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Albert Ellis: consideraba que los problemas conductuales y emocionales podían tener su génesis a partir de sus
tres fuentes: la del pensamiento, la emocional y la conductual. Enfatizó en cómo los pensamientos inciden en
las alteraciones psicológicas.
Ellis afirmó que las personas son en gran parte responsables de sus sentimientos perturbados, que son
generados tanto consciente o inconscientemente.
La Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC)
Su teoría (la Terapia Racional Emotiva Conductual) es muy conocida y aunque muchos
psicólogos no comparten sus principios, otros en cambio se van incorporando a esta línea,
encontrando en ella una buena base para seguir desarrollando su profesión y el tratamiento
adecuado a cada trastorno, de acuerdo a las exigencias actuales en el campo de la psicología
clínica.
Albert Ellis nació en Pittsburg en 1913 y estudió en la Universidad de Columbia (Nueva York),
especializada en formar a profesionales del Psicoanálisis. Allí obtuvo su doctorado en el año
1947. Ellis se percató pronto de las limitaciones que presentaba la teoría de Sigmund Freud y,
decepcionado por los pocos resultados que obtenía con sus pacientes, fue abandonando
progresivamente la teoría psicoanalítica para comenzar a trabajar en su propia teoría.
Ya por el año 1953 rompe totalmente con el psicoanálisis y comienza a desarrollar un tipo de
psicoterapia que llamaría Terapia Racional Emotiva, un tipo de psicoterapia de
orientación cognitivo-conductual.
La TREC: ¿en qué consiste?
Se sabe que Ellis recibió formación en el campo de las letras. Entre sus estudios tuvo
mucho que ver la filosofía, la cual serviría de base primordial para el posterior desarrollo
de su teoría. Ellis consideraba que su teoría se podía resumir en la frase del famoso
filósofo griego estoico Epíteto, el cual afirmaba que “Las personas no se alteran por los
hechos, sino por lo que piensan acerca de los hechos"
Ellis desarrolló su teoría ejemplificándola como se muestra en este gráfico:
El vínculo entre el pensamiento y la emoción
Según Ellis, esto demuestra cómo se relacionan el pensamiento y la emoción. Ellis afirmaba que lo
que causa la alteración o dificultad emocional no es lo que sucede en el punto A, sino que las
personas crean una estructura de creencias en el punto B y refuerzan estas creencias en una forma
negativa y muchas veces perjudicial, lo cual se manifiesta en las reacciones conductuales o
emocionales: el punto C, según Ellis (1962).
Este cuerpo teórico y la terapia que surgió del mismo motivó muchas críticas por parte de
algunos profesionales del campo de la psiquiatría y de la misma psicología, al afirmar que
pecaba de un exceso de "racionalismo” lo que causaba que la teoría se percibiera como no muy
viable y poco científica. No obstante, el tiempo dio lugar a numerosos estudios e investigaciones
sobre casos en donde se ha había aplicado la TREC, obteniendo una alta confiablidad y excelentes
resultados. Es por eso que la TREC, desde que fue creada por Albert Ellis hasta la actualidad se
encuentra en la vanguardia de las psicoterapias.
Los estudios que Ellis desarrolló a lo largo de su vida tuvieron sus frutos. Actualmente, en su
instituto ubicado en la ciudad de Nueva York se sigue trabajando en la formación de
psicoterapeutas, mediante charlas, atención a personas con problemas familiares, personales, y con
estudios que hacen que día tras día la ciencia de la psicología desarrolle nuevas herramientas para
un siglo tan exigente como el que vivimos.
LA TERAPIA RACIONAL EMOTIVA CONDUCTUAL tiene un cometido claro, tal como como
afirma Saranson (2006) en su libro Psicopatología anormal, el problema de la conducta
inadaptada, donde hace referencia a Ellis y Dryden (1977): las personas han de cuestionar
sus creencias fundamentales (en la mayoría de casos, irracionales), para después sustituirlas
por otras más constructivas (racionales).
La TREC no solamente se ha aplicado en el campo clínico sino que existen varios escritos
sobre la intervención en los ámbitos laboral y educativo. Una psicoterapia que brinda muchas
oportunidades en el estudio sobre el ser humano, las emociones, el pensamiento y la salud
mental.
Psicología cognitiva y Terapia cognitiva en contexto
Los pioneros en usar las bases de la ciencia cognitiva de forma sistemática para el
tratamiento de los trastornos psicológicos fueron los psicólogos Albert Ellis y Aaron
Beck. El primero llamó a su modelo de aplicación terapéutica “Terapia Racional Emotiva
Conductual” (TREC) y el segundo llamó a su método de terapia “Terapia Cognitiva”.
Es importante destacar que existen diferentes modelos de terapia cognitiva, y éstos son
dos de las más conocidas debido a su gran utilidad práctica. Las terapia cognitivas no son
“técnicas”, sino ciencia aplicada, por lo que suelen constar de un método más o menos
definido para lograr unos objetivos según su enfoque teórico de partida.
El modelo de Aaron Beck se centra, básicamente, en pensamientos automáticos y en las
distorsiones cognitivas, y la Terapia Racional Emotiva Conductual de Albert Ellis, está
centrada principalmente en las creencias irracionales. Entre ambas existen similitudes,
pero también diferencias, por ejemplo: la Terapia Cognitiva de Beck se basa en el
empirismo colaborativo; en cambio, Ellis utiliza como principal herramienta
terapéutica el diálogo o debate socrático.
La Terapia Cognitiva de Aaron Beck
La idea principal de la Terapia Cognitiva es que las personas sufren por la interpretación que realizan de los
sucesos y no por éstos en sí mismos. Por tanto, Aaron Beck, interesado por el tratamiento de la depresión,
desarrolló un modelo para el tratamiento de esta patología que posteriormente extendió a otros trastornos.
El modelo de Beck, y también el de Ellis, son una parte importante de las estrategias que se emplean dentro
de la terapia cognitivo-conductual pues, a través de la reestructuración cognitiva, un individuo es capaz de
modificar el modo de interpretación y valoración subjetiva de los hechos y de las situaciones que vive, y de esta
manera se estimula a éste para que altere los esquemas de pensamiento desordenados y se vea a sí mismo y al
mundo de forma más realista y adaptativa.
El modelo propuesto por Beck afirma que ante una situación, los individuos no responden automáticamente,
sino que antes de emitir una respuesta emocional o conductual perciben, clasifican, interpretan, evalúan y
asignan significado al estímulo en función de sus supuestos previos o esquemas cognitivos (también
llamados creencias nucleares).
Los esquemas cognitivos
Las creencias
Las creencias son los contenidos de los esquemas, y son el resultado directo de la relación
entre la realidad y éstos. Es todo aquello en lo que uno cree, son como mapas internos que
nos permiten dar sentido al mundo, se construyen y generalizan a través de la
experiencia.
Beck distingue dos tipos de creencias:
Creencias centrales o nucleares: Se presentan como proposiciones absolutas, duraderas y
globales sobre uno mismo, los demás o el mundo. Por ejemplo, “soy un incompetente”.
Representan el nivel cognitivo más profundo, son difíciles de cambiar, dan el sentido de
identidad y son idiosincrásicas.
Creencias periféricas: Son influidas por las nucleares, por tanto, están ubicadas entre las
éstas y los productos cognitivos o pensamientos automáticos. Consisten en actitudes, reglas y
presunciones (o supuestos). Por lo tanto, influyen en la forma de ver la situación, y esa visión
influye en cómo se siente, actúa o piensa un individuo.
El modelo explicativo de la depresión de Beck
Para Beck, los trastornos psicológicos derivan de distorsiones cognitivas (errores en los procesos
cognitivos), que son maneras equivocadas de pensar que aparecen en forma de pensamientos
automáticos (productos cognitivos) ante determinadas situaciones, y que provocan estados
emocionales negativos y conductas inadecuadas. Por tanto, estas distorsiones cognitivas son
provocadas por creencias irracionales o supuestos personales aprendidos en el pasado, que
condicionan inconscientemente la percepción e interpretación del pasado, presente y futuro.
Cuando una persona se enfrenta a una determinada situación, el esquema es la base para transformar
los datos en cogniciones. Puesto que los esquemas que se activan en una determinada situación van a
determinar el cómo responde esa persona, en las personas que padecen un trastorno depresivo se
activarán esquemas inadecuados.
Por tanto, el primer síntoma depresivo es la activación de esquemas cognitivos relacionados
con la visión de uno mismo, el mundo y el futuro. Las personas con esquemas negativos o
tendencia a cometer errores de procesamiento serán más proclives a padecer trastornos depresivos.
La tríada cognitiva se refiere a tres esquemas característicos que inducen al individuo
depresivo a percibirse a sí mismo, al mundo y al futuro desde un punto de vista negativo. De
estos tres patrones cognitivos se derivan el resto de síntomas depresivos que sufre.
El esquema característico que sufren las personas deprimidas, y que Beck denomina la triada
depresiva, consiste en una visión negativa de:
Sí mismo: las personas que padecen depresión suelen considerarse deficientes e inútiles.
Atribuyen los errores que cometen a un defecto físico, mental o moral suyo, y piensan que
los demás les rechazarán.
Del mundo: Se sienten como derrotados socialmente y no están a la altura de las
exigencias, ni tienen la capacidad de superar los obstáculos.
Del futuro: La persona que padece depresión piensa que esta situación no se puede
modificar, por lo que seguirá así siempre.
Distorsiones cognitivas
Los esquemas negativos activados en los individuos depresivos les llevan a cometer una serie de errores en el
procesamiento de la información que facilitan los sesgos y permiten al depresivo mantener la validez de sus
creencias. Beck enumeró una serie de distorsiones cognitivas, son las siguientes:
Abstracción selectiva: se trata de prestar atención a un solo aspecto o detalle de la situación. Los aspectos positivos
se suelen ignorar, dando más importancia a los aspectos negativos.
Pensamiento dicotómico: los acontecimientos se valoran de forma extrema: bueno/malo, blanco/negro, etc.
Inferencia arbitraria: consiste en sacar conclusiones de una situación que no están apoyadas por los hechos, incluso
cuando la evidencia es contraria a la conclusión.
Sobregeneralización: consiste en extraer sin base suficiente una conclusión general de un hecho particular.
Magnificación y Minimización: tendencia exagerar lo negativos de una situación.
Personalización: hace referencia a la costumbre de relacionar los hechos del entorno con uno mismo, mostrándose
susceptible.
Visión catastrófica: adelantar acontecimientos y, de entre las distintas opciones, pensar que va a ocurrir lo peor.
Deberías: consiste en mantener reglas rígidas y exigentes sobre cómo deben suceder las cosas.
Etiquetas globales: consiste en poner etiquetas globales a nosotros mismos o a los demás sin tener en cuenta otros
matices.
Culpabilidad: consiste en atribuirse a uno mismo o a los demás toda responsabilidad de los acontecimientos,
ignorando otros factores que contribuyen a los mismos.
INOCULACIÓN DE ESTRÉS. DONALD
MEICHENBAUM (1977)
La TIP alienta el cambio en uno mismo en vez del otro; cambio en el contexto del
problema. (La persona que realiza la queja procure aceptar el comportamiento del
otro)
ESTRATEGIAS:
Unión empática.
DOLOR + ACUSACIÓN = CONFLICTO
DOLOR - ACUSACIÓN = ACEPTACIÓN
Separación unificada.
Además:
Tolerancia.
o Intercambio conductual.
Roleplaying de la conducta.
o Entrenamiento en HHSS.
Imitación de la conducta en casa y
o Resolución de problemas.
Habilidades de autocuidado.
PSICOTERAPIA ANALITICO CONDUCTUAL
(KOHLENBERG Y TSAI 1991, 1994,1995.)
Se centra en las contingencias que ocurren durante la sesión terapéutica, el contexto
terapéutico, la equivalencia funcional entre los ambientes, el reforzamiento natural y el
moldeamiento.
Se valora la aparición de los problemas en la interacción del paciente con el psicoterapeuta.
Las conductas relevantes tipo 1 (CCR1) son aquellas conductas relacionadas con el problema que el
cliente presenta en la sesión y cuya frecuencia debe ser reducida a lo largo de la terapia
Las conductas clínicamente relevantes tipo 2 (CCR2) son las conductas que ocurren en la sesión y que
suponen una mejoría en relación al problema por el que se acude a consulta.
Las conductas clínicamente relevantes tipo 3 (CCR3) son las interpretaciones del cliente sobre su propio
comportamiento. Junto a estas también se incluyen descripciones de la equivalencia funcional que
indican semejanzas entre lo que ocurre en la sesión y su vida diaria.
La Psicoterapia Analítico Funcionas es utilizada en:
Trastornos depresivos
Trastornos de Personalidad
Pacientes que han sufrido abusos sexuales
Pacientes que evitan tener relaciones sexuales
Ansiedad
Psicoterapia Dialéctica Comportamental (DBT)
Es una psicoterapia cognitivo-conductual de tercera generación, centrada en la enseñanza de
habilidades psicosociales. Fue desarrollada por Marsha Linehan (1993). La autora de la DBT propone
que su programa está dirigido de forma específica al tratamiento de la desregulación emocional que
caracteriza no sólo al TLP (que ha demostrado mayor eficacia) sino a otros trastornos cuya
psicopatología esencial es la desregulación del afecto.
Aproximación Biopsicosocial:
El TLP se conceptualiza como una disfunción del sistema de regulación emocional producto de la
interacción entre aspectos biológicos y un ambiente invalidante.
La inestabilidad emocional es el problema que el individuo quiere resolver y los intentos de solución
se convierten en la fuente de sus problemas.
Objetivo fundamental:
Regular su emocionalidad, confiar y validar sus
experiencias.
Primera Fase:
Psicoterapia Individual para el TLP.
Entrenamiento en Habilidades DBT en formato Grupal:
Entrenamiento en Habilidades de toma de conciencia
Entrenamiento en Regulación emocional
Entrenamiento en Tolerancia al malestar
Entrenamiento en Efectividad interpersonal
TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO