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CONSENTIMIENTO

INFORMADO
Dr. Carlos Mendoza Q.
DEFINICIÓN

Es cuando el paciente acepta o rechaza la


acción médica, luego de entender una información
sobre ella, siendo capaz de comunicar tal decisión.

Es reflejo de la autonomía de la persona,


exigiendo el paciente que se respete su derecho a
decidir o rehusar cualquier acción médica.
Además es necesario que el paciente tenga
competencia mental y estar libre de cualquier
coacción para actuar.
Un verdadero consentimiento informado se
basa en dos condiciones:

• Que el paciente conozca y tenga conciencia de lo


consentido.
• Que posea libertad para consentir, sin presiones
internas o externas.

No se requiere el consentimiento informado


en los casos de emergencia, y cuando el
paciente por su estado mental no puede darlo y
no hay familiares ni responsables de él, que
puedan decidir.
SITUACIONES DEL
CONSENTIMIENTO INFORMADO
Desde el punto de vista del paciente:

• Puede ser interferido por las reacciones


emocionales que la enfermedad produce en él,
disminuyendo o quitándole su capacidad de
decisión. El paciente puede negar
psicológicamente la enfermedad o sentir que es
un castigo. Puede tener un sentimiento
masoquista o buscar una ganancia secundaria.
• La enfermedad deprime al paciente y lo hace mas
dependiente a medida que avanza el proceso
patológico. Los pacientes hospitalizados son mas
pasivos que los ambulatorios, así como los
enfermos agudos lo son en relación a los
enfermos crónicos.

• El conocimiento que tiene el paciente del proceso


patológico y de las acciones de salud.

• La terminología médica es difícil de entender para


el paciente.

• La tenencia de ideas preconcebidas, por la cultura


del paciente.
Desde el punto de vista del médico:

• La manipulación de la información dada al


paciente, exagerando o minimizando la misma.

• No informar al paciente con el pretexto de evitar


la ansiedad del paciente.

La información dada al paciente deberá ser


completa, libre de prejuicios y adecuada a sus
condiciones culturales y educativas.
CONSENTIMIENTO INFORMADO
DEL ENFERMO PSIQUIÁTRICO

El enfermo psiquiátrico, como ser humano,


puede aceptar o rechazar un tratamiento o
procedimiento médico. La única situación que
permite violentar la voluntad de un enfermo
psiquiátrico es en el caso de una emergencia
psiquiátrica, entendiéndose ésta como la reclusión
y/o medicación temporal y forzada, por la alta
probabilidad de daño físico propio o a otros.
CONSENTIMIENTO INFORMADO
DEL MENOR DE EDAD

Existe la mayoría de edad cuando una


persona es capaz de ejercer su autonomía, es decir,
cuando tiene la capacidad mental y la libertad para
decidir su propio destino.

Éticamente, la mayoría de edad no está ligada


a una edad cronológica; cuando un menor tiene la
capacidad, puede dar un consentimiento informado
y éste debe respetarse, cualquiera sea su edad.
El médico con la familia, deben definir si el
paciente menor está capacitado para dar un
consentimiento informado, y en caso positivo, debe
dejarse que el tome la decisión.

Cuando el menor no puede dar un


consentimiento informado, los padres deben decidir
por él; pero éste derecho de los padres o tutores,
no es absoluto, y a veces pueden violentar la
autonomía del menor, por intereses económicos o
sociales. En ése caso, el médico debe defender los
derechos del menor, aún en contra de los padres o
tutores, que no son los dueños de la vida del
menor.
CONSENTIMIENTO INFORMADO
DEL ANCIANO
El médico debe ser muy cuidadoso de
respetar los derechos del enfermo anciano, y no
permitir que ni siquiera la familia pueda atropellar
sus derechos.

No todo anciano está incapacitado para dar


un consentimiento informado; éste dependerá de
las capacidades psíquicas de la persona, debiendo
evaluarse en cada caso el estado mental del
paciente anciano y decidir sin violentar su
autonomía de persona.
DIRECTRICES EN CASO DE
INCOMPETENCIA

Esta directrices deben ser claras, flexibles,


asequibles y con valor legal; sin embargo, la
mayoría de veces, éstas tienen fallas.

El consentimiento escrito que se pide al


paciente para ser sometido a una intervención
quirúrgica, resulta cuestionable, porque la mas de
las veces, lo firma sin leerlo, sin entenderlo, bajo la
urgencia o bajo la ansiedad de la enfermedad.
Una constancia firmada por el paciente, en la
que se consigna, que bajo su responsabilidad no se
deja efectuar un procedimiento, no es válida, pues
no reúne las condiciones para que sea informado,
si el paciente está influenciado por la presión
psicológica de su enfermedad o bajo los efectos de
sustancias psicoactivas o alcohol.

El médico debe buscar otros medios, como


hablar a la familia o esperar que las condiciones
que interfieran con el consentimiento cesen. Si no
es posible, es mejor consignar en la historia clínica
lo sucedido.
SUBROGACIÓN EN CASO DE
INCOMPETENCIA
El paciente nombra a una persona para que
decida las acciones de salud, cuando él no tenga
competencia para dar un consentimiento
informado.

Debe hacerse por escrito y con carácter legal.


Si bien es mas flexible que las directrices, el
subrogado puede tener dificultad en conocer cual
sería la voluntad del paciente o tener intereses
distintos al del paciente y no obre en beneficio de
él.
Es importante que los médicos enseñemos a
nuestros pacientes, que existen métodos para
salvaguardar su consentimiento informado, cuando
ellos estén incapacitados, para que antes de llegar
a estados donde se compromete su capacidad de
decisión, hagan directrices o nombren personas
que los sustituyan en esos casos.

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