You are on page 1of 25

La conservación de los suelos requiere el uso de cada unidad de

terreno conforme a las necesidades y adaptación. PASOS:

1. Hacer un estudio físico de las tierras con el fin de obtener


datos para la clasificación de capacidades agrológicas.

2. Clasificar las tierras haciendo un amplio uso de los


conocimientos adquiridos por los agricultores prácticos así
como del obtenido por medio de experimentos.
Para realizar un plan agronómico completo para una granja se
necesitan dos grupos de datos:

1. Consiste en el estudio de los terrenos

2. Comprende algunos informes sobre el aspecto económico de la


agricultura

     
   
  
       
     
Se suele definir la ´capacidad agrológicaµ como un sistema
consistente en recoger todos los datos importantes que
conduzcan a una valoración de la capacidad productiva de los
suelos, teniendo en cuenta que el uso agrícola intensivo del
suelo sea compatible con el mantenimiento de la capacidad
productiva.

La clasificación de los suelos según su capacidad agrológica


permite valorar el grado de explotación agrícola, ganadera y
forestal a que puede someterse un terreno sin dañar su
capacidad productiva. Pero para poder hacer dicha valoración
es requisito indispensable el haber efectuado previamente un
reconocimiento de la morfología y propiedades de los suelos.
Para valorar la capacidad productiva es necesario conocer
una serie de propiedades edafológicas fácilmente
diagnosticables en el campo o bien mediante simples análisis
de laboratorio. Las propiedades más importantes son las
siguientes:

Edafoclima (precipitación y temperatura).


Pendiente.
Profundidad del suelo.
Textura.
Pedregosidad y rocosidad.
Grado y riesgo de erosión.
Necesidad de medidas de conservación.
Drenaje (presencia de una capa freática o propiedades
hidromórficas).
Fertilidad.
Salinidad.
Facilidad o dificultad del laboreo agrícola.
Ä Sin métodos especiales
   
  Ä Con métodos sencillos
Ä Con métodos intensivos

   
 
Ä Con uso limitado y con métodos intensivos
 

 

   


  Ä Sin emplear restricciones o métodos especiales
   Ä Con restricciones moderadas
      Ä Con severas restricciones

Ä Por lo general, tierras demasiado escabrosas,


  
  arenosas, húmedas o áridas, no apropiadas para
  

 cultivo, pastoreo o silvicultura, pero que pueden
ser útiles para animales de vida silvestre
Estas tierras deben ser laborables, es decir, bastante profundas, y estar
exentas de piedras para ser cultivables.

Las tierras muy húmedas deben drenarse o ser drenables.

Las tierras bajas no deben estar expuestas a inundaciones.

En las regiones áridas las tierras deben ser irrigables y contar con agua
disponible.

Los factores que sirven para diferenciar las clases I, II, III, son:
Susceptibilidad a la erosión, declible, drenaje natural, permeabilidad, riesgo de
inundaciones, y en ciertos casos, la fertilidad natural.
La tierra es apropiada para cultivo sin necesidad de métodos
especiales.

Debe ser laborable y por lo menos moderadamente productiva.

Debe ser casi llana.

Debe estar exenta de inundaciones.

Debe tener buen drenaje, natural o artificial.

Necesita la reintegración de elementos nutritivos consumidos


por las cosechas y arrastrados por la filtración.

Las tierras de la clase I son con frecuencia, aunque no


necesariamente, las más productivas, y por lo regular las más
adecuadas, porque no exigen métodos especiales para su
cultivo.
Es apropiada para cultivar con métodos sencillos en
forma permanente.

Los métodos especiales que se necesitan son:

ã combatir la erosión.
ã conservación de las aguas.
ã Drenaje simple.
ã Regadío simple.
ã Remoción de piedra y otros impedimentos.
ã Aumento de la fertilidad.
Es apropiada para cultivo permanente utilizando métodos
intensivos.

Requiere la adaptación cuidadosa e intensiva de los mejores


procedimientos factibles para contrarrestar l a erosión o para el
aprovechamiento del suelo.

Algunas prácticas necesarias son:

ã Medidas contra la erosión.


ã Conservación del agua.
ã Drenaje.
ã Métodos intensivos de riego.
ã Remoción de las piedras grandes o numerosas.
ã Aumento de la fertilidad mediante el empleo de fertilizantes
o mejoramientos del suelo.

Por lo general se requiere una combinación de diversas prácticas


para el cultivo seguro y permanente de la tierra de la clase III.
Sirve únicamente para cultivos muy limitados.

Puede ser más escarpada que la tierra de la clase III, estar más
desgastada o ser más susceptible a la erosión.

Menor fertilidad o mayor soltura y porosidad ²

No es tierra buena para cultivos carpidos y se utiliza mejor para


vegetación permanente.

Parte de la tierra casi llana de drenaje imperfecto, clasificada en la


clase IV no esta expuesta a la erosión.

En regiones semiáridas parte de la tierra clasificada en la clase IV,


es apta para cultivos forrajeros.

En las zonas húmedas casi toda la tierra de la clase IV es buena para


arboledas y a menos que se necesiten para pastoreo.
No es propia para cultivos, pero sirve sin limitaciones de
carácter especial para vegetación permanente, como
praderas y arboledas.

Debe ser casi llana y no estar expuesta a la erosión por


lluvia o por viento.

Consiste principalmente de terrenos demasiados


húmedos o pedregosos para ser cultivados, pero
producen forraje y productos forestales.

No hay necesidad e prácticas ni restricciones


especiales para proteger la tierra si bien para mejorar
la producción convendría restringir el pastoreo o el
corte de árboles maderables
Es adecuada para vegetación permanente, y se usara para
pastoreos o bosques con restricciones moderadas.

No es adecuada para cultivo.

Tiene declive moderado por lo cual esta dispuesta a la erosión por la


lluvia o esta sujeta a la erosión por el viento.

Usada en forma moderadamente restringida, produce rendimientos


medios de forraje y productos forestales.

Es más escarpada.

Su estado de erosión no debe ser tan avanzado que impida


aprovecharla bien.

Los terrenos mal drenados son pocos.


No es propia para el cultivo.

No son aplicables a la tierra de pastoreo.

En regiones húmedas los pastos necesitan generalmente


fertilización abundante y la regulación cuidadosa del pastoreo.

Se recomienda que la mayor parte de esta tierra debe


destinarse a bosques.

En las regiones húmedas, la mayor parte de la tierra


severamente erosionadas por cárcavas pertenece a la clase VII
y debe sembrarse de árboles.

Es escarpada, quebrada, erosionada o susceptible a una seria


erosión por el viento.

Puede usarse para la siembre de árboles o pastos.


No es apropiada para el cultivo ni para la producción de
vegetación útil y permanente.

Comprende principalmente terrenos quebrados,


pedregosos y áridos o pantanos imposibles de desecar.

Las pantanosas, pueden dedicarse lucrativamente a la


reproducción de animales silvestres.

You might also like