Se trata de una medida necesaria, atinada y oportuna,
porque antes de sancionar, lo prioritario es inculcar valores para toda la vida. Así, la educación desde la etapa escolar ayudará a que exista una sexualidad responsable y que nuestra sociedad, con el paso de los años, logre desterrar lastres como el machismo o la violencia contra la mujer.
La educación sexual es un derecho de los niños y
adolescentes. Ésta no consiste solo en hablar de reproducción u órganos genitales, sino en transmitir valores, habilidades y actitudes positivas hacia la sexualidad y la forma de vivirla. La educación sexual debe ser entendida como un derecho de la niñez, la juventud y la población en general. Una educación que no incluya la educación sexual, simplemente no puede llamarse educación integral.
La educación integral en sexualidad es un proceso de
enseñanza y aprendizaje basado en planes de estudios que versa sobre los aspectos cognitivos, psicológicos, físicos y sociales de la sexualidad El programa de educación sexual integral se basa en tres dimensiones:
Reforzar la educación sexual en los colegios es una
necesidad, pero hay que hacerlo dialogando con los padres de familias, informándoles, haciéndolos partícipes del proceso, desde una posición de Estado. Hablar de sexualidad en la escuela es:
Hablar del poder y su distribución entre varones y
mujeres.
Hablar del cuerpo y la genitalidad, del placer, las
sensaciones y sentimientos.
De la masturbación, de relaciones sexuales, de la
penetración y otras formas de relaciones sexuales.
De la concepción y anticoncepción, del aborto , de la
maternidad y paternidad. Porque enseñar sexualidad en los niños
. Ayuda a manejar sus emociones y la presión de sus
amistades y compañeros.
. Permite control sobre sus vidas y todo tipo de relaciones
amorosas.
.protege del abuso sexual y que se conviertan en
abusadores sexuales
. Aprenden de su sexualidad desde el día en que nacen,
por lo tanto ayudarlos a que se sientan bien respecto a ella, permitirá que en un futuro tengan la confianza para hacer preguntas respecto al tema. Tipos de educación: Formal, no formal, informal.
Educación formal: es la educación que se transmite en instituciones
reconocidas, sobre todo el colegio en sus múltiple variantes, y que responde a un curriculum establecido, normalmente controlado por el gobierno u otras instituciones. Tiene diferentes grados de obligatoriedad según el sistema educativo de cada país.
Educación no formal: se da en aquellos contextos en los que,
existiendo una intencionalidad educativa y una planificación de las experiencias de enseñanza-aprendizaje, éstas ocurren fuera del ámbito de la escolaridad obligatoria.
Educación Informal: aprendizaje que se obtiene en las actividades
de la vida cotidiana relacionadas con el trabajo, la familia o el ocio. No está estructurado en objetivos didácticos, duración ni soporte, y normalmente no conduce a ningún tipo de certificación. Puede ser intencional, pero en la mayoría de los casos no lo es (es fortuito o aleatorio). Educación sexual: Informal
Es la educación sexual entre los jóvenes tiende a darse principalmente entre
amigos, o a través de los medios masivos de comunicación o simplemente a través de la misma experiencia. Las tutoras ni los padres saben cómo abordar el tema.
Como sabemos, vivimos en una sociedad donde la
sexualidad es un tema tabú, pues se le asocia a la genitalidad, es decir, sexo placentero. Por eso argumentan que el tema debe tocarse hacia el final de la etapa escolar y “solamente para evitar embarazos”.
Pero es preocupante que en las escuelas en vez de
informar adecuadamente sobre sexualidad, son los profesores quienes “desinforman” y dan conceptos errados
Por su parte, los padres de familia evitan hablar del tema
y muchas veces tienen que lidiar contra sus propios prejuicios. Por ello, es necesario y urgente que exista una educación sexual integral en las escuelas, con un enfoque de género e intercultural, donde se capacite adecuadamente a los padres de familia y a los profesores.
El país debe formar ciudadanos que respeten los derechos
de los demás y no toleren la violencia, y esto nos obliga como país a educar para que los peruanos del presente y del futuro lleven adelante una vida sexual responsable, y cambiar así cifras como las del embarazo adolescente, que llega al 13% a escala nacional, pero que se eleva a 23% en las zonas rurales y 24% entre los segmentos más pobres. La educación nos ayudará.