sincero amor, cuando prueba a su siervo al hacerle mejor. Da gracias durante la dificultad, en sombras hosannas dará. CORO: Regocíjate en Él, es justo y verdad, mi camino conoce, soy su propiedad; mas me probará, me limpiará, a oro igual saldré. Cuando no veo el sendero allá, sólo miró a Cristo y me bastará. Me inclino a Él y a su voluntad, me calma y no hay ansiedad. CORO: Regocíjate en Él, es justo y verdad, mi camino conoce, soy su propiedad; mas me probará, me limpiará, a oro igual saldré. Pruebas ya sé de lo alto vendrán, como ama a sus hijos, nos renovarán. Confío en Él, siempre sabe mejor; si sufro, tendré más valor. CORO: Regocíjate en Él, es justo y verdad, mi camino conoce, soy su propiedad; mas me probará, me limpiará, a oro igual saldré. 154 ¿Llevas solo tu carga? ¿Has tratado de llevar tu carga? Sólo tú, sólo tú, ¿no sabiendo que tendrás ayuda si acudieres al Señor Jesús? CORO: Si tengo cargas que solo debo llevar, paciente las alzo y acudo a mi Señor; si tengo cruces que nadie puede cargar, su ayuda siempre mi Señor me presta con amor. Nunca olvides que al Calvario solo fue Jesús, fue Jesús; para darte salvación y vida cuando solo sucumbió en la cruz. CORO: Si tengo cargas que solo debo llevar, paciente las alzo y acudo a mi Señor; si tengo cruces que nadie puede cargar, su ayuda siempre mi Señor me presta con amor. Sólo en Cristo protección y ayuda hallarás; hallarás; lleva siempre a Él tus cargas todas que a ninguno rechazó jamás. CORO: Si tengo cargas que solo debo llevar, paciente las alzo y acudo a mi Señor; si tengo cruces que nadie puede cargar, su ayuda siempre mi Señor me presta con amor. 109 Maestro, se encrespan las aguas ¡Maestro, se encrespan las aguas! ¡y ruge la tempestad! Los grandes abismos del cielo se llenan de oscuridad; ¿no ves que aquí perecemos?¿puedes dormir así; cuando el mar agitado nos abre profundo sepulcro aquí? CORO: Los vientos, las ondas oirán tu voz; ¡sea la paz! Calma las iras del negro mar, las luchas del alba las haces cesar, y así la barquilla do va el Señor, hundirse no puede en el mar traidor. CORO: Doquier se cumple tu voluntad: “¡sea la paz!” “¡Sea la paz!” Tu voz resuena en la inmensidad: “¡Sea la paz!” Maestro, mi ser angustiado te busca con ansiedad; de mi alma en los antros profundos se libra cruel tempestad; pasa el pecado a torrentes; sobre mi frágil ser, ¡y perezco, perezco, Maestro! ¡Oh, quiéreme socorrer! CORO: Los vientos, las ondas oirán tu voz; ¡sea la paz! Calma las iras del negro mar, las luchas del alba las haces cesar, y así la barquilla do va el Señor, hundirse no puede en el mar traidor. CORO: Doquier se cumple tu voluntad: “¡sea la paz!” “¡Sea la paz!” Tu voz resuena en la inmensidad: “¡Sea la paz!” Maestro, pasó la tormenta, los vientos no rugen ya, y sobre el cristal de las aguas el sol resplandecerá; Maestro prolonga esta calma, no me abandones más; cruzaré los abismos contigo, gozando bendita paz. CORO: Los vientos, las ondas oirán tu voz; ¡sea la paz! Calma las iras del negro mar, las luchas del alba las haces cesar, y así la barquilla do va el Señor, hundirse no puede en el mar traidor. CORO: Doquier se cumple tu voluntad: “¡sea la paz!” “¡Sea la paz!” Tu voz resuena en la inmensidad: “¡Sea la paz!” 119 ¡Oh, amor de Dios! ¡Oh amor de Dios! su inmensidad, el hombre no podría contar, ni comprender la gran verdad, que Dios al hombre pudo amar. Cuando el pecar entró al hogar de Adán y Eva en Edén; Dios les sacó, mas prometió un Salvador también. CORO: ¡Oh amor de Dios! brotando está, inmensurable, eternal; por las edades durará, inagotable raudal. Si fuera tinta todo el mar, y todo el cielo un gran papel, y cada hombre un escritor, y cada hoja un pincel. Nunca podrían describir el gran amor de Dios que al hombre pudo redimir de su pecado atroz. CORO: ¡Oh amor de Dios! brotando está, inmensurable, eternal; por las edades durará, inagotable raudal. Y cuando el tiempo pasará con cada reino mundanal, y cada reino caerá con cada trama y plan carnal. El gran amor del Redentor por siempre durará; la gran canción de salvación su pueblo cantará. CORO: ¡Oh amor de Dios! brotando está, inmensurable, eternal; por las edades durará, inagotable raudal.