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Agentes tóxicos

Prof. Farm. Alicia Espínola


Temas
1. Pesticidas
2. Metales
3. Gases irritantes y no irritantes
4. Disolventes orgánicos
5. Cáusticos
6. Radiación y sustancias radiactivas
7. Venenos y tóxicos de animales
8. Tóxicos de las plantas
Introducción
Plaguicida:
Sustancia o mezcla de sustancias que se emplea para prevenir, destruir,
repeler o mitigar una plaga.
Cualquier agente físico, químico o biológico que destruirá una plaga animal o
vegetal.
Es el nombre genérico de agentes que se clasifican en categorías específicas
en función de las características de su utilización y del organismo que
destruyen.
Plaga: abarca a los animales, las plantas o los microorganismos que son
nocivos, destructivos o molestos.
Datos de toxicidad básicos exigidos por la ley federal de
los insecticidas, fungicidas y raticidas (FIFRA) para
registrar plaguicidas nuevos
Clasificación de los plaguicidas

Insecticidas.
Herbicidas.
Fungicidas.
Fumigantes.
Rodenticidas.
Exposición
La exposición a una gama de concentraciones de un agente concreto se
clasifica en las siguientes categorías:
1. Intoxicaciones involuntarias o suicidas, inevitables a pesar de normas o

estudios.
2. Exposición laboral (fabricación, mezcla, carga, aplicación, cosecha y

manipulación de los cultivos).


3. Exposición incontrolada de los manipuladores durante las operaciones de

rociado.
4. En la población general, consumo de alimentos que contienen residuos de

plaguicidas debido a la utilización ilegal o errónea de un agente, de


manera que la concentración de los residuos supera los valores de
tolerancia establecidos.
Vías de absorción
Insecticidas
Afectan al sistema nervioso de los organismos contra los cuales van dirigidos.
No son selectivos y afectan tanto a los organismos destinatarios como a las
especies contra las que no van dirigidos.
Sus posibles mecanismos de acción son:
La interferencia con el transporte de membrana de los iones sodio, potasio,
calcio y cloro.
La inhibición selectiva de la actividad enzimática.
La contribución a la liberación o a la permanencia de los neurotransmisores en
las terminaciones nerviosas.
Clasificación de los insecticidas
Compuestos organoclorados.
Agentes anticolinesterásicos.
Piretroides.
Avermectinas.
Insecticidas químicos modernos.
Insecticidas botánicos.
Compuestos organoclorados
Introducción
Se utilizan de forma continuada en los países tropicales en vías de desarrollo
porque son sustancias químicas eficaces, baratas y esenciales para la
agricultura, la silvicultura y la salud pública.
Su escasa solubilidad, su estabilidad química, su elevada liposolubilidad y la
lentitud de su degradación contribuyen a la permanencia de los organoclorados
en el ambiente, a su bioconcentración y bioamplificación en la cadena
alimenticia, y a la adquisición de una carga corporal biológicamente activa en
niveles tróficos superiores.
Signos y síntomas de intoxicación
Mecanismo de acción
DDT:
Disminuye el transporte de K+ a través de la membrana.
Altera los poros a través de los cuales pasa Na+.
En las neuronas, inhibe las ATPasa, en particular la ATPasa de Na+, K+ y Ca++, dos enzimas
fundamentales para la repolarización.
Inhibe la capacidad de la calmodulina para transportar los iones Ca++, esenciales para la liberación
de los neurotransmisores.
Todas estas funciones inhibidoras reducen la velocidad de la despolarización y aumentan la
sensibilidad de las neuronas a pequeños estímulos que en una neurona completamente
despolarizada no desencadenarían una respuesta.
Ciclodienos:
Antagonizan la acción del GABA a través de su acción sobre los receptores GABA A, bloqueando
eficazmente la captación de ion cloro inducida por el GABA.
Son potentes inhibidores de la ATPasa de Na+, K+, Ca++ y Mg++, dos enzimas esenciales para el
transporte del calcio a través de la membrana.
Lindano:
Bloquea el flujo del ion Cl- a través de los receptores GABA a inotrópicos produciendo neurotoxicidad
secundaria.
La inhibición ATPasa de Ca++ y Mg++ en la membrana sináptica provoca la acumulación intracelular
de ion calcio libre, lo que favorece la liberación de los neurotransmisores de sus vesículas de
almacenamiento, la consiguiente despolarización de las neuronas adyacentes y la propagación del
estímulo a través del SNC.
Agentes anticolinesterásicos


Organofosforados

Carbamatos
Signos y síntomas de intoxicación
Mecanismo de acción
Organofosforados: la reacción entre un organofosforado y la región activa de la
proteína AChE da lugar a la formación de un complejo intermedio transitorio que se
hidroliza parcialmente con la pérdida del grupo hidroxilo (Z), quedando una enzima
estable y fosforilada. Dejada a su evolución espontánea, la toxicidad persiste hasta que
20 ó 30 días más tarde se dispone de la cantidad suficiente de AChE “recién sintetizada”
para destruir el exceso de acetilcolina. Son inhibidores irreversibles.
Carbamatos: cuando se unen a la región reactiva de la AChE, sufren una hidrólisis en
dos fases. La primera consiste en la eliminación del grupo aril o alquil (X) y la
carbamilación de la enzima; en la segunda fase se produce una descarbamilación de la
enzima inhibida, lo que da lugar a una enzima libre y activa. Son inhibidores reversibles.
Mecanismo de acción de los
organofosforados
Mecanismo de acción de los carbamatos
Piretroides
Introducción
El piretro natural es una combinación de 6 ésteres que resulta eficaz tanto por
contacto como por ingestión, con efectos paralizantes e incluso letales.
Los ésteres sintéticos son selectivos contra determinadas especies de
insectos.
Aunque estos insecticidas no son excesivamente tóxicos para los mamíferos,
el piretro puede causar dermatitis de contacto, crisis seudoasmáticas,
reacciones anafilácticas e insuficiencia circulatoria periférica.
En los seres humanos, los efectos tóxicos asociados a las piretrinas naturales
derivan de sus propiedades alergenas.
Clasificación de los piretroides según la estructura
química y la actividad biológica observada
Mecanismo de acción
Tanto los ésteres de tipo I como los de tipo II afectan a la
activación (apertura) y a la desactivación (cierre) de los
canales de sodio, dando lugar a un estado de
hiperexcitación.
Los ésteres de tipo I mantienen abiertos los canales de
sodio durante un período relativamente corto
(milisegundos).
Los ésteres de tipo II los mantienen abiertos durante un
plazo prolongado (hasta segundos).
Los piretroides también inhiben los canales de calcio y la
ATPasa de calcio y magnesio.
Avermectinas
Se aislaron a partir de un cultivo del actinomiceto Streptomyces avermitilis.
Se emplean para ectoparásitos y endoparásitos de los animales domésticos y
salvajes.
La ivermectina semisintética, las avermectinas B1a y B1b y la emamectina
(MK-244), un derivado de la avermectina B1, son liposolubles, aunque la
absorción transdérmica representa menos del 1% de la dosis aplicada.
Se produce una biotransformación oxidativa mínima.
La ivermectina es el fármaco de elección para tratar la oncocercosis en los
seres humanos.
Estos agentes abren los canales de calcio insensibles al GABA, disminuyendo
la resistencia de la membrana y aumentando la conductancia hacia el interior.
Mecanismo de acción
Insecticidas químicos modernos
Existen tres tipos nuevos de insecticidas:
1. Los nitrometilenos heterocíclicos,

elaborados a partir de los ciclodienos


y los ciclohexanos.
2. Los derivados de nitroimino

(cloronicotinilo y neonicotinoides),
que son parecidos a la nicotina.
3. Los fenilpirazoles.

