Dar un paso decidido para crecer en audacia, en capacidad de riesgo, en lucidez y claridad de mirada para seguir construyendo el Reino de Dios humanizando nuestras sociedades, desde la paz, la justicia y la solidaridad. “en el carisma de Pedro Poveda encontramos una orientación para nuestro ser y nuestro actuar y que, desde la confianza, puede llevarnos hacia nuevas opciones, nuevos posibles, nuevos horizontes, proyectos y compromisos. ” La audacia es la virtud del que se atreve a actuar, sin que nada ni nadie pueda impedirle dar el paso. Y por eso tiene que ver con la lucidez de nuestra mirada, de nuestra aprehensión de la realidad, de nuestra capacidad de distinguir, de discernir y de optar. La persona humana es un ser que interroga y se interroga, que cuestiona y se cuestiona, que busca siempre nuevas respuestas. La audacia nos ayuda a entrar en ese dinamismo de vida que nos mantiene despiertos, atentos, sensibles a la realidad, dispuestos a mirar hacia un futuro que está todavía por realizarse”. En la vida de cada uno de nosotros hay un tiempo para la reflexión y la maduración y un tiempo para pasar a la acción. Un proverbio africano nos dice que el camino más corto para ir de un lugar a otro no es la línea recta, es el valor de nuestros sueños y de nuestros deseos. El mundo depende de nuestros sueños, y a veces para cumplirlos no importa la edad que tengas tú o que tenga la otra persona. Hoy se buscan testigos, profetas de esperanza, gente audaz y lúcida. Para recordarnos este empeño renovado de una audacia lúcida y de una lucidez audaz, invocaremos al Espíritu con estas palabras: ¡Sed audaces! ¡No temáis! ¡El Espíritu del Señor es de fortaleza y amor! El fundamento de nuestra fe está en la resurrección Recordemos algunos fragmentos que nos confirman la resurrección. Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto? ¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva - De hecho, ya que la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos El bautismo no consiste en la limpieza del cuerpo, sino en el compromiso de tener una buena conciencia delante de Dios. Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo.