este es una presentación tomada del COMITÉ EPISCOPAL ESPAÑOL PARA LA DEFENSA DE LA VIDA, escrito en el año 1993 y nos habla acerca de la realidad del trabajo en la vida del hombre, que función cumple, como el trabajo es capaz de dignificar al hombre, lo realiza.
este es una presentación tomada del COMITÉ EPISCOPAL ESPAÑOL PARA LA DEFENSA DE LA VIDA, escrito en el año 1993 y nos habla acerca de la realidad del trabajo en la vida del hombre, que función cumple, como el trabajo es capaz de dignificar al hombre, lo realiza.
este es una presentación tomada del COMITÉ EPISCOPAL ESPAÑOL PARA LA DEFENSA DE LA VIDA, escrito en el año 1993 y nos habla acerca de la realidad del trabajo en la vida del hombre, que función cumple, como el trabajo es capaz de dignificar al hombre, lo realiza.
de toda la cuestión social, si tratamos de verla verdaderamente desde el punto de vista del hombre” (LE, 3) INTRODUCCION El trabajo que para unos ha sido causa de ateísmo (Nietzsche), para otros ocasión de grandes injusticias (Marx) y para otros medio de dignificación y de santificación (cristianos). La importancia del mundo laboral en la estructura económica, política y social, es de excepcional importancia: • Relación trabajo-capital es de interés para todas las clases sociales. • Han aparecido grandes ideologías (capitalismo, marxismo) que buscan exhaltar la obra humana. • El magisterio de la Iglesia despierta ideal ascético por la dignidad del trabajo. • Surge la fascinación por el trabajo profesional • Aparece el paro y la huelga como defensa a los derechos. • La ciencia y la técnica contribuyen al desarrollo. EN LA HISTORIA El trabajo de carácter corporal (con la fuerza física como instrumento) constituyó durante mucho tiempo la forma predominante, para satisfacer las necesidades fundamentales de alimento, abrigo, seguridad, etc. En estos tiempos modernos el trabajo también se ha usado para conseguir lo necesario para vivir. La historia de Grecia y Roma muestra al trabajo como algo indigno del hombre libre, llevándose el grueso de la labor necesaria para el mantenimiento de la sociedad bajo los hombros de los esclavos. A estos sólo se les respetaba el derecho a vivir. Además de los esclavos había hombres libres, artesanos, con derecho a asociarse. Como también desplegaban acciones políticas, estas organizaciones fueron suprimidas. La difusión del cristianismo trajo consigo una nueva concepción del trabajo, incluso el manual. Cristo y sus apóstoles realizaron tareas de esta índole. La nueva doctrina se basa en la igualdad de los hombres. En la Edad Media se difundieron las corporaciones, que reunían personas que tenían un mismo oficio o ejercían una misma actividad comercial. Reconocían tres grados: maestros, compañeros y aprendices, sujetos a distintos estatutos. Su finalidad era establecer las normas a las que habría de someterse el ejercicio de la profesión. Principios que iluminan la dignidad del trabajo: 1. Expresión del hombre como imagen de Dios
2. Exigencia del Espíritu
3. La naturaleza demanda la acción del hombre
4. Ayuda al hombre a su propia perfección
5. Ofrece ayuda a la familia
6. Tiene un valor social
7. Significación redentora del trabajo
8. Sentido escatológico de la actividad humana
1. EXPRESIÓN DEL HOMBRE COMO IMAGEN DE DIOS Hecho a imagen y semejanza de Dios en el mundo visible y puesto por Él para que domine la tierra (Gn 1, 28), el hombre está para ello, desde el principio, llamado al trabajo (LE, 1-5). El trabajo hace parte del plan originario de la Creación de Dios (plan que se opaca con el pecado). El trabajo es una de las características que distinguen al hombre de las demás criaturas, solamente él es capaz de trabajar. Resalta la capacidad racional del hombre llamado a ser continuador de la obra creadora de Dios (co- creador). 2. EXIGENCIA DEL ESPÍRITU San Agustín afirma: que para nosotros el nacimiento del mundo no sería el primero, sino el séptimo día, cuando Dios descansa y el espíritu del hombre inicia su historia de creación. La razón del trabajo se origina en el espíritu del hombre, que tiene la capacidad de trascenderse a sí mismo. Pablo VI: el hombre marca con el trabajo, su carácter de ser espiritual que ha recibido de Dios (PP, 26). 3. LA NATURALEZA DEMANDA LA ACCIÓN DEL HOMBRE El hombre, cuando con el trabajo de sus manos o con ayuda de los recursos técnicos cultiva la tierra para que produzca frutos y llegue a ser morada digna de toda la familia humana, cumple personalmente el plan mismo de Dios (GS, 57). Es necesario que la naturaleza sienta el orden que trasmite la acción del hombre en nombre del Creador. El pecado obstaculiza y desintegra la obra creadora de Dios y la misión encomendada al hombre. 4. EL TRABAJO PERFECCIONA Y SANTIFICA AL HOMBRE La actividad humana, así como procede del hombre, así también se ordena al hombre. Pues éste con su acción no sólo transforma las cosas y la sociedad, sino que se perfecciona a sí mismo. Aprende mucho, cultiva sus facultades, se supera y se trasciende (GS, 35). El trabajo es un bien de la humanidad, porque mediante el trabajo el hombre no sólo transforma la naturaleza, sino que se realiza a sí mismo (LE, 9). El trabajo contribuye al desarrollo del espíritu humano, la inteligencia, la voluntad, la vida psico afectiva,… la falta de trabajo corrompe la sociedad y los hombres se hacen más viles (QA, 135). El trabajo alcanza su cumbre cuando el hombre encuentra su sentido vocacional del trabajo, que le permite realizarse plenamente en el servicio a la sociedad. 5. AYUDA QUE EL TRABAJO OFRECE A LA FAMILIA El trabajo es el medio normal de sustento para la familia. Sin trabajo es imposible que la familia alcance el bienestar. Los hijos claman el trabajo de sus padres para su formación y educación. El trabajo es la escuela de aprendizaje de padres a hijos, es la escuela para todo hombre (LE, 10). La falta de trabajo, los paros prolongados, la huelga,… son situaciones que afectan directamente el bienestar de la familia. 6. VALOR SOCIAL DEL TRABAJO En la sociedad somos cóncavos y convexos. Es importante que en la sociedad, la diversidad de trabajos estén armonizados entre sí: “basta que unos se dediquen a un oficio y unos a otros” (Santoto). Debe haber un orden social y jurídico que garantice el trabajo para todos: equitativo, bien remunerado, digno (QA, 69). El estado debe procurar fuentes de trabajo y debe garantizar un justo equilibrio laboral que le permita a todos ejercer libremente su profesión. 7. SIGNIFICACIÓN REDENTORA DEL TRABAJO
Las consecuencias del pecado pesan sobre el
trabajo encomendado al hombre (lo experimentan todos los trabajadores). El suelo que se resiste a dar frutos, la fatiga y el sudor, nos mueven a unirnos al misterio redentor de Cristo y a participar en la obra de amor de Cristo en la cruz (LE, 27). El sudor y la fatiga ofrecidos a Dios con amor, une el trabajo humano al dolor de la cruz ofrecido al Padre Celestial. 8. SENTIDO ESCATOLÓGICO La misión confiada por Dios al trabajo del hombre de completar la obra de la creación, tiene su cumplimiento en la etapa final de la historia. Por medio de su trabajo el hombre prepara la venida del Señor (2 Pe 3, 12). DERECHOS SUBJETIVOS DEL TRABAJO Derecho de todos: la ONU lo explicita: “toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el empleo” (Art 23). Paro Obrero: considerado justo siempre que no lastime el Bien Común de una sociedad. Se deben agotar todos los caminos posibles para impedirlo (CA, 43). Subsidio de desempleo: debe ser una obligación del Estado sino proporciona el trabajo necesario para la sociedad. Contrato de trabajo: se debe dejar en claro que el trabajador no es un objeto sino un sujeto y que el trabajo no es una mercancía. No puede considerarse una compraventa del “hacer” y del “pago”. El trabajo tiene una dimensión teológica (RN, 32; CA, 15; LE, 14; MM, 71). Vigilancia del Estado y de instituciones de la sociedad: para garantizar un trabajo digno, donde se respeten los derechos humanos y se aseguren condiciones humanas para el trabajador. El trabajo es el modo clásico de acceder a la propiedad (RN, 3. 7. 33; MM, 112; GS 69; LE, 14). Todo trabajador tiene derecho al ocio, al tiempo libre. No obstante, éste no puede compartir los desórdenes morales que connota la llamada ociosidad (GS, 61). Debe evitar daños morales en la persona, propios del tiempo libre y orientar el ocio al crecimiento personal, al descanso, a la lectura, a la formación, al aprendizaje, deporte, arte, al cuidado de la familia, para la colaboración en la vida social…). El derecho sindical hizo parte de la doctrina expuesta por la Rerum Novarum, más tarde tratada por la MM, GS, LE, OA, CA): - 34: Se fundamenta en el derecho natural de la persona a la libre asociación. - 35: busca la defensa de los derechos e intereses de los trabajadores. - 36: El estado tiene el deber de respetarlas, conservarlas, y defenderlas. - 36: deben buscar bienes comunes y no particulares. - 37: No pueden estar dominadas por ideologías parcializadas, como las socialistas. - 40: Llama a los trabajadores católicos a asociarse para la defensa de la moral, las costumbres y el espíritu. La historia nos muestra como la huelga a sido fundamental para alcanzar la justicia en el mundo laboral. GS 18: afirma que en caso que surjan conflictos económico-sociales, es preciso hacer esfuerzos para llegar a una pacífica solución, agotar todos los recursos,... En última estancia la huelga sigue siendo un medio necesario si hay causa justa. Pablo VI: es un medio último de defensa, es ilegítima cuando impone condiciones demasiado gravosas para el conjunto de la economía, o es suscitada por razones políticas (OA, 14). Debe ser proporcional. La violencia la hace injusta e ilegítima la huelga.