campaña
hechas de ramas de arboles y le recordaba a Israel la
bondad de Dios durante sus 40 años en el desierto,
mientras no tenían morada permanente. También se la
llamaba fiesta de la cosecha, porque se celebraba al
terminar la cosecha del verano de frutas y nueces. Se
celebraba también en el Mes 7 de Tisrí (octubre).
RESUMEN FIESTAS:

Mes Hebreo Calendario Normal Nombre Fiesta

Mes 1 Nisán 15-marzo/15 abril de la Pascua


Mes 1 Nisán 15-marzo/15 abril de los Panes sin levadura
Mes 1 Nisán 15-marzo/15 abril de las Primicias
Mes 3 Siván 15-mayo/15 junio de las Semanas o Pentecostes
Mes 7 Tisrí 15-sep./15-oct. de las Trompetas (Año Nuevo)
Mes 7 Tisrí 15-sep./15-oct. Día de Expiación
Mes 7 Tisrí 15-sep./15-oct. de los Tabernáculos
EL AÑO DEL JUBILEO (Levítico, 25)

El 'año del jubileo' era un año especial que llegaba


cada 50 años. Y era especial porque en ese año: (1)
debía darse libertad a todos los esclavos israelitas
(2) tenia que devolverse a la familia original toda la
propiedad ancestral que se había vendido y (3) se
debía dejar sin cultivar la tierra. El propósito de
Dios al instituir este año especial era el de
garantizar la justicia e impedir que los ricos
acumularan riqueza y tierra a costa de los que
estaban en situación desventajosa. Dios les dijo a
los Israelitas, además, que ellos no eran los
verdaderos propietarios de la tierra porque ella le
pertenecía a El (Levítico, 25:23 La tierra no se
venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es).
CONSECUENCIAS DE LA DESOBEDIENCIA
(Levítico, 26)

El capitulo 26 revela la aflicción, angustia y tristeza


de Dios cuando lamento el hecho de que podría
verse obligado a castigar al pueblo que El había
redimido. Si ellos, con absoluta ingratitud,
rechazaran su amor y no estuvieran dispuestos a
tenerlo a El como su Dios, El no tendría otra
alternativa que traer sobre ellos quebranto y
calamidad. Si el pueblo obedecía todos los
estatutos, lloverían sobre el bendiciones pero si no
obedecía lo que lloverían serian maldiciones. Se
pronunciaron las promesas y las advertencias del
Señor desde lo profundo del amor divino y con el
sincero deseo de que tales castigos y juicios no
serian necesarios.
26:17 Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis
heridos delante de vuestros enemigos; y los que os
aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis
sin que haya quien os persiga. 26:18 Y si aun con
estas cosas no me oyereis, yo volveré a castigaros
siete veces más por vuestros pecados. 26:19 Y
quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré
vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como
bronce.

La mayor tragedia del pecado de rebeldía y


desobediencia a Dios es que El pudiera poner su
rostro contra el creyente, es decir, retirarle su
presencia y cuidado, su gracia y fortaleza. Es
enorme el precio de rechazar a Dios y sus justas
normas. Estar en su voluntad, en su presencia y en
su cuidado, son las mayores bendiciones a las que
puede acceder cualquier ser humano.
CONCLUSION (por David Wilkerson)

Imagínate parado delante del trono de Dios sin


excusas ni coartada. Satanás (el fiscal acusador),
se encuentra leyendo una lista de cargos en tu
contra, con horas, lugares, y detalles vergonzosos.
Satanás te acusa de orgullo, falta de oración,
avaricia, infidelidad. Ante todo, tu tienes que
admitir: “Sí, ese soy yo. Yo hice todo eso". Lo
anterior parece desesperanzador. Tu sabes que los
ojos de Dios son demasiado santos como para
mirar tu pecado y que la justicia de Dios demanda
que tu tienes que pagar tus crímenes en contra de
Su Santidad y tu sabes que no tienes con que
pagar. Pero de repente, viene a ti tu Abogado, tu
Defensor. Él muestra sus manos perforadas y tu
sabes que algo está por suceder.
Él te sonríe y te susurra: “No tengas miedo,
ninguno de estos cargos procederán. Tú vas a salir
de esta corte libre y completamente perdonado.
Cuando yo termine, ¡tu acusador no tendrá ningún
cargo levantado en contra tuya!”. Lo mejor de todo
es que tu Abogado te dice a ti que Él te ha adoptado
como su hermano. Posteriormente, tu Abogado te
dice que Él es el Hijo del Juez, y por tanto, ¡tu ahora
también perteneces a la familia del Juez!. Sin
embargo, aún existe un asunto de justicia por
abordar. ¿Qué pasará con los cargos en tu contra?.
Tu escuchas con maravilla la apelación de tu
Defensor sobre tu caso: "Juez, Usted sabe que he
cumplido con la ley al vivir una vida sin pecado.
Tomé el lugar de esta persona y sufrí
voluntariamente el castigo por sus crímenes".
Tu Abogado continua diciendo: "A través de estas
manos y torso perforados, sangre fue derramada
para que fueran perdonadas todas sus
transgresiones. Todos estos cargos fueron
puestos en mi espalda y yo pagué el castigo por
cada uno de ellos”. Tu Abogado mira a tu
acusador y dice: “Satanás, no tienes ningún
fundamento para acusar a mi hermano. Cada uno
de sus pecados fueron depositados en mí y yo he
perdonado por completo cada uno de ellos. Él no
es culpable porque su fe en la victoria de mi
sacrificio le da completo perdón. ¡No tienes
ningún caso que presentar!”. Mientras el diablo
sale de la corte de Dios, tu puedes escuchar al
Señor clamar: “¿Quién acusará a los escogidos de
Dios? Dios es el que justifica.” (Romanos, 8:33).
Nuestro Señor Jesucristo es la perfecta
expresión del sacerdocio levítico. Por un
lado, El es el Sumo Sacerdote que se
presenta ante Dios mediando por nosotros.
El esta sentado a la diestra del Padre,
intercediendo todo el tiempo por nosotros.
Por el otro, al mismo tiempo, nuestro Señor
Jesucristo es también el sacrificio perfecto
y hecho una única vez, para el perdón de
todos nuestros pecados, si le reconocemos
como el Hijo del Dios vivo y como nuestro
Señor y Salvador.
EL ES EL BUEN PASTOR Y NO PERDERA A
NINGUNA DE SUS OVEJAS.

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