OBJETIVO: Redescubrir y revalorizar el Sacramento de la Reconciliación como el medio para acogernos a la misericordia de Dios y dejar atrás el pecado para retomar nuestra vida espiritual de amistad con Él.
FRUTO: Que nuestro corazón se disponga
para la vuelta al Padre a través del Sacramento de la Reconciliación. Reflexionamos y luego compartimos:
¿Cuándo fue la última vez que te confesaste
sacramentalmente? ¿Sientes la necesidad de acudir a este sacramento? ¿Por qué? ¿Cuál es la importancia de la confesión? ¿Conoces los pasos para realizar correctamente este sacramento? La Iglesia nos propone cinco pasos a seguir para realizar una Confesión Sacramental son: 1. Reconocimiento del pecado o Examen de conciencia 2. Arrepentimiento, contrición o dolor de los pecados 3. Propósito de enmienda 4. Confesión de los pecados 5. Reparación y reconciliación o cumplimiento de la penitencia
¿Los realizamos de manera consciente, con el objetivo de volver a
Dios verdaderamente? ¿Qué nos motiva realmente a confesarnos? La palabra “conversión” en latín, procede de dos palabras griegas: metanoia y epistrefo.
Metanoia: es el cambio interior
del corazón hecho por Dios y a partir de nuestro encuentro con Él. Epistrefo: son los actos exteriores que deben ser congruentes con el cambio interior. Esto define lo esencial de la conversión, que implica un cambio de conducta, una nueva orientación de todo el comportamiento, una nueva actitud con relación a todo lo demás (cfr. Jr 26, 3; Ez 18, 31) Lo importante de la confesión es lo imprescindible que es para lograr la conversión, que debe ser un proceso permanente de volverse a Dios. Por eso, lo primero que debe examinarse para llegar al momento de la confesión no es la lista de pecados para ver en cuál hemos caído, sino revisar la vida como conjunto. El examen de conciencia no es para llevar una lista negra o de ir chequeando cuál si y cuál no de los pecados cometemos. Es revisar nuestra vida y nuestra relación con Dios y con los hermanos. Revisar cómo va el proceso de conversión. Texto Enseñanza Pregunta Hch 11, 18 El arrepentimiento es algo ¿Cómo podemos aprovechar 2Pe 3, 9 que Dios concede a los la oportunidad que Dios nos hombres da?
2Cor 7, 10 La tristeza que viene de ¿Cuáles son los dos tipos de
Mt 26, 74-75 ofender a Dios nos lleva al tristeza y cuál es la arrepentimiento y rechazo diferencia? Mt 26, 14-16 del pecado cometido, es decir el propósito de no volver a pecar.
1Jn 3, 19-20 Dios nos espera siempre, no ¿Confiamos en que si
es feliz con nuestra rebeldía volvemos el rostro a Dios y nuestro rechazo a su amor, arrepentidos, Él nos su misericordia es infinita. recibirá con los brazos abiertos? Texto Enseñanza Pregunta Hch 11, 18 El arrepentimiento es algo que ¿Cómo podemos aprovechar 2Pe 3, 9 Dios concede a los hombres la oportunidad que Dios nos da?
2Cor 7, 10 La tristeza que viene de ¿Cuáles son los dos tipos de
Mt 26, 74-75 ofender a Dios nos lleva al tristeza y cuál es la arrepentimiento y rechazo del diferencia? Mt 26, 14-16 pecado cometido, es decir el propósito de no volver a pecar.
1Jn 3, 19-20 Dios nos espera siempre, no es ¿Confiamos en que si
feliz con nuestra rebeldía y volvemos el rostro a Dios nuestro rechazo a su amor, su arrepentidos, Él nos recibirá misericordia es infinita. con los brazos abiertos? Desde el Antiguo Testamento se habla de la confesión de los pecados. No es un invento de la Iglesia Católica como se escucha decir. • Lev 5,5-6 - En todos estos casos el que cometió el delito confesará primero su pecado. • Sir 4,26- No te avergüences de confesar tus pecados: no nades contra la corriente. En el Nuevo Testamento incluso antes de que Jesús inicie su vida pública, también confesaban sus pecados cuando Juan el Bautista llamaba a la conversión al pueblo de Israel. • Mc 1,5 -Toda la provincia de Judea y el pueblo de Jerusalén acudían a Juan para confesar sus pecados y ser bautizados por él en el río Jordán. Es Jesús quien establece el Sacramento al otorgar a sus discípulos y a sus sucesores el poder de llevarlo a cabo. Leer Juan 20,23 Por último, cuando ya Jesús había ascendido al Cielo y se había iniciado la vida de la Iglesia, encontramos que se practicaba la confesión por ser una orden de Cristo. • Hch 19, 18 - Muchos de los que habían aceptado la fe venían a confesar y exponer todo lo que antes habían hecho. • Stgo 5,16 -Reconozcan sus pecados unos ante otros y recen unos por otros para que sean sanados. • 2 Cor 2,10 -A quien ustedes perdonen, también yo le perdono … Lo perdoné en atención a ustedes en presencia de Cristo. El sentido correcto, es que, primero el sacerdote, debe conocer de los pecados de los cuales se confiesa las personas, para luego perdonarlos o retenérselos, de acuerdo, a si hay o no arrepentimiento de por medio y el tipo de pecado cometido. Hay pecados que sólo un sacerdote específico u obispo puede perdonar. Homilía en Casa Santa Marta P. Francisco 26-Oct-2017
“Cambiar el modo de pensar, cambiar el modo de sentir. Tu corazón
que era mundano, pagano, se vuelve ahora cristiano con la fuerza de Cristo: cambiar, esta es la conversión. Y cambiar en el modo de obrar: tus obras deben cambiar. Es un cambio, pero no es un cambio que se hace con maquillaje: es un cambio que el Espíritu Santo hace dentro. Y yo debo colaborar para que el Espíritu Santo pueda obrar. ¡Y esto significa lucha, luchar! No existen los cristianos tranquilos, que no luchan, esos no son cristianos, son unos ‘tibios’”. “A quienes encontraréis, podréis comunicar la alegría de recibir el perdón del Padre y de reencontrar la amistad plena con Él. Y les diréis que nuestro Padre nos espera, nuestro Padre nos perdona, es más, hace fiesta. Si tú vas a Él con toda tu vida, incluso con muchos pecados, en lugar de recriminarte hace fiesta: este es nuestro Padre. Esto debéis decirlo vosotros, decirlo a mucha gente, hoy. Quien experimenta la misericordia divina, se siente impulsado a ser artífice de misericordia entre los últimos y los pobres. En estos «hermanos más pequeños» Jesús nos espera (cf. Mt 25, 40); recibamos misericordia y demos misericordia. Vayamos a su encuentro y celebremos la Pascua en la alegría de Dios” (Homilía 28.III.2014) Examinemos nuestra disposición a confesarnos y a retornar a la casa del Padre. ¿Dudas? ¿Miedos? Comentemos Consejos: 1. Hacerlo con fe y humildad: ten piedad de mí, Señor! 2. Examinarse con sinceridad: no engañarse y aprovecharlo 3. Pedir a Dios el arrepentimiento: es una gracia 4. Propósito sincero de cambiar: sacar un punto específico 5. Cultivar un espíritu de penitencia y reparación el día de la confesión