Estas sustancias tienen una gran


especificidad por los receptores del
sistema nervioso de los insectos, son
eficaces a dosis de aplicación bajas, no
permanecen en el ambiente y sus efectos
tóxicos sobre los vertebrados son
despreciables.
No se han comunicado casos de toxicidad
en los seres humanos.
Insecticidas químicos modernos
Nitrometilenos: son insecticidas neurotóxicos de acción rápida y eficaces
tanto por contacto como por ingestión. Son relativamente seguros para los
vertebrados y se degradan rápidamente en el ambiente. Actúan imitando los
neurotransmisores, ejercen efectos tanto excitadores como depresivos y
finalmente bloquean los receptores nicotínicos postsinápticos.
Nitroiminos heterocíclicos (imidacloprid): son muy potentes contra los
insectos, su toxicidad es sumamente baja en los mamíferos y tienen una
persistencia favorable. El imidacloprid se une específicamente a los receptores
nicotínicos de la Ach en el sistema nervioso de diversos insectos y actúa como
agonista parcial.
Fenilpirazoles (fipronil): poseen propiedades insecticidas, herbicidas y
miticidas. El fipronil bloquea el paso de los iones cloro a través del canal
regulado por el GABA, alterando así la actividad del SNC, se biotransforma en
la sulfona correspondiente, que sigue siendo un insecticida potente. Esta
conversión se puede bloquear con piperonil butóxido, un inhibidor del
citocromo P450.
Insecticidas botánicos
Nicotina: se extrae de las hojas de Nicotiana tabacum y N. rustica. Se ha
usado como insecticida de contacto, tóxico por ingestión y fumigante. Esta
sustancia se absorbe rápidamente a través de la piel y, en función de la dosis,
reproduce o bloquea la acción de la Ach en todas las sinapsis ganglionares y
en la unión neuromuscular.
Rotenoides: se extraen de las plantas Derris eliptica, Lonchocarpus utilis y L.
urucu. La rotenona, un alcaloide, se puede usar como insecticida de contacto o
por ingestión. Esta sustancia es inestable ante la luz y al calor, por lo que al
cabo de 2 a 3 días pierde su toxicidad. La intoxicación aguda en los animales
se caracteriza por una estimulación respiratoria inicial seguida de depresión
respiratoria, ataxia, convulsiones y muerte por paro respiratorio. A través de la
inhibición de la oxidación ligada al NADH2, la rotenona bloquea el transporte
de electrones en la mitocondria y da lugar a un bloqueo de la conducción
nerviosa. El polvo de rotenona es muy irritante para los ojos (conjuntivitis), la
piel (dermatitis de contacto), vías respiratorias altas (rinitis) y la garganta
(faringitis).
Introducción
Un herbicida es un compuesto capaz de destruir o dañar gravemente las
plantas.
Los herbicidas se clasifican en función de cómo y cuándo se aplican:
Los presiembra se aplican sobre el suelo antes de sembrar un cultivo.
Los preemergentes se aplican al suelo antes del tiempo en el que
habitualmente aparece la vegetación no deseada.
Los postemergentes se aplican al suelo o al follaje después de la germinación
del cultivo o de las semillas.
Según su mecanismo de toxicidad en las plantas, los herbicidas se denominan
selectivos (tóxicos para ciertas especies), de contacto (actúan cuando se
depositan en el follaje) o traslocados (se absorben desde el suelo o a través
del follaje).
La toxicidad aguda de estas sustancias es relativamente baja, y los estudios
subcrónicos y crónicos han demostrado que los efectos biológicos
significativos son mínimos.
Irritan la piel (exantemas cutáneos y dermatitis de contacto), en personas
alérgicas se pueden presentar una dermatitis de contacto grave, crisis
pseudoasmáticas e incluso reacciones anafilácticas.
Mecanismo de acción de los
herbicidas
Herbicidas
Compuestos clorofenoxi:
Reproducen la acción de las auxinas, una hormonas que estimulan el crecimiento.
La preocupación por la posibilidad de que una fabricación poco controlada o un
almacenamiento incorrecto del producto den lugar a la formación de dibenzofuranos y
dibenzodioxinas clorados, ha hecho que disminuya su uso en algunos países.
Las intoxicaciones accidentales o laborales provocan irritación aguda de la piel, ojos y
vías respiratorias, cefalea, vértigo, náuseas, cloracné, dolor muscular intenso en el
pecho, hombros y extremidades, cansancio, nerviosismo, irritabilidad, disnea,
disminución de la libido, intolerancia al frío.
Bipiridilos:
El paraquat se sigue utilizando en unos 130 países y es uno de los tóxicos respiratorios
más específicos que se conocen. Los signos y síntomas son letargo, hipoxia, disnea,
taquicardia, diarrea, ataxia, hiperexcitabilidad y convulsiones. La ingestión de
concentrados comerciales de paraquat es mortal.
El diquat es un herbicida de contacto de acción rápida cuya toxicidad es ligeramente
menor que la del paraquat. El diquat al igual que el paraquat forman radicales libres, la
necrosis tisular se asocia a la peroxidación por superóxido.
Herbicidas
Cloroacetanilidas: controlan las hierbas anuales y las malas hierbas
de hoja ancha al obstaculizar la síntesis proteica y la elongación de las
raíces. Todos estos agentes muestran una actividad mutágena a través
de sus metabolitos.
Fosfonometil aminoácidos (glifosato y glufosinato): son herbicidas
de amplio espectro, no selectivos, empleados para el control post-
emergente de las plantas anuales y perennes (hierba) y de las plantas
leñosas. Se los están utilizando en intentos de suicidio.
Glifosato: es un irritante ocular en los conejos y en los seres
humanos.
Glufosinato: inhibe irreversiblemente la glutamina sintetasa vegetal, lo
cual disminuye la bioactivación del amoníaco. El aumento de la
concentración de amoníaco altera la fotorrespiración y la fotosíntesis.
Mecanismo de acción del glifosato

Inhibe la 5-enolpiruvil-shikimato-3-fosfato sintetasa


(EPSPS), enzima de la vía de la biosíntesis de los
aminoácidos aromáticos que es esencial para la síntesis de
proteínas en las plantas.
Síntomas clínicos de las
intoxicaciones
Glifosato Glufosinato

Intoxicación leve: Los primeros síntomas clínicos


digestivos (náuseas, consisten en náuseas, vómitos y
diarrea.
vómitos, diarrea, dolor Al cabo de 24 horas se produce
abdominal) secundarios a la un deterioro de la respiración,
irritación y lesión de la crisis convulsivas, debilidad
mucosa, y se resuelven en muscular, convulsiones y muerte.
24 horas. Se cree que el causante de la
muerte, tanto con el glifosato
Intoxicación moderada: como con el glufosinato, sea la
úlceras intestinales, polioxietilenamina, agente
esofagitis y hemorragias, tensioactivo.
hipotensión, disfunción
respiratoria, trastornos
Generalidades
Un fungicida activo debe cumplir la siguientes características:
1. Mostrar una toxicidad baja para la planta pero alta para ese hongo

concreto.
2. Ser activo por sí mismo o tener la capacidad de convertirse (por enzimas

de la planta o del hongo) en un intermediario tóxico.


3. Ser capaz de penetrar en las esporas micóticas o en el micelio en

desarrollo para alcanzar el lugar de acción.


4. Formar sobre la superficie de la planta un depósito protector y duradero

que resista la luz solar, la lluvia y el viento de la interperie.


Todos los componentes comercializados muestran una cierta fitotoxicidad y,
debido a la degradación ambiental, son poco persistentes.
La toxicidad de la mayoría de los fungicidas para los mamíferos es baja. Sin
embargo, todos estos compuestos son citotóxicos, y la mayoría tiene efectos
mutágenos in vitro.
El interés para la población no sólo se centra en su capacidad mutágena sino
también en que casi el 90% de los fungicidas de uso agrícola son carcinógenos
en los modelos animales.
Clasificación de fungicidas según su
aplicación
Fungicidas foliares: se aplican en forma de líquido o polvos sobre las partes
verdes aéreas de las plantas, formando una barrera protectora sobre la
superficie cuticular y causando una toxicidad generalizada en los hongos en
desarrollo.
Fungicidas aplicados al suelo: se encuentran en líquido, polvo seco o
granulado, y actúan bien a través de la fase de vapor o bien mediante sus
propiedades sistémicas.
Fungicidas pos-cosecha: líquidos o en polvo, se aplican al cultivo cosechado
(granos de cereales, tubérculos, maíz) para evitar su infestación por hongos.
Clasificación de fungicidas según su
mecanismo de acción
Fungicidas protectores: se aplican a las plantas antes de que aparezca
cualquier hongo fitopático y previenen la infección, bien mediante una actividad
esporicida o bien modificando el ambiente fisiológico de la superficie de la hoja.
Fungicidas curativos: actúan penetrando en la cutícula de la planta y
destruyendo el micelio del hongo joven (las hifas) que crece en la epidermis de
la planta.
Fungicidas erradicadores: evitan el crecimiento de los hongos una vez que
han aparecido los síntomas, normalmente tras la esporulación, mediante la
destrucción tanto de las esporas nuevas como de los micelios.
Hexaclorobenceno (HCB)

Provoca un síndrome, denominado úlcera


negra, que se caracteriza por la aparición de
ampollas dérmicas y epidermólisis,
pigmentación y fibrosis, alopecia,
fotosensibilidad, hepatomegalia, porfiria, artritis
infecciosa, osteomielitis y osteoporosis de los
huesos de las manos.
Es una sustancia estable, tiene una
degradación y una biotransformación lentas,
persiste en el ambiente, se acumula en el tejido
Ditiocarbamatos

La nomenclatura
de los
dimetilditiocarbam
atos y
etilenobisditiocarb
amatos (EBDC)
Fumigantes
Se los utilizan para destruir los insectos, los nematodos, las semillas
de malas hierbas y los hongos presentes en el suelo y en los cereales
almacenados, las frutas y las verduras, en la ropa y en otros productos
consumibles.
Debido a la volatilidad de la mayoría de estos compuestos, el
tratamiento se realiza en espacios cerrados.
Los fumigantes van desde el acrilnitrilo y el disulfuro de carbono hasta
el tetracloruro de carbono, el dibromuro de metileno, la cloropicrina y el
óxido de etileno.
Fumigantes

Acrilonitrilo: Se
biotransforma en el cuerpo
a cianuro de hidrógeno.
Causa irritación en los ojos
y las vías respiratorias
superiores.
Disulfuro de carbono:
Fumigantes
Tetracloruro de carbono: Es menos tóxico que el cloroformo como depresor del SNC,
pero es mucho más hepatotóxico, particularmente si ha sido ingerido. El daño celular
hepático al parecer se debe a un radical libre generado durante el proceso inicial de
descloración. La inhalación de concentraciones elevadas o la ingestión del líquido
puede conducir a arritmias cardiacas que evolucionan a fibrilación. Ocurre daño del riñón
también con una toxicidad hepática mínima. El daño renal también se puede manifestar
por necrosis tubular aguda o por azotemia y fallo renal general. Aún el contacto tópico ha
dado resultado a una toxicidad renal aguda.
Bromuro de metileno: Es incoloro y casi inodoro, pero es un fuerte irritante de las vías
respiratorias bajas; algunas veces puede inducir edema pulmonar, hemorragia o
neumonía confluente. El inicio del problema respiratorio puede retrasarse de 4 a 12
horas después de la exposición. El compuesto es un depresor del sistema nervioso
central, pero también puede causar convulsiones. Los primeros síntomas del
envenenamiento severo incluyen dolor de cabeza, mareo, náusea, vómito, tremores
dificultad del habla y ataxia. En los casos más severos de envenenamiento causa
convulsiones mioclónicas y convulsiones tónicas generalizadas, las cuales algunas
veces no responden a la terapia inicial.
Fumigantes
Cloropicrina: Causa irritación severa en el tracto respiratorio superior, los ojos
y la piel. La inhalación de una concentración irritante algunas veces causa
vómito. Puede esperarse que la ingestión cause una gastroenteritis corrosiva.
Óxido de etileno: causa irritación en todos los tejidos expuestos. Las
soluciones acuosas del óxido de etileno causan ampollas y erosión de la piel
afectada. La inhalación de concentraciones elevadas es posible que cause
edema pulmonar y arritmia cardiaca. Las primeras manifestaciones de un
envenenamiento agudo son dolor de cabeza, náuseas, vómito, debilidad y tos
persistente. La expectoración de esputo espumoso y sangriento es
característica de la edema pulmonar.
Fumigantes
Fosfina: Se la utiliza como fumigante del grano. Se libera a partir del fosfato
de aluminio por contacto prolongado con la humedad natural del grano,
proporcionando una protección continua durante el transporte del cereal. Los
síntomas de intoxicación en los adultos consisten en disnea, tos e irritación
respiratoria, náuseas, cefalea, ictericia y cansancio.
Dibromuro de etileno/dibromocloropropano: A concentraciones
relativamente altas (>200 ppm), el dibromuro de etileno inhalado puede causar
edema e inflamación pulmonar en los animales expuestos. La exposición
repetida a concentraciones más bajas provoca necrosis hepática y lesión de
los túbulos renales proximales. Esta sustancia, junto con el 1,2-dibromo-3-
cloropropano (DBCP), ha provocado anomalías morfológicas en los testículos y
alteraciones de la espermatogénesis tanto en ratas como en humanos.
Raticidas
Para que un raticida sea eficaz pero seguro, debe cumplir las siguientes
características:
1. No tener mal sabor para las especies destinatarias y ser potente.

2. No provocar rechazo al cebo, para que el animal lo ingiera.

3. Causar la muerte de un modo que no levante sospechas de los

supervivientes.
4. Hacer que el animal intoxicado salga afuera a morir.

5. Ser específico de especie, con una toxicidad considerablemente menor

para otros animales que pudiera ingerir accidentalmente el cebo o comerse


al roedor envenenado.
Raticidas
Fosfuro de cinc: se hidroliza con agua para formar fosfina. El resultado es
una toxicidad celular generalizada con necrosis intestinal y lesiones en otros
órganos, como el hígado y los riñones. Los signos de intoxicación consisten en
vómitos, diarrea, cianosis, taquicardia, estertores, inquietud, fiebre y, varias
horas después de exposición, albuminuria. También se ha descrito la aparición
de hipertensión arterial, edema pulmonar, arritmias y convulsiones.
Ácido fluoroacético y derivados (fluoroacetamida): son sumamente
tóxicos, a lo cual ayuda su rápida absorción en el tubo digestivo. El
fluoroacetato se incorpora al fluoroacetil coenzima A, el cual se condensa con
oxalacetato para formar fluorocitrato. Éste inhibe la enzima aconitasa e impide
la conversión del citrato en isocitrato en el ciclo de Krebs, disminuyendo el
metabolismo de la glucosa, la respiración celular y las reservas de energía de
los tejidos. Estas sustancias químicas tienen una eficacia única en los ratones
y las ratas debido al elevado metabolismo de los tejidos que son sensibles a la
inhibición. En humanos, los primeros síntomas son digestivos y se observan
entre 30 y 100 minutos después de la ingestión. Las náuseas, los vómitos y el
dolor abdominal son sustituidos por taquicardia sinusal, taquicardia o fibrilación
ventricular, hipotensión, insuficiencia renal, espasmos musculares y síntomas
Anticoagulantes:
La anticoagulación tras la ingestión de warfarina tarda
entre 8 y 12 horas a causa de la semivida de los
factores de la coagulación que han sido sintetizados
con anterioridad. La desventaja de la warfarina es que
se necesitan varias dosis para que aparezcan los
efectos tóxicos.
Las superwarfarinas (brodifacum, cumaclor,
difencumarina) y las indanedionas (difacinona,
clorofacinona, pindona) se diferencian unas de otras
por la toxicidad aguda, la rapidez de acción y la
aceptación por parte del roedor.
El consumo durante varios días provoca hemorragias
gingivales y nasales, hematomas en las rodillas, los
codos y las nalgas, hemorragias digestivas con
melenas, dolor abdominal o lumbar, epistaxis y ACV.
Metales
Introducción
El uso que los seres humanos hacen de los metales influye en su transporte a
través del aire, el agua, el suelo y los alimentos, y altera la evolución y la forma
bioquímica de los elementos.
Los ciclos biológicos abarcan la bioconcentración por parte de las plantas y de
los animales, así como la incorporación a las cadenas alimenticias.
La actividad del ser humano no acorta la permanencia de los metales en los
minerales, da lugar a la formación de compuestos nuevos y favorece en gran
medida la distribución por todo el mundo mediante emisiones hacia la tierra, el
agua y la atmósfera.
Vías para el transporte de los
oligoelementos en el ambiente

Los metales se redistribuyen de manera natural en el ambiente mediante los ciclos geológicos y biológicos.
El agua de lluvia disuelve las rocas y los minerales y transporta físicamente el material hasta los arroyos y los
ríos, depositando y sustrayendo constituyentes del terreno adyacente y, finalmente, transportando estas
sustancias hasta el océano, donde precipitan en forma de sedimento o ascienden hasta el agua de lluvia
para ser trasladadas hacia otros lugares de la tierra.
Relaciones entre la dosis y el efecto
Alimentos,
Medios de exposición Aire, agua, agua, fármacos
polvo, etc. Aire

Inhalación Exhalación Ingestión

Principales vías de
absorción
Piel Vías Tubo digestivo
respiratorias

Exfoliación
Bilis

Otros Sangre Hígado


Transporte y Sangre
distribución órganos

Riñón

Principales vías
de excreción Sudor
Cabello
Orina Heces

Contaminación externa
Factores del huésped que influyen
en la toxicidad de los metales
Proteínas de unión a los metales
Proteínas específicas de Proteínas de transporte
unión a los metales de membrana
Transportadores de fosfato y sulfato:
Metalotioneínas: de bajo transfieren numerosos oxianiones metálicos
PM, presentan una gran a través de la membrana plasmática. El
vanadato y el arsenato son estructuralmente
afinidad por diversos parecidos al fosfato, mientras que el
metales esenciales y no cromato, el molibdato y el selenato son
semejantes al sulfato.
esenciales (cadmio, cobre, Transportadores de aminoácidos y péptidos
mercurio, plata y cinc). y portadores de solutos orgánicos: aceptan
metales en forma de complejos con
Transferrina: transporta moléculas endógenas (aminoácidos,
hierro férrico presente en el péptidos y bicarbonato). Ej.: el metilmercurio
forma complejos con la cisteína o con el
plasma. También transporta glutatión.
aluminio y manganeso. Otros ejemplos son los transportadores de
cationes divalentes y las bombas de
Ferritina: almacena hierro membrana activadas por el ATP que no está
en hígado, bazo y hueso. suficientemente desarrollado.
Tratamiento mediante
complejación y quelación
Complejación: es la formación de un complejo entre un ion metálico y un
donante de electrones, cargado o no, que se denomina, ligando (se puede unir
mediante uno, dos o más átomos donantes).
Quelación: cuando los ligandos bidentados forman una estructura anular que
engloba el ion metálico unido a los dos átomos de ligando.
Los metales pueden reaccionar con ligandos que contengan O-, S- o N-,
presentes en los grupos OH, COOH, SH, NH2, NH y N.
El quelante ideal debe ser hidrosoluble, resistente a la biotransformación,
capaz de llegar a los depósitos del metal, capaz de formar complejos atóxicos
con los metales tóxicos y susceptible de ser eliminado del cuerpo, debe tener
escasa afinidad por los metales esenciales, y en particular por el calcio y el
cinc.
Principales metales tóxicos con
efectos diversos
El arsénico está presente en el aire, agua
y diversos alimentos.
Fuentes contaminantes:
Laborales: Colorantes (vidrio, cerámica),
metalúrgica (aleación con otros metales,
impureza de diversos metales), fabricación
y utilización de insecticidas, herbicidas y
fungicidas, curtidos, etc.
Alimentarias: Agua (arsenicismo endémico
Farmacocinética: Se
absorben a través de
las vía digestiva,
respiratoria y cutánea.
Tratamiento:
En las intoxicaciones agudas por vía oral, se practicará inmediatamente un
lavado gástrico y se corregirán los transtornos electrolíticos. En el caso del
trióxido de arsénico, es importante verificar que no quedan restos de arsénico
en el estómago dada su elevada toxicidad.
El tratamiento específico de las intoxicaciones por arsénico es mediante la
utilización de quelantes. El más utilizado es el dimercaprol (BAL), por vía
intramuscular. El ácido dimercaptosuccínico y la d-penicilamina, también
aumentan la eliminación de arsénico, pudiéndose ambos, administrar por vía
oral.
Se emplea para la galvanización y como
cátodo de las pilas de níquel-cadmio,
como pigmento en las pinturas y los
plásticos. Es un producto secundario de
la extracción y de la fundición de cinc y
plomo.
Exposición: alimentos, humos de
cadmio, en las industrias.
Mecanismos de acción: inhibe a los
Los compuestos de cromo son
ampliamente utilizados en el medio
laboral (industria procesadora de cromita,
aceros inoxidables, industrias galvánicas,
curtidos, textil y en diversos pigmentos);
también se encuentra como impureza del
cemento.
La toxicidad de los compuestos de cromo
está relacionada con su acción irritante y
sensibilizante.
PLOMO

Exposición:
alimentos, pinturas a
base de plomo, agua
potable contaminada,
PLOMO: Manifestaciones clínicas

Intoxicación aguda: Las manifestaciones clínicas más importantes son:


Alteraciones digestivas: dolores epigástricos y abdominales, vómitos, diarreas negruzcas
y posteriormente la presencia de estreñimiento pertinaz. Excepcionalmente se han
descrito casos de insuficiencia hepática aguda.
Alteraciones hematológicas: anemia hemolítica.
Alteraciones renales: insuficiencia renal aguda.
Alteraciones neurológicas (encefalopatía saturnina): Es más frecuente en niños. Se
manifiesta en forma de convulsiones, y coma, que puede conllevar a la muerte en 2-3
días después de la intoxicación.
Intoxicación crónica: Pueden ocasionar alteraciones: digestivas (cuadro abdominal
agudo, con dolores intensos y difusos, vómitos y constipación), hematológicas (anemia),
neurológicas (encefalopatía, defectos auditivos, cefaleas, insomnio, alteraciones del
carácter y de la memoria), renales (nefropatía, metabolismo de la vitamina D),
endocrinas y del sistema reproductor. También se ha relacionado la exposición al plomo
con la aparición de hipertensión arterial. Se han descrito casos de impotencia y
alteraciones en los espermiogramas, mientras que las mujeres expuestas al plomo
presentan una mayor incidencia de esterilidad y abortos espontáneos.
PLOMO: Tratamiento
Intoxicación aguda: La ingesta oral requiere las medidas habituales
de descontaminación digestiva (lavado gástrico, carbón activado, etc.).
El uso de antídotos se planteará si la plumbemia supera los 20 µg/dL
en niños o los 40 µg/dL en adultos, pudiéndose utilizar EDTA o
penicilamina en función del estado clínico.
Intoxicación crónica: Debe separarse al paciente de la exposición al
plomo, iniciar un tratamiento sintomático y valorar la utilización de
quelantes. Para pacientes sintomáticos y con plumbemias superiores a
60 µg/dL, el EDTA monocálcico disódico es el quelante de elección.
Pacientes paucisintomáticos, o con plumbemias entre 40 y 60 µg/dL
pueden recibir d-penicilamina por vía oral. La d-penicilamina está
contraindicada en los pacientes alérgicos a la penicilina ya que, puede
presentar cuadros de hipersensibilidad cruzada.
Los compuestos mercuriales se han utilizado ampliamente en medicina,
principalmente en el tratamiento de enfermedades infecciosas y como
antisépticos. Actualmente las principales fuentes contaminantes son de origen
profesional.
Fuentes contaminantes: De las diferentes actividades laborales destacan:
minería (cinabrio), electrólisis, acumuladores eléctricos, fabricación de
instrumentos de precisión, restauraciones dentales, laboratorios, pinturas,
agricultura, productos farmacéuticos, explosivos, tenerías, espumas de
poliuretano, trabajos de joyería, etc.
Mecanismos de acción: Inhibe los grupos SH presentes en la mayoría de
procesos enzimáticos. Ocasionando necrosis y muerte celular. Las grandes
concentraciones alcanzadas durante la excreción renal provocan lesiones de
los glomérulos y túbulos renales.
Farmacocinética:
Absorción: respiratoria, digestiva, cutánea y transplacentaria. El mercurio
metálico prácticamente no se absorbe por vía digestiva mientras que otros
compuestos mercuriales se absorben por vía oral. Diferentes compuestos
mercuriales atraviesan la barrera placentaria, encontrándose concentraciones
similares de mercurio en sangre materna y en el cordón umbilical. También se
han descrito casos de absorción de mercurio por vía parenteral,
describiéndose casos mortales debido a un embolismo pulmonar.
Distribución y Vida Media: Se distribuye más del 80% entre sangre, músculo,
hígado y riñones con una vida media entre 1 y 2 meses. Alrededor del 4% de
mercurio se retiene en el SNC siendo su vida media de varios años.
Eliminación: Por la vía renal y en menor proporción por tracto gastrointestinal,
secreción biliar, sudor, pelo y leche materna.
Manifestaciones clínicas
Intoxicación aguda: La ingesta de una sal de mercurio, puede ocasionar un cuadro
clínico que se caracteriza por una gastroenteritis aguda, estomatitis y colitis ulcero-
hemorrágica, también puede presentarse una insuficiencia renal aguda, como
consecuencia de una necrosis tubular aguda que afecta esencialmente a los túbulos
proximales, en los casos graves se presenta shock e incluso puede conllevar la muerte.
La inhalación de altas concentraciones de mercurio puede producir una irritación del
parénquima pulmonar que conlleve a un edema agudo de pulmón.
Intoxicación crónica: La exposición crónica al mercurio suele cursar en forma de
gingivitis y estomatitis, con salivación excesiva y dolor gingival, algunas veces se
observa un rodete mercurial (pigmentación de las encías) y con frecuencia hay pérdida
de piezas dentarias. Las alteraciones del SNC se manifiesta por cambios de carácter y
de personalidad; el paciente puede presentar una timidez excesiva, insomnio,
irritabilidad, pérdida de memoria, alucinaciones y estados maníaco-depresivos. Aunque
son excepcionales también puede ocasionar polineuropatías, sensitivo-motora que
afectan a las extremidades inferiores. También se han descrito alteraciones renales
(insuficiencia renal crónica) con afectación de los glomérulos y de los túbulos renales.
Tratamiento:
La ingesta de compuestos inorgánicos de mercurio son potencialmente
cáusticos y requieren un tratamiento con emolientes y reposición hidro-
electrolítica.
Si la intoxicación es grave se procederá a la descontaminación digestiva
mediante vaciado gástrico, carbón activado y catárticos.
Iniciar simultáneamente el tratamiento quelante y evaluar la indicación de una
fibrogastroscopía.
El quelante de elección para la intoxicación aguda es el dimercaprol.
La d-penicilamina es de elección en las intoxicaciones crónicas por mercurio
inorgánico.
Níquel
Introducción: Es un carcinógeno para el aparato respiratorio en los
trabajadores de las industrias refinadoras de níquel. Entre la población general
es frecuente la dermatitis de contacto de origen alérgico.
Exposición: se produce por inhalación, ingestión o contacto dérmico. A través
de los alimentos, utensilios de cocina y broches y cierres de la ropa que
contienen níquel.
Efectos tóxicos: el riesgo más elevado entre los trabajadores altamente
expuestos al sulfuro de níquel, al óxido de níquel y al níquel metálico
corresponde a los cánceres de pulmón y nariz.
Dermatitis: representa entre el 4 y el 9% de las dermatitis alérgicas. La
sensibilización puede producirse a través de productos metálicos de uso
corriente, como las monedas.
Metales esenciales con
capacidad tóxica
Cobalto, cobre, hierro, magnesio, manganeso, molibdeno,
selenio y cinc
Cobre
Exposición: alimentos y agua potable. Las laborales
se producen por metales sólidos en la industria minera
y por gases de cobre en los trabajadores de las
fundiciones, los soldadores y otras actividades afines.
Efectos tóxicos: la ingestión produce síntomas
digestivos (náuseas, vómitos y diarrea). La ingestión
de grandes cantidades de sales de cobre, provoca
una necrosis hepática y muerte. La enfermedad de
Wilson (o degeneración hepatolenticular) se
caracteriza por la acumulación excesiva de cobre en
el hígado, cerebro, riñones y córneas. Es posible
revertir el trastorno del metabolismo del cobre
mediante un trasplante hepático, lo cual confirma que
el origen del defecto se encuentra en el hígado. El
tratamiento con quelantes consigue la mejoría clínica.
Hierro

En el tubo digestivo se absorbe entre el 2 y el


15% del hierro, mientras que la eliminación
supone únicamente cerca de un 0.01% al día.
En condiciones normales, el exceso de hierro
ingerido se excreta, y una parte queda en las
células intestinales desprendidas, en la bilis y en
la orina, e incluso en el sudor, las uñas y el pelo,
aunque en cantidades más pequeñas.
La intoxicación aguda por hierro suele ser
secundaria a la ingestión, accidental o
intencionada, de medicamentos que contienen
Cinc
Este metal está presente en la mayoría de los alimentos, agua y aire, y su
contenido es más elevado en las sustancias que están en contacto con cobre
galvanizado o con las tuberías de plástico. Los mariscos, las carnes, los
cereales, los derivados lácteos, las nueces y las legumbres son ricos en cinc.
Incluso los vegetales en crecimiento absorben el cinc del suelo.
Este metal estimula la síntesis de metalotioneína, un factor que regula su
absorción y almacenamiento. Se quela con cisteína, con histidina o con ambas,
formando “dedos de cinc” que se fijan a regiones específicas del ADN y a
diferentes factores de la transcripción, como los receptores de las hormonas
esteroideas y las polimerasas. Además, estabiliza las membranas mediante su
unión a los ligandos de membrana que protegen la geometría estructural de los
componentes proteicos y lipídicos. Es esencial para el desarrollo y el
funcionamiento normales del sistema nervioso.
Se han descrito molestias digestivas y diarrea tras la ingestión de bebidas
envasadas en latas galvanizadas o por el uso de utensilios galvanizados. La
fiebre por humo metálico secundaria a la inhalación de gases de cinc recién
formados aparece entre 4 y 8 horas después de la exposición. Normalmente se
observan escalofríos y fiebre, sudoración profusa y debilidad. La patogenia se
ha atribuido a la liberación de pirógenos endógenos tras la lisis celular.
Metales empleados en
tratamientos médicos
Aluminio, bismuto, oro, litio y platino
Aluminio

La exposición humana al aluminio se


produce a través de los alimentos, agua
potable y productos farmacéuticos.
En los seres humanos, los órganos
afectados son los pulmones (fibrosis
pulmonar), los huesos (osteomalacia) y el
SNC (neurotoxicidad: daño, demencia,
pérdida de la memoria, apatía, temblores
severos).
El aluminio procedente de la lluvia ácida
daña las branquias de los peces y puede
causarles la muerte.
Se lo utiliza como
medicamentos (depresión) y
en la industria en aleaciones
y como agente catalítico,
además como lubricante.
El hidruro de litio produce
Platino

Por su uso en los convertidores


catalíticos, el platino se encuentra en
el polvo de los arcenes allí donde la
densidad del tráfico rodado es alta.
Efectos alergénicos de las sales de
platino. El platino en sí mismo suele
ser inocuo, si bien puede provocar

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