Anatomía • El nervio ciático mayor es el nervio periférico más voluminoso y largo del organismo. Es un nervio mixto que se forma de las raíces L4, L5, S1 y S2. Abandona la pelvis a través del agujero ciático mayor, por debajo del músculo piriforme. • En la región glútea, este nervio discurre al principio algo lateralmente para después curvarse y tomar la dirección longitudinal del muslo inervando los músculos semitendinoso (L4-S2), semimembranoso (L4-S2) y bíceps femoral (L4-S2), (es decir los músculos isquiotibiales, que son flexores de la articulación de la rodilla) y el músculo aductor mayor del muslo (L2-L4), también inervado por el nervio obturador. • Cruza el tendón del músculo obturador interno y el músculo cuadrado femoral a nivel de la transición de la región glútea hasta el muslo. En este lugar, el nervio está situado frecuentemente hacia la mitad; a veces sin embargo, se sitúa en el tercio interno de la línea de unión entre el isquion y el trocánter mayor. Durante todo el recorrido, el nervio ciático se ve cubierto por el músculo glúteo mayor.
• El tronco común pasa entre el trocánter mayor y la
tuberosidad isquiática hasta alcanzar la fosa poplítea superior, donde da lugar al nervio ciático poplíteo externo, prolongación de las fibras laterales y al nervio ciático poplíteo interno, continuación de las fibras mediales. • Dicho nervio recoge la sensibilidad de la cara posterior del muslo y de toda la pierna, a excepción de una estrecha franja interna inervada por el nervio safeno interno. Evaluación de la Ciática • La ciática, que se produce a causa de la irritación del nervio ciático, es muy dolorosa y puede durar varios días, llegando a incapacitar al paciente. Aprende a prevenir su aparición y a disminuir sus molestias. ¿Qué es la Ciática?
• Se llama ciática a la irritación del nervio ciático que provoca que el
paciente sienta dolor en la parte baja de la espalda, un dolor que se extiende hacia la parte de atrás de una de las piernas, y puede llegar hasta la punta del pie en ocasiones. A veces el nervio irritado no es exactamente el nervio ciático, y el dolor afecta a la parte lateral o delantera de la pierna, pero se suele mantener el nombre de ciática o ataque de ciática en el lenguaje popular. • La irritación del nervio ciático se produce cuando este se comprime por cualquier cuerpo que se encuentre en su recorrido. Las raíces de este nervio nacen de la médula espinal, salen a través de las vértebras, y se fusionan formando el nervio, que es tan ancho como un dedo de la mano (es el nervio más grande del cuerpo humano). A partir de ahí baja hacia la pierna por detrás de los glúteos, del muslo y la rodilla, inervando todos los músculos que encuentra por el camino y la piel de su recorrido hasta llegar al borde externo del pie. Causas más Frecuentes • Hernia de disco vertebral: es con diferencia la causa más frecuente de ciática. Los discos vertebrales se encuentran entre las vértebras y amortiguan el roce que se produce entre ellas a causa de los movimientos, haciendo que la columna vertebral sea flexible. Su interior es viscoso y, con el tiempo, puede protruir (desplazarse) fuera del propio disco hacia la médula espinal, donde comprime las raíces del nervio ciático de uno de los lados. La hernia discal suele aparecer en varones adultos que realizan trabajos donde cargan peso, y también son habituales en varones con sobrepeso. • Estenosis del canal lumbar: sucede en personas ancianas. La médula espinal está protegida por el canal óseo que forman las vértebras, y con el tiempo este canal puede estrecharse debido a la artrosis, principalmente. La región lumbar, es decir, la parte más baja de la espalda, suele ser la zona más afectada, y se produce ciática al comprimirse las raíces nerviosas. En este caso la ciática puede ocurrir a la vez en los dos lados del cuerpo y su principal característica es que aparezca un dolor progresivo mientras se camina, que desaparece poco después de sentarse o inclinarse hacia delante. • Síndrome piriforme: el músculo piriforme se inserta en la pelvis y en el fémur, de forma que cuando se contrae acerca la pierna. Lo habitual es que el nervio ciático pase por debajo de este músculo, pero hay personas en las que el nervio atraviesa el músculo (aproximadamente el 10% de la población). Se pueden formar contracturas en el músculo piriforme que compriman el nervio ciático; esto sucede principalmente después de lesiones que limitan el caminar. • Fracturas: lógicamente, cualquier fractura de los huesos localizados en el recorrido del nervio ciático puede alterar su recorrido y comprimirlo. Sin embargo, la primera preocupación en estos casos será la propia fractura. • Tumores: pueden comprimir el nervio ciático al crecer sin control. El tumor que provoca ciática con más frecuencia es el condrosarcoma en ancianos. Afortunadamente no es muy frecuente. También se puede producir ciática por un tumor de páncreas que invade la columna vertebral o a causa de metástasis vertebrales, aunque es más frecuente que sólo provoquen lumbago. • Enfermedad de Paget: esta enfermedad no da síntomas con frecuencia, pero está más extendida de lo que se piensa entre los ancianos. Consiste en la formación de hueso de forma descontrolada sin llegar a ser un tumor. La pelvis es el hueso más afectado y crece poco a poco pudiendo comprimir el nervio ciático. • Embarazo: durante la gestación el útero comprime órganos internos de la pelvis y esto provoca contracturas musculares que favorecen la ciática. Síntomas • El principal síntoma del ataque de ciática es el dolor, aunque éste puede variar mucho en intensidad y características. Puede ser desde un dolor sordo que dura varios días, hasta un dolor que aparece casi de repente y con gran intensidad e impide al paciente moverse del sillón. En cualquier caso, el dolor afecta siempre a uno de los lados, desde las nalgas hasta la rodilla, las pantorrillas o incluso el pie. Es frecuente, además, que se acompañe con dolor en la parte baja de la espalda, por lo que los médicos lo llaman “lumbociatalgia”. El dolor puede aumentar con los movimientos (sentarse, incorporarse…) o al aumentar la presión dentro del abdomen (toser, defecar…). Puede aparecer también al acostarse o al despertarse por la mañana tumbado en la cama, pero no suele interrumpir el sueño en mitad de la noche. • Este dolor se puede acompañar de alteraciones de la sensibilidad de la piel que inerva el nervio ciático. Suelen aparecer sensaciones de hormigueo y de acorchamiento en las mismas zonas donde hay dolor. • Otros síntomas frecuentes serían la debilidad muscular y la disminución de reflejos musculares. El nervio ciático, al estar dañado, no puede inervar correctamente los músculos y se limitan los movimientos de la cadera y la rodilla. Por eso, las personas con ciática caminan cojeando o no pueden levantarse de la cama por sí solos. • Podemos hablar también de una “ciática invertida”. En este caso no se comprime el nervio ciático, sino que lo hacen las raíces nerviosas más superiores que forman el nervio femoral. El dolor aparece entonces en la parte delantera del muslo llegando hasta la rodilla, a veces incluso cerca de la ingle. También se puede debilitar la extensión de la rodilla. Diagnóstico • Al diagnóstico de la ciática se llega por los síntomas que hemos señalado en el punto anterior, pero conviene ir más allá e identificar la causa que la provoca y la zona donde se comprime el nervio. Para ello hay una serie de pruebas sencillas que ayudan al médico en el diagnóstico de la ciática: Maniobra de Lasègue • Con el paciente tumbado boca arriba se eleva la pierna extendida del lado afectado. Cuando el dolor aumenta antes de elevarse más de 60º indica que se debe al nervio ciático, el cual se estira cuando realizamos esta maniobra. Se debe realizar en las dos piernas para comprobar que el dolor afecta sólo a uno de los nervios ciáticos. En personas ancianas es difícil llevar a cabo esta maniobra, ya que suelen tener problemas en la articulación de la cadera y se provoca dolor más fácilmente, aumentando el número de falsos positivos. Maniobra de Bragard • se realiza después de la maniobra de Lasègue y consiste en el mismo movimiento, pero cuando se llega al punto en el que aparecía el dolor dejamos de elevar más la pierna y empujamos la planta del pie flexionando el tobillo. Si aparece dolor apoya la sospecha de ciática. • Exploración de la sensibilidad: el médico puede comprobar la afectación de la sensibilidad de la piel que inerva el nervio ciático comparándola siempre con el lado no afectado. • Exploración de la fuerza muscular: del mismo modo el médico compara ambos lados del cuerpo para comprobar la fuerza muscular perdida. Un método más sencillo es hacer que el paciente camine. La ciática suele impedir caminar de puntillas o de talones, ya que los músculos que lo permiten no tienen la fuerza suficiente. • Exploración de los reflejos tendinosos: cuando se da un golpe seco en los tendones se produce una contracción refleja del músculo al que pertenecen. Esto sucede gracias a que los nervios que forman este reflejo están sanos y durante la ciática puede desaparecer su capacidad para contraerse. El reflejo que el médico puede ver disminuido con más frecuencia durante un ataque de ciática es el reflejo del tendón de Aquiles en el tobillo. En la ciática invertida el reflejo rotuliano estará afectado. Tratamientos • El tratamiento de la ciatalgia varía según la edad de la persona, el tiempo que viene progresando la afección. Además cuenta como el paciente reacciona a determinado medicamento ya que no todos pueden tratarse de igual manera. • Se recomienda: Calor local y Reposo en posición antálgica. • Terapia Neural: Es de gran utilidad, ya que corrige a nivel eléctrico la alteración que esta sufriendo el nervio ciático, sus resultados son en segundos permitiendo que el paciente se reincorpore a sus actividades, no existen contraindicaciones para realizarla (Terapia • Analgésicos para calmar el dolor. • Miorrelajantes para los espasmos musculares. • El tratamiento quirúrgico se utiliza en caso de que el dolor no ceda al tratamiento o que se presenten tumoraciones o deformidades óseas progresivas, y se basa en quitar la presión del nervio. • Debe evitarse levantar objetos pesados y permanecer mucho tiempo sentado o agachado. • Una vez pasado el dolor, la actividad física es muy recomendable, especialmente los de tipo de elongación, de flexibilidad y de fortalecimiento de la zona media, es decir, todos los músculos de la espalda baja y el abdomen, los cuales colaboran en los movimientos de flexión, extensión y rotación de las articulaciones de la columna vertebral. El fortalecer los músculos de la zona evita posibles futuros dolores. • Técnicas de elongación: • Para elongar los músculos de la zona glútea, es necesario sentarse sobre una colchoneta o alguna superficie cómoda, luego flexionar la rodilla acercándola el pecho y llevando ligeramente el talón hacia la cola, manteniendo la otra pierna estirada. Esto evitara la contractura de los músculos que se ubican en las proximidades de la emergencia de este nervio. • También se pueden estirar los músculos de la parte posterior de la pierna (isquiotibiales, bíceps femoral, semitendinoso, semimembranoso). • Esto se logra en posición sentada, estirando las piernas y manteniéndolas juntas con la punta de los dedos mirando hacia arriba. Luego continuar flexionando el tronco, con la espalda derecha, intentando llevar las manos hasta la punta de los pies, o si fuera el caso hasta la rodilla. • Este ejercicio puede realizarse en posición de pie como sentado. • Para los músculos de la pierna, en una posición de pie y con una pierna flexionada y con otra estirada, llevar el tronco hacia abajo y con la mano tratar de tirar los dedos del pie que se encontrara flexionado hacia arriba. • Además existen ejercicios en los que se pueden estirar todos los músculos del miembro inferior a la vez. • Por ejemplo uno de estos puede ser: • Sobre una superficie inclinada, pararse en dirección a la parte elevada y flexionar la cadera, empujando la cola hacia atrás y llevando el tronco hacia abajo, mediante este ejercicio se pueden estirar a la vez todos los músculos de la parte posterior de la pierna y el muslo. Prevención • Para prevenir la ciática las mejores medidas que se pueden tomar son: • Evitar la obesidad y el sobrepeso. • Caminar un mínimo de cinco horas a la semana. • Practicar deportes que favorezcan el desarrollo de la musculatura lumbar, como la natación o el tenis. El yoga también puede ayudar a mantener una buena tonificación muscular. • No agacharse doblando la espalda, sino doblando las rodillas con la espalda erguida. • No cargar grandes pesos. • No adoptar malas posturas mientras se está sentado en el escritorio o conduciendo. La zona lumbar siempre tiene que estar apoyada en el respaldo o en un cojín. • Dormir en colchones flexibles pero rígidos, de forma que la columna vertebral siempre esté un una posición recta.