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1. El factor ovárico
2. El factor espermático
3. El factor tubárico
4. El factor uterino
5. El factor cervical
6. El factor vaginal
La consultoría con el matrimonio estéril
La consultoría con el matrimonio estéril
Pre-diagnóstica Post-diagnóstica
anámnesis
comunicación del diagnóstico
examen objetivo (general,
elección de la terapia
ginecológico, andrológico)
(farmacológica, hormonal,
investigaciones hormonales, quirúrgica, psicológica, ayuda
microbiológicas, morfológicas, al acto conyugal)
instrumentales...
la propuesta de las técnicas
de fecundación artificial
La consultoría con el matrimonio estéril
La experiencia de la esterilidad
suscita en el matrimonio las mismas
reacciones
que otras situaciones de crisis:
sopresa, shock, incredulidad, negación,
frustración, pérdida de control,
ansiedad, sentimiento de culpa,
angustia, disgusto, aislamiento,
depresión, aflicción, duelo.
Esta crisis puede volverse crónica
por la repetición de eventos
negativos
y la dificultad de encontrar una
solución.
La consultoría psicológica. 2
La desestructuración de la familia
¿Tratamientos paliativos?
¿Una nueva modalidad de procreación?
La madre de alquiler
El hijo puede tener no ya dos padres sino tres e incluso cinco, con
indudables repercusiones de carácter psicológico sobre el niño (“¿de
quien soy hijo?”)
Los “padres” y la familia resultan perturbados por esta pluralidad de
progenitores (el concepto de familia pasa a representar ya sólo un
modo de interpretar y ordenar un conjunto de relaciones, sin
referencia alguna a los vínculos jurídicos o sin consanguinidad)
La posibilidad de conflictos intraconyugales a nivel inconsciente
especialmente en el padre social
La donación del semen y óvulos, la tendencia eugenésica (adquisición
de gametos seleccionados)
Las complicaciones de la donación de gametos
En la dinámica del amor está inscrita, por tanto, la posibilidad de hacerse don.
Y no podría ser de otra manera. Descubrir que uno es amado hasta el punto de
haber sido creado y engendrado, lleva a amar y a abrirse al don.
Que un regalo sea don no depende solo de su materialidad, sino sobre todo de
su ser portador de significado, de sentido y, por tanto, de relaciones, de
intenciones significativas en las que se expresan lazos, vínculos. En el momento
en el que “se es don” (no se dona algo, sino que se dona uno mismo), se
comprende que este don debe ser total, recíproco y exclusivo.
Aunque la disponsición a amar sea innata al ser humano, es necesario hacerla emerger,
darla a luz: “Una educación verdadera - escribe Benedicto XVI - debe suscitar la valentía
de las decisiones definitivas, que hoy se consideran un vínculo que limita nuestra libertad,
pero que en realidad son indispensables para crecer y alcanzar algo grande en la vida,
especialmente para que madure el amor en toda su belleza; por consiguiente, para dar
consistencia y significado a nuestra libertad” (Discurso a los participantes al IV Congreso
Nacional de la Iglesia italiana el 19 de octubre de 2006) .
Educar a la luz de una Verdad sobre el hombre, que no se debe dejar cristalizar como hace
el agua a gran altura, permaneciendo inaccesible y solo alcanzable para algunos con gran
esfuerzo. La educación es comparable al riego de la llanura que se produce tras derretirse
la nieve de las montañas: no como una avalancha que desciende por el valle, sino como un río
que sorprende por su frescura. Como el Amor.
FIN