anteriores y posteriores. Los anteriores serían aquellos que aparecen en los libros de Josué a Reyes, textos que ya hemos comentado en el capítulo anterior, dedicado a los libros históricos. Mencionaba la Biblia Hebrea a los profetas posteriores indicando que éstos eran los libros de Isaías, Jeremías y Ezequiel, más los doce profetas siguientes. SEPARACIÓN POR ÉPOCA
Nuestra clasificación quedaría distinta al orden en el
que habitualmente están las Biblias que hoy manejamos. En el siglo VIII a. C. destacaron cuatro grandes profetas: Isaías, Miqueas, Amós y Oseas. El siglo VII a.C. tuvo otros cuatro profetas: Sofonías, Jeremías, Nahum y Habacuc. El siglo VI a. C. en la época del destierro destacaron: Ezequiel, II Isaías y Abdías. El siglo V a. C. y siguientes, en la etapa Persa, hablamos de: Ageo, III Isaías, Zacarías, II Zacarías, Malaquías, Joel, Jonás y Daniel. TRIPLE TRADICIÓN DE ISAÍAS
Ya se puede apreciar que en esta clasificación
he separado algunas partes de un mismo libro. Así por ejemplo, Isaías está compuesto por tres profetas de diferentes etapas que llamamos I Isaías, II Isaías, y III Isaías. Hoy tenemos agrupados a estos tres profetas en un solo libro, pero sabemos que fueron escritos en distintas épocas. Algo semejante sucede con Zacarías. JEREMÍAS
Aún nos quedarían algunos otros libros
especiales de los profetas como la Lamentaciones, atribuidas a Jeremías y en género lírico, a modo de composición dramática y funeraria por la destrucción de Jerusalén. Otro libro especial que estudiaremos es el de Baruc. CONCEPTO DE PROFETA .
Este conjunto de libros se llamó en la
tradición hebrea, los "Nabii", es decir los profetas. Formaba el segundo gran bloque de libros del AT, detrás de la Ley o Pentateuco, y por delante del resto de libros. VIDENTES
La palabra que utilizaron los griegos, " profeta", fue
traducida de la palabra "Nabii", pero hubo otros términos que emplearon los hebreos para referirse a este tipo de personas. En ocasiones se les denominaba "videntes", traducido del hebreo "r´h". El caso más típico de un vidente-profeta es el del profeta Samuel: es un hombre que conocía las cosas ocultas, si se le pagaba podía consultar el futuro . De hecho, aparece usando algunos medios de adivinación tales como examinar las entrañas de los animales que fuera a sacrificar. De todas formas, este término, "vidente", se usó más bien poco. Lo mismo sucedió con otro término que también significaba "vidente", fue "hzh". Este título se le dio a Gad ( 2 Sam 24 ), o a Amós ( Am 7,12 ). La idea es que se trata de hombres estimados porque conocían el futuro o las cosas ocultas. Bastante más usado fue el término "hombre de Dios", que fue utilizado y aplicado para Moisés o David, y más tarde para los profetas del siglo X a. C., es decir, Elíseo y otros. Este título está expresando la relación estrecha y especial que tenía el profeta con Dios, podía obrar milagros, hablar en su nombre y hacer cosas extraordinarias. NABII
Sin embargo, "Nabii", fue el término más
usado, de hecho es la traducción directa de profeta. Esta palabra empieza a ser aplicada desde el siglo X a. C., y claramente se impone a los demás vocablos. Cuando llegó el helenismo, "nabii" se tradujo siempre por la palabra griega "prophemi". PROPHEMI
El término profeta, en castellano, proviene del
griego, "prophemi", que etimológicamente significaría el anunciador. En nuestra tradición cultural el profeta sería aquel que profetiza, el que predice el futuro. También se ha asimilado popularmente a las personas con especial conciencia social, con fuerte sentido de vocación por una causa. Así se entiende, que son profetas de nuestro tiempo Ghandi, Luther King o Juan Pablo II. Esto hace que pierda su sentido primero y más original, podemos correr el riesgo de perder los matices que en otro tiempo tuvo. CANON
La idea más arraigada que se tiene de los profetas es
que tienen un papel de predecir el futuro. Hay que buscar en qué momentos anunciaron al Mesías, demostrando que Jesús es el que tenía que venir. Este trabajo aparece ya en el NT, donde los Evangelistas quieren encajar los textos mesiánicos de los profetas con la persona de Jesús. Ninguno de estos libros es considerado deuterocanónico, si exceptuamos alguna parte en arameo y griego del libro de Daniel. El mismo Lutero no puso en duda ninguno de los libros de los profetas, que siempre han gozado de gran validez entre los creyentes. Al nivel dogmático creemos, y así lo proclamamos en el "Credo", que el Espíritu Santo habló por los profetas. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL PROFETISMO .
Cuando decimos que hay una pluralidad
entre los profetas, que no son iguales, estamos afirmando que existen diferentes clases de profetas, es decir que podemos clasificarlos. Al igual que cualquier otra clasificación que usemos, lo que organicemos estará en función de los criterios que empleemos y de las conclusiones a las que queramos llegar. CLASIFICACIÓN DE PROFETAS
Desde una perspectiva sociológica se pueden
clasificar los profetas en "profetas marginales" y "profetas institucionalizados". Los "marginales" arrancan de la periferia social, funcionan como ajenos a la sociedad a la que intentan cambiar. Los "profetas institucionalizados" nacen del interior de la sociedad, están integrados en estructuras sociales, se enfrentarán menos a la sociedad, serán menos polémicos. Se ha diferenciado profetas mayores y menores, según el número de paginas. Mayores serían Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel , menores el resto. ETAPAS DEL PROFETISMO
A grandes rasgos hablamos de tres momentos: la
etapa preclásica, la clásica y la decadencia del profetismo. Estudiamos una por una, indicando que la etapa preclásica coincide con los profetas anteriores. La clásica y posclásica corresponde a los libros de los profetas que disponemos en la Biblia. La etapa preclásica, abarca desde el inicio del profetismo, hacia el siglo XII a. C. hasta el siglo VIII a. C. Estos profetas son variados, pero se caracterizan en que no disponemos de ellos ningún escrito de sus profecías. Sabemos de ellos de manera colateral y en el contexto de los relatos históricos. COMUNIDADES PROFÉTICAS
Los escritos más antiguos que nos hablan de
profetas, están en 1 Sam 10, 5-13 y 1 Sam 19, 18-24. Está haciendo referencia a unos grupos de profetas que viven en común, que sólo profetizan juntos, y que lo hacen entrando en una especie de trance, con arrebatos en los que participa la música y la danza. Podemos definir sus actividades como de una excitación grupal, de tipo sacro y cultual en la que gritan y hacen gestos extraños. Es una especie de arrebato que podríamos comparar con prácticas rituales y sagradas de otros pueblos primitivos. Sin embargo, hay en estas prácticas rituales algo distinto a otras religiones. La función de estos profetas está vinculada a la crisis militar y política que vive el judaísmo. No es un simple ritual sagrado, estamos ante algo más. Estos exaltados fueron apoyados por Saúl en su lucha contra los filisteos, parece además, que son fervientes defensores de la unidad religiosa, lo cual provocó enfrentamientos con el poder. El antecedente de estos profetas podría estar en el relato de Moisés, cuando se pusieron un grupo de ancianos a profetizar, Num 11 . El pueblo judío consideraba esto como algo del Espíritu de Yahvé. De estos grupos de profetas, el que conocemos mejor, el más importante de esa época es Samuel. La tradición lo coloca muy cerca de Moisés en importancia. Sabemos lo que hace: sacrifica como un sacerdote, es un vidente, hace de juez e interviene en la política. Anunciará el castigo para la familia de Eli (1 Sam 3). También ungirá al Rey Saúl, aunque más tarde denunciará sus excesos enfrentándose contra él (1 Sam 13 y 15). Esto es quizás el rasgo más "profético" de todos, la denuncia y el anuncio de castigos. PROFETAS DE CORTE
Una generación más tarde nos encontramos con
profetas junto a la corte regia y con los Reyes. Estamos en la época de David y aparecen dos videntes importantes: Gad y Natán. Gad aparece poco, aconsejando a veces y anunciando un castigo ( 2 Sam 24 ). Natán está presente en momentos decisivos de la vida de David, en el templo, en el adulterio y en el crimen cometido por el rey. Aparecerá también buscando sucesor, al modo de Samuel (2 Sam 7 y 12 y en 1 Re 1). Estos profetas parecen "profetas de la corte", viven en palacio, pero llama la atención que no son serviles, presentan con una amplia libertad siendo muy críticos con el rey. ELÍAS
Los más grandes profetas de acción anteriores al
periodo clásico son Elías y Eliseo . Elías es el máximo representante de la tradición profética, lo colocamos junto con Moisés en el relato de la transfiguración en el NT. Parece ser que su obra se desarrolla sobre el 880 a.C. Es un hombre solitario, sus apariciones son para exponer el mensaje de Dios y desaparecer. Estamos en una época de gran avance del paganismo representado por los dioses Baales. El culto de Baal se va imponiendo arrinconando a Yahvé, es entonces cuando interviene Elías anunciando castigos. Elías es defensor de la justicia y del verdadero culto. La tradición judía narra, al igual que otras mitologías, al profeta Elías subiendo al cielo arrebatado por un carro, quizás para explicar que se desconociera la tumba de Elías, siendo éste tan importante para el judaísmo. La tradición judía más antigua entendía además, que Elías tenía que volver, antes de la llegada del Mesías. El cristianismo identificó a Elías con Juan el Bautista, el precursor. ELISEO
El siguiente profeta, sucesor de Elías es
Eliseo. Eliseo está en escena sobre el 855 hasta el 798 a. C. Encontramos los textos relativos a Eliseo en 2 Re 2 a 13, pero están dispersos y fragmentados. Eliseo presenta un doble rostro, aparece en ocasiones como un hombre popular, milagrero, con muchas anécdotas. Es un hombre pacífico y legendario, ayuda a los humildes y es una especie de "padre espiritual" de otros profetas. Pero también tiene una faceta política, es un hombre de acción y está enfrentado visceralmente a la monarquía representada por la dinastía de los Omridas. De hecho, podemos incluso considerar que la caída de esta dinastía fue propiciada y promovida por la oposición constante de Elías y Eliseo. Aunque los "siguientes monarcas", cercanos a Eliseo, no se comportaron mejor. MUCHOS MILAGROS. HIJOS DE PROFETAS
En medio de las narraciones de Eliseo aparecen unos
grupos de profetas, con un carácter comunitario muy significativo y curioso, parece que se trata de hombres casados, en vida comunitaria, son mendicantes y viven en extrema pobreza. Se les suele llamar "hijos de profetas" que significaría sin más que son profetas. Posiblemente son grupos religiosos fuertes independientes de la corte, serían algo así como los representantes de la pureza de la fe en Yahvé. Estamos ante los cimientos del profetismo clásico posterior, muy vinculado a estos grupos de profetas. Esto es muy interesante para comprender como se redactaron los libros de los profetas. Así, por ejemplo, si hablamos del libro de Isaías, aunque tradicionalmente nos ha llegado como el libro de un profeta, la crítica moderna llega a diferenciar tres escritores de siglos muy distintos en el mismo libro de Isaías. Estos tres escritores pertenecieron a la misma escuela de profetas vinculados a la tradición de Isaías, el primero sería Isaías, pero después hay otros profetas que añaden oráculos y palabras, desconocemos sus nombres, los tenemos que llamar, el segundo y el tercer Isaías. Estos grupos de profetas fueron verdaderas escuelas de pensamiento y seguramente son los encargados de recopilar las palabras del profeta